Paritarias. Frente al paro de Sanidad el gobierno dicta conciliación obligatoria y cede a empresarios

El Gobierno dictó conciliación obligatoria frente al paro del sindicato de Sanidad, conducido por Carlos West Ocampo y Héctor Daer, que estaba convocado para jueves 1 y viernes 2 de Julio en reclamo por un aumento salarial del 45%. La modalidad iba a ser de cuatro horas por turno.

En sus consideraciones, el Ministerio asegura que se trata de un sector "esencial". Sin embargo, no ha sido ese criterio el que ha tenido a la hora de permitir las dilaciones de las grandes empresas de medicina privada que vienen pateando la negociación paritaria negándose a cualquier tipo de aumento. La decisión sale en auxilio de las empresas que vienen chantajeando con que solo negociarán aumentos si les permiten subir las cuotas y recibir más subsidios.

La presión y las amenazas de estos sectores hicieron que una vez más el Gobierno se posicione en favor de los empresarios. La conciliación obligatoria dictada por la cartera que dirige Claudio Moroni, a pesar de exigir que "no se tomen represalias", ordenó al gremio a "dejar sin efecto" toda medida de acción directa. La reunión que convocan es recién para el miércoles de la semana que viene.

La noticia que llegó a clínicas y sanatorios ya empieza a generar malestar entre las trabajadores y trabajadores que se querían expresar este jueves y viernes.

La bronca que se viene sintiendo por las condiciones laborales, el desprecio al que vienen siendo sometidos los trabajadores y las trabajadoras de la salud y los salarios de miseria en medio de una pandemia, obligó a la dirigencia a tomar esta medida de lucha. No por casualidad llama al paro Daer, quien es parte de la CGT y en más de un año y medio de crisis sanitaria, económica y social, con un ajuste enorme que incluyó recortes hasta en la Salud, jamás convocó siquiera a un paro general contra el gobierno de Alberto Fernández.

La respuesta patronal no tardó en llegar. La Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS), que nuclea a distintos empresarios, había anunció este miércoles que en la misma fecha de la medida de los trabajadores iban a suspender las atenciones programadas no urgentes, reclamando que aumenten los aranceles. En un comunicado justificaron la extorsión: "En el contexto del dramático desfinanciamiento que afecta al sistema de salud y frente a la discusión paritaria 2021, más de 700 instituciones prestadoras de salud privada de distintos puntos del país [...] manifestaron su gran preocupación ante la falta de financiamiento necesario para poder afrontar los nuevos aumentos salariales en el marco de las paritarias 2021".

Y agregaron: "Hasta que no haya solución definitiva para actualizar los aranceles, no hay manera de aumentar los salarios porque aumentan los medicamentos, los insumos importados y la mano de obra en medio de un fuerte aumento de los contagios, con terapias intensivas llenas y sistemas de ambulancias al rojo".

Los trabajadores de la Salud son uno de los sectores más golpeados por la pandemia. Más exigidos que nunca, con turnos extenuantes, sus salarios se encuentran por debajo de la canasta básica, obligando a muchos a vivir con pluriempleo. A veces, ni siquiera eso es suficiente: aún con dos empleos, hay quienes afirman no llegar a fin de mes. El promedio del salario es de $ 55.000 y la canasta básica según la Junta Interna de Ate Indec está en $ 99.930.

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El conflicto por la cuota de las prepagas ya viene de hace varios días y los empresarios de la salud extorsionan para seguir ganando. OSDE, Swiss Medical, Cemic y Galeno son algunas de las prepagas que fueron a la Justicia para reclamar un aumento en sus cuotas.

Actúan extorsionando como si no hubieran llenado sus bolsillos desde el inicio de la pandmia. En primer lugar, el Gobierno Nacional sostuvo sus negocios millonarios mediante el Programa de Asistencia al Trabajo (ATP), que otorgó $ 22.000 por cada trabajador/a, durante el 2020, un monto que llegó a cubrir hasta un 44 % del salario básico de la medicina privada.

Además, solamente durante el año 2019, la medicina prepaga tuvo subas autorizadas que alcanzaron el 60,7%, con ocho incrementos. En el año 2020, en plena pandemia, tuvieron un aumento del 10 % que se aplicó en diciembre. Y en lo que va del 2021, el presidente Alberto Fernández autorizó dos aumentos: 4,5% en abril y 5,5% en mayo.

Claudio Belocopitt, el titular de Swiss Medical, dijo: "La salud no tiene precio, pero sí tiene costo". Y vaya si sabe él de lucrar con la salud. Es que el empresario habla con mucho conocimiento de causa. Según el ranking Forbes, que mide la fortuna de los más ricos del mundo, posee un patrimonio valuado en más de U$S 1.000 millones. No sólo posee el 76 % de las acciones de Swiss Medical Group, la segunda empresa de medicina prepaga más grande del país (con más de 12.000 empleados, un millón de clientes y que ya en 2018 proyectaba ganancias por más de 50.000 millones de pesos).

Este empresario también es un importante accionista del Grupo América y tiene inversiones en el sector agropecuario, así como empresas en Uruguay y Estados Unidos. En el “archivo” del magnate de la salud, consta el “récord” de ser el argentino con más firmas radicadas en paraísos fiscales, como se conoció hace unos años en el escándalo de los Panama Papers.

La presión y las amenazas de estos sectores hicieron que una vez más el Gobierno se posicione en favor de los empresarios. La conciliación obligatoria dictada por la cartera que dirige Claudio Moroni, a pesar de exigir que "no se tomen represalias", ordenó al gremio a "dejar sin efecto" toda medida de acción directa. La reunión que convocan es recién para el miércoles.