CGT. Caló perdió la UOM en manos de Furlán: fuerte impacto "sindical" de la interna peronista

La rosca dentro de la "patria metalúrgica" cobró fuerza en las últimas semanas. A principios de este mes se habían hecho las elecciones en las 54 seccionales de la UOM para renovar sus autoridades. Allí se habían dado algunos resultados, en fábricas y seccionales, que cambiaban el tablero de fuerzas dentro del secretariado nacional del gremio.

Empezaba a ponerse en duda la reelección de Antonio Caló, que conduce la UOM nacional desde 2004, tras la muerte de Lorenzo Miguel.

Además de los intereses de cada jefe seccional y la tensión por la situación de la Obra Social, se colaban las internas que se desataron en los últimos meses en el Frente de Todos. De un lado Antonio Caló, que había sido ferviente kirchnerista cuando lideró la “CGT Balcarce”, pero se ha convertido en los últimos meses en un incondicional de Alberto Fernández. Del otro lado crecía la figura de Abel Furlán, quien lidera la Seccional Zárate-Campana que hace pie en la estratégica Siderca (Grupo Techint) y otras fábricas medianas. Furlán es cercano al kirchnerismo, de quien fue diputado nacional y ahora consejero del PJ bonaerense que preside Máximo Kirchner. Hace años es parte además del Secretariado Nacional del gremio, primero como secretario de prensa y luego de organización.

La interna había tenido disputas previas como las que se expresaron en las seccionales de Quilmes o Avellaneda. Así, el agrupamiento opositor a Caló surgió de Campana pero sumó el apoyo de titulares de seccionales como San Martín, Quilmes, Rosario y San Miguel. Contó con el apoyo además de dirigentes ligados a la Corriente Federal, también parte del Frente de Todos. Pero una de las claves es que Naldo Brunelli (dirigente de la poderosa seccional San Nicolás y diputado provincial del FDT) volcó su apoyo a Furlán.

El dato no es menor. Ambos dirigentes tienen peso en los gigantes siderúrgicos del Grupo Techint de Paolo Rocca, Siderca y Siderar.

UOM: sigue la rosca, pero Caló perdería la conducción del gremio en manos de Abel Furlán apoyado por Naldo Brunelli y otras seccionales. Fuerte capítulo "sindical" de la interna peronista. En https://t.co/QDJXVvnKxG
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— Lucho Aguilar (@lukoaguilar) March 22, 2022

La rosca siguió en las primeras horas de este martes. Al mediodía las negociaciones entre Caló y la dupla Furlán-Brunelli pasaron un cuarto intermedio. Parecía que habría dos listas, pero luego se conoció que el dirigente de la seccional Capital cedía ante una derrota inevitable.

#AHORA
Caló bajó su lista y la seccional Capital quedó fuera del nuevo secretariado. Abel Furlan, al frente de la Lista Verde, es el nuevo secretario General de la UOM https://t.co/UdeUDoJqo9

— jorge duarte (@ludistas) March 22, 2022

Recordemos que la elección de la conducción de la UOM no es muy democrática que digamos: solo pueden ser candidatos quienes antes fueron secretarios generales de alguna seccional y se hace por colegio electoral. 290 delegados deciden por más de 200 mil trabajadores y trabajadoras. Por eso antes de empezar el Congreso el resultado ya estaría puesto.

Con la resolución de la rosca, el sector de Caló quedaría afuera del Secretariado, que quedaría compuesto por Furlán, Brunelli y los referentes de las seccionales que los acompañaron, entre ellas Avellaneda, San Martin, San Miguel, Rosario, Santa Fe, entre otras.

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Las internas seccionales, el malestar dentro de la UOM y la apuesta "opositora"

Hay que ver cómo continúa el proceso, pero los reacomodamientos en la UOM responden a dos hechos. Por un lado las internas entre distintos sectores del sindicalismo peronista, como decíamos antes. Por otro el malestar que incluso la burocracia puede percibir en muchos lugares de trabajo. En ese marco es que algunos sectores internos vieron la oportunidad de "capitalizar" esa situación con otros integrantes de la conducción.

Aclaremos que Furlán no es un "tapado" ni un fenómeno de "nueva dirección", aunque estemos ante un cambio de manos importante dentro un gremio industrial con histórico peso en la CGT. Es parte de conducción metalúrgica desde hace décadas. Asumió en la seccional y el secretariado tras la muerte de Ángel Recupero. En su bastión, el gigante siderúrgico del grupo Techint, cientos de trabajadores están tercerizados, lo que ha provocado distintos procesos de autoconvocados en los últimos años. En uno de ellos, en 2009, Furlán impuso la expulsión del gremio de delegados de base y activistas que rechazaron las suspensiones de la empresa.

En cambio en las plantas medianas de otras ramas de la UOM, como línea blanca, la situación de sus trabajadores y trabajadoras es aún más precaria. Es lo mismo que pasa en el resto del país. No olvidemos que Furlan es aún Secretario de Organización a nivel nacional, o sea quien tiene que bregar "porque se cumplan las disposiciones legales y convencionales, así como recibir y atender los problemas o conflictos que elevan las seccionales", entre otros puntos que marca el estatuto. Según la situación en las fábricas del gremio y las denuncias que llegan a La Izquierda Diario, no parece haber hecho un buen trabajo estos años.

Luego Furlán logró, a través de su buena relación con Carlos Tomada y Julián Domínguez, ocupar uno de los lugares reservados para el sindicalismo en las listas del Frente Para la Victoria. Así se convirtió en diputado nacional. Vinieron momentos más difíciles, como cuando quedó involucrado junto al resto de la conducción en una causa por malversación de fondos del gremio con los seguros de vida de los afiliados, denunciando por el mismo abogado del gremio.

Pero la elección, además de las internas del peronismo, se da en un marco de malestar en las bases metalúrgicas con el salario y las condiciones de trabajo. Recientes elecciones en fábricas como Electrolux (Rosario) expresan ese malestar. Como venimos reflejando, Caló volvió a pactar paritarias por detrás de la inflación y miles de metalúrgicos siguen en la pobreza. Acaba de firmar un acuerdo de 45% en 3 cuotas, cuando la inflación pronosticada supera el 55%, y el Ingreso Mínimo Global de Referencia (IMGR), el piso que debería cobrar cualquier metalúrgico “en blanco”, no llega a los 75 mil pesos en mano, o sea por debajo de la "canasta básica" para que una familia no sea pobre.

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El "polo siderúrgico" de Furlán-Brunelli quiere contener y capitalizar ese descontento.

Hay que ver si los realineamientos dentro de los gremios se expresan también en la CGT. Recordemos que en el reciente Congreso se reunificaron todas las alas del sindicalismo peronista, desde los Gordos e Independientes hasta Moyano, Barrionuevo, Palazzo y la UOM que suele tener peso propio. Aunque nadie ha sacado los pies del plato, ni ante el ajuste y el acuerdo con el Fondo, las tensiones siguen. Hay que ver cómo impacta este resultado en ese tablero del sindicalismo peronista.