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Red Internacional
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Actualidad. Fue desidia estatal: encontraron muerto al remisero desaparecido en Benavídez

Apareció a 6 km de donde fue succionado por una boca de tormenta durante el último temporal. Su muerte es la expresión de la falta de obras públicas y de una planificación urbana que beneficia a los countries en detrimento de los barrios humildes.

Viernes 17 de enero de 2020 13:25

Personal de Bomberos y Defensa Civil encontraron esta mañana el cuerpo sin vida del remisero Ezequiel Nuñez quien se encontraba desaparecido desde el temporal del pasado miércoles tras caer en una boca de tormenta en Benavídez.

Fue encontrado al costado del arroyo El Claro, a la altura de la Avenida Italia, a unos 6 kilómetros de la alcantarilla del desagüe pluvial donde cayó tras quedar atrapado con su auto en una zanja y a 400 metros antes de la desembocadura del Río Luján.

Los familiares de Núñez están llegando al lugar, al mismo tiempo que se espera el arribo del personal de policía científica para realizar las tareas y pericias correspondientes para determinar qué pasó con el remisero.

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La muerte de Ezequiel Nuñez no fue un accidente natural sino un crimen social. Se podría haber evitado si los gobiernos nacionales, provinciales y municipales hubieran hecho las obras públicas necesarias para que no haya más inundaciones en Tigre.

Las inundaciones que golpean a miles de familias trabajadoras y pobres (y que les puede costar sus vidas) son producto de la especulación inmobiliaria a través de la construcción de countries sobre humedales naturales del delta, cuales altera el curso y el caudal de los ríos de la zona.

Los terrenos donde están los barrios privados son más altos que el de barrios linderos. Eso provoca que el agua de la lluvia vaya a estos últimos. Los paredones que los separan de los barrios humildes no permiten el drenaje del agua, haciendo que estos sufran constantes inundaciones con cada lluvia.

Para que las lluvias sean solo un lindo momento para comer tortafritas con mates y no una amenaza de vida, inundaciones y destrozos, debemos organizarnos y luchar para que la tierra y la planificación urbana estén al servicio de las necesidades de las grandes mayorías y no de unos pocos.