Femicidio contra Brithany Cerdas Cedeño: ¿es el Estado capaz de brindar una justicia verdadera?

A comienzos de este año, se celebró la sentencia contra los sospechosos, de los cuales solo dos recibieron condena: 36 años de prisión para el hombre y 38 para la coautora. ¿Qué pasó con la tercera persona? Le dieron beneficio por ser testigo primordial y tener una participación mínima en el crimen.

Elkie Cedeño, madre de la víctima, nos concedió una entrevista donde pudo contarnos sobre su malestar: “No estoy de acuerdo en la pena que le dieron al actor principal porque una coautora le dieron más que al actor principal y por el homicidio le dieron 35 y por la bebé 3 años”.

¿El Estado puede brindar justicia verdadera?

Vivimos en un sistema patriarcal que es alimentado por el Estado y otras instituciones. Esto quiere decir que el Estado tiene responsabilidad en los casos de femicidios y otras formas de violencia contra las mujeres.

Ya hemos visto que el Estado no garantiza la vida ni la seguridad de las mujeres y de las niñas además de imponer un papel revictimizante sobre las mismas. Cientos de denuncias de violencia doméstica o de cualquier tipo de abuso no son debidamente tomadas en cuenta por el OIJ o el INAMU. Además, existen casos donde los jueces toman ligeras acciones contra los agresores o femicidas. Ninguna de estas instituciones se ha dado la tarea de tomar medidas contra la violencia estructural que viven las mujeres día a día: el desempleo, el trabajo informal, el acoso, etc.

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El Estado no solo no quiere acabar con la violencia machista, sino que oprime a las personas que luchan contra ella. Ya el pasado lunes, el poder judicial detuvo a una mujer por defenderse de la violencia que sufría en su hogar, sin mencionar las incontables veces que la policía ha reprimido manifestantes que salieron a defender sus derechos en las calles. No se debe olvidar que al mismo tiempo, se ejerce violencia contra los familiares devíctimas de femicidios: no dándoles información sobre el caso, no dejándoles ver el cuerpoo dejando impune a su agresor. La madre de Brithany cuenta que: “[...] Donde he pasado días y noches sin ninguna tranquilidad donde a raíz de todo perdí a mi hija nieta y mi madre. Y tienen más prioridades ellos como culpables que nosotros como víctimas”.

Por esta razón, el Estado es responsable de las desapariciones y de los femicidios en el país.

Entonces, ¿qué dirección podemos tomar?

No podemos seguir pidiendo justicia a las mismas instituciones que nos oprimen, ni dejar en manos de la gestión estatal la lucha contra la violencia patriarcal puesto que las leyes no son la única salida para acabar con el sistema estructural.

La justicia verdadera se garantiza con la lucha en las calles y con la organización. Por esto, el movimiento de mujeres, organizaciones sociales y políticas con independencia del gobierno y las familias de víctimas de femicidio deben confiar en sus propias fuerzas y métodos de lucha.

Desde Pan y Rosas, luchamos por la creación de comisiones de investigación, conformadas por familiares de las víctimas de femicidios, organizaciones sociales, políticas y de mujeres. Luchamos también por la creación de refugios para las víctimas de violencia de género; por otorgar salarios de cuarentena para que las víctimas de violencia puedan tener independencia económica y no dependan de su agresor; y por garantizar atención psicológica y de calidad para las mujeres y familiares víctimas de violencia patriarcal.

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