Una vez finalizado el corralito de la Isapre Masvida, la cual cambió su nombre a Isapre Nueva Masvida, el Superintendente de Salud se refirió a la crisis financiera de dicha Isapre. Sin embargo, la salud de mercado sigue intacta.
Miércoles 3 de mayo de 2017
Frente al “término” del corralito de la Isapre Masvida, ahora bajo el nombre de Nueva Masvida, el Superintendente de Salud, Sebastían Pavlovic, declaró que: "pasamos a una nueva etapa luego del traspaso de todos los contratos de isapre Masvida a la isapre Nueva Masvida que se ha perfeccionado en términos de que a partir del día de ayer 1 de mayo, ya es la responsable de asegurar la continuidad de todas las prescripciones de salud de sus afiliados".
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A lo que añade: "Esta medida extraordinaria fue una medida compleja pero tenía un objetivo: buscar una solución para las 500 mil personas que permanecían afiliadas a Masvida y que corrían riesgos (...) Estos objetivos, a nuestro juicio, se han cumplido básicamente porque además la solución para la situación de los afiliados incluye la mantención de todos sus contratos con la obligación de hacerse cargo no solamente de las coberturas sino que también de sus prestadores preferentes".
Haciendo un llamado a los afiliados a todas las Isapres, para que estas: “(…) sean muy prudentes al momento de tomar nuevos contratos, nosotros creemos que hoy día el sistema requiere que todos actúen de buena fe, que todos se comporten responsablemente para que situaciones como estas no se vuelvan a repetir".
Sin embargo, debemos recordar que esta investigación se inició por la denuncia que realizo la empresa Souther Cross, quienes luego de una negociación fallida por la compra del holding Masvida presentaron los antecedentes del caso al Ministerio Público. Una verdadera jugada sucia entre empresarios, que disputan las ganancias del lucrativo negoción de la salud.
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Frente a estos casos de sucias jugadas por parte de los empresarios, a costa de la salud de miles de trabajadores y sus familias, se hace necesario un nuevo sistema gratuito de salud, administrado por sus propios trabajadores, técnicos, enfermeras, médicos, paramédicos, administrativos y usuarios, expropiando toda empresa que se vea envuelta en casos de crisis financiera o de adulteración de datos para mantener la ganancia de los empresarios, para que así la crisis no la paguen las y los trabajadores.
