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Red Internacional
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PERDIDO POR PERDIDO. Fariña, el “arrepentido” que puede prender un ventilador peligroso

Quien se confesara por TV “valijero” de Lázaro Báez declaró ayer en la causa por la que está detenido el empresario kirchnerista. El juez Casanello dictó el secreto de sumario.

Sábado 9 de abril de 2016

Foto: Gustavo Amarelle/Télam

Desde abril de 2013 el financista Leonardo Fariña pasó a estar en boca de todo el mundo. Fue cuando confesó ante una cámara oculta del programa Periodismo Para Todos haber transportado hacia el exterior masas siderales de dinero a pedido de Lázaro Báez.

Ayer, a tres años de aquella aparición mediática, declaró durante once horas como testigo y posible imputado en una causa judicial por la Báez está detenido desde hace casi una semana. Lo hizo en los Tribunales de la calle Comodoro Py del barrio de Retiro ante el juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan.

Según trascendió desde fuentes judiciales, en medio de la declaración Fariña pidió al juez que se lo considere un “arrepentido”, con lo cual estaría dispuesto a brindar información sensible sobre la causa a cambio de ciertos beneficios como la reducción de una posible condena.

Desde el vamos, con ese pedido se autoincrimina. Pero lo más importante es que al ser encuadrado en la figura del “arrepentido”, muy probablemente esté dispuesto a prender el ventilador y tirar datos más que significativos como fechas, nombres, lugares y situaciones que hasta el momento no habrían sido volcadas en la investigación.

Por caso, anoche mismo trascendió en algunos medios con acceso al despacho de Casanello que Fariña habría dado detalles de operaciones financieras comprometedoras para la familia Báez. También habría dicho que tuvo al menos una reunión con Néstor Kirchner y Cristina Fernández en la Quinta Presidencia de Olivos, pidiendo que se hagan pericias en su teléfono celular para comprobar que se activó desde esa residencia oficial. Otro de los nombrados reiteradamente por Fariña habría sido el exministro de Planificación Julio de Vido.

El pedido de Fariña para ser considerado arrepentido causó sorpresa y hasta conmoción en los tribunales, ya que en medio de la declaración del financista (detenido desde 2014 por otra causa sobre evasión impositiva) Casanello decidió dictar el “secreto de sumario”, con lo cual se inicia una nueva etapa procesal con alcances a priori desconocidos.

Vale recordar que desde el martes están en prisión por esta causa el empresario santacruceño, amigo y socio de la familia Kirchner Lázaro Báez y su contador, Daniel Pérez Gadín.

Es la primera vez que Leonardo Fariña declara en una sede judicial sobre aquello que dijo en la cámara oculta de PPT hacer tres años. Entre otras cosas en aquel programa se lo escuchó relatar cómo fue que empezó a trabajar para Lázaro Báez y terminó sacando del país millones de euros pertenecientes al empresario. La relación laboral entre ambos había sido reconocida por Báez y por su hijo Martín.

Una de Calabromas

Fabián Rossi también dio testimonio ayer en la causa donde declaró Fariña. El operador financiero y expareja de la actriz Ileana Calabró presentó un escrito ante el juez Casanello en el que realiza una especie de descargo intentando demostrar que no tiene nada que ver en los hechos.

Curiosamente es uno de los personajes que más aparecen en el video escandaloso donde se cuentan decenas de millones de dólares en la financiera SGI o más conocida como "La Rosadita".

"Sólo me dedicaba a hacer marketing y relaciones públicas", dicen las fuentes judiciales que manifestó Rossi en referencia a su rol en la financiera. Pero reconoció que ayudó a "contar dinero a los empleados de la tesorería", al menos en la oportunidad en la que fue registrado en el video donde aparece junto al hijo de Lázaro, Martín Baéz y al contador del empleado santacruceño Daniel Pérez Gadín.

En el escrito Rossi también habría asegurado que nunca supo "de quién era, para qué era, de dónde venía ese dinero, ni qué se habría de hacer con él". Y como para quitarse cualquier tipo de responsabilidad en la causa habría rematado con una aclaración poco seria: en la financiera él "era quien iba a Carrefour" y "servía café a los clientes", dicen que confesó.