Después de la polémica que desató la subsecretaría de mujeres jóvenes del PRI, Tavata Calderón Heredia, quien en días pasados publicó un mensaje en su red social en el cual condena a las mujeres que abortan, pide disculpas por las palabras altisonantes que utilizó en su mensaje mas no por el contenido. Argumenta defender la vida.
Martes 2 de agosto de 2016
Calderón Heredia celebra la “Ley antiaborto” con adjetivos denigrantes y despectivos hacia las mujeres que deciden interrumpir su embarazo.
El mensaje le ha valido cientos de críticas por el contenido y la misógina manera de expresar su postura en contra del derecho al aborto, además propuso una campaña de esterilización- la misma que utilizan las mascotas- para las mujeres que no usan métodos anticonceptivos. Un pensamiento sumamente retrógrado.
Este mensaje refleja la política del PRI, misma que para nada busca mejorar las condiciones de vida para las mujeres, sino que a través de la criminalización y la latente amenaza de encarcelamiento por abortar, sigue reproduciendo formas de opresión donde las mujeres no tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
Con apoyo de la bancada del PAN, PVEM y Nueva Alianza para aprobar la reforma que el gobernador de Veracruz presentó a inicios de año, el PRI y los demás partidos patronales demuestran que están lejos de representar los intereses de las mujeres pobres y trabajadoras, al contrario, funcionan en alianza con una Iglesia que se ha encargado de someter a las mujeres; decenas de religiosas estuvieron presentes en el momento de la votación.
Tavata Calderón dijo que está a favor de los derechos de las mujeres pero también a favor de la vida, con este discurso hipócrita trata de lavarse las manos con declaraciones que borran toda una realidad, pues no es que las mujeres jóvenes, trabajadoras y de sectores precarizados tengan acceso a una educación sexual o a métodos anticonceptivos.
Sin una educación sexual de calidad, a la par de garantizar el acceso irrestricto de anticonceptivos, es imposible que se eviten los embarazos no planeados.
Algunas deciden recurrir a procedimientos clandestinos, sufriendo las consecuencias más graves las mujeres de escasos recursos. El criminalizar el aborto no impide que éste se deje de practicar. Al contrario, insume a que cientos de mujeres, que no pueden viajar a la Ciudad de México en donde es legal, lo practiquen de manera insalubre e insegura al no poder contar con las condiciones médicas necesarias.
El PRI no mira a las mujeres
Con políticas como la “ley antiaborto” el PRI deja en claro que no le importa la vida de las mujeres.
A la par que tratan de tener un discurso políticamente correcto de equidad al tener mujeres funcionarias en su partido, encubren y exoneran a funcionarios que son la cabeza de redes de trata y prostitución, como el ex dirigente del PRI en la Ciudad de México: Gutiérrez de la Torre. No hay que olvidar que el PRI también es responsable de los cientos de feminicidios a lo ancho y largo del país, de las miles de jóvenes y niñas desaparecidas por las redes de trata y mujeres que han sido desaparecidas o reprimidas por salir a luchar.
Cabe mencionar que cuando Heredia asumió su cargo, en su discurso señaló la importancia que más mujeres ocupen cargos públicos. Sin embargo, las mujeres funcionarias del PRI no representan a las miles de mujeres que día a día salimos a la escuela o trabajo y nos enfrentamos con el feminicidio, poco se relacionan con las mujeres que tenemos que recurrir a los abortos clandestinos poniendo en riesgo nuestras vidas porque no tenemos acceso a un aborto seguro, legal y gratuito.
La subsecretaría de mujeres jóvenes del PRI, en su mensaje, habla de prevención, cuando, al mismo tiempo, su partido se ha encargado de hundir al estado veracruzano en una deuda pública, la más aguda en su historia. Con recortes a la educación, recortes a los servicios médicos, ¿cómo pretenden atender las necesidades de salud de su población?
Heredia puntualiza en el asesinato de un ser humano, pero no menciona que durante el sexenio del gobierno priísta el porcentaje de feminicidios aumentó a más de 300, al igual que la cifra de periodistas asesinados sólo por denunciar las irregularidades de la gubernatura de Duarte de Ochoa. El régimen priista ha mostrado su verdadero rostro asesino y misógino al verse implicado de manera directa, no sólo en los feminicidios, sino también en las redes de trata y prostitución.
Ante esta situación, es necesario que construyamos un movimiento que pelee por la extensión del derecho al aborto a nivel nacional, un aborto legal, seguro, gratuito e irrestricto en todo el país. Un movimiento que luche por mejores condiciones de trabajo y que salga en defensa de nuestras conquistas, que diga ¡Ni una muerta más por abortos clandestinos!