Dentro de las personas que habían hecho donaciones, estaba el exministro de Economía del primer gobierno de Sebastián Piñera, Félix de Vicente ($2,8 millones), Carlos Momberg Bórquez, uno de los mayores accionistas de Colún ($750 mil), el empresario ganadero Cristián Hott Stange ($2 millones y la dueña de Lecherías Osorno y accionista minoritaria de Soprole, Mónica Hott ($1,7 millones).
Sábado 23 de julio de 2022
Una distancia sideral es la que, hasta este momento, tiene el Rechazo en comparación con el Apruebo, al hablar de los aportes en dinero que personas naturales han efectuado de cara a la campaña por el Plebiscito desde el Servel.
De acuerdo al registro publicado por el Servicio Electoral (Servel), la opción que se opone a una nueva Constitución concentra el 98% del dinero, ante sólo el 2% que tiene la iniciativa que busca cambiar la Carta Magna redactada en dictadura. Se han otorgado $28.901.961 en total, donde sólo $646.363 corresponden al Apruebo.
Dentro de las personas que habían hecho donaciones, estaba el exministro de Economía del primer gobierno de Sebastián Piñera, Félix de Vicente ($2,8 millones), Carlos Momberg Bórquez, uno de los mayores accionistas de Colún ($750 mil), el empresario ganadero Cristián Hott Stange ($2 millones y la dueña de Lecherías Osorno y accionista minoritaria de Soprole, Mónica Hott ($1,7 millones).
Dentro de las mayores donaciones al Rechazo, aparece la otorgada por el socio fundador y presidente del directorio de la Constructora e inmobiliaria Bravo Izquierdo, Luis Héctor Bravo Garretón, quien a nombre de la organización ‘No Más Víctimas’, desembolsó $4.000.000.
El mundo de la derecha y los empresarios está financiando la campaña del rechazo para defender sus negocios dentro del juego del pacto por la Paz y la nueva Constitución. Quieren desechar el actual borrador para que el Congreso vigente borre los aspectos más irritantes para sus intereses. El gobierno y los partidos que impulsan el apruebo ya se pasaron al bando de "reformar" la nueva Constitución dentro del periodo que se ubique antes de su puesta en marcha.
A tan sólo 4 meses de su instalación en el poder, el gobierno de Gabriel Boric se encuentra debilitado, la política del “Rechazo” gana espacio y el escenario pareciera ser más favorable para la derecha. A medida que se acerca el plebiscito, los partidos políticos del régimen despliegan la posibilidad de una nueva “cocina” parlamentaria para moderar aún más la nueva Constitución. Se hace urgente levantar una posición independiente, que dialogue un programa con los sectores que votarán “apruebo” críticamente y que comienzan a decepcionarse del Gobierno de Apruebo Dignidad.
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