En plena crisis sanitaria varias escuelas de la ciudad recibieron la noticia de la reducción de cupos escolares. Asimismo otras escuelas alertan de una situación en donde no hay certeza de cuando llegarían los bolsones de alimentos para distribuir.
Sábado 4 de abril de 2020 11:56
“138 cupos de comedor. Hambre y sanidad, dos caras de un mismo problema”, comienza el comunicado de la Escuela secundaria 94 de Arana, que comparte edificio con la Escuelas Primaria Nº 46 y el Jardín 974.
“En la actualidad la escuela tiene 237 alumnos/as. Hasta el 31 de marzo tuvimos 210 cupos de comedor, con lo cual se proveyó de una bolsa de alimentos a la mayoría de las familias.
Estas bolsas se entregan cada 10 o 15 días. Cada una contiene alimentos básicos y bajos en calidad nutricional: ½ kilo de arroz; ½ de polenta; ½ de fideos; 340 gramos de lentejas; 1 puré de tomate de 520 gramos.
Si bien era insuficiente para cubrir las necesidades en estos días, el mayor inconveniente vino cuando a fines de marzo se anunció un recorte en los cupos, disminuyéndose de 210 a 72.
Ninguna de las instancias de gobierno se hace cargo del problema, la Municipalidad de La Plata y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires se pasan la responsabilidad sin dar resolución a la emergencia. Esta situación no solo afecta a la secundaria sino también a la primaria y al jardín, con ello al conjunto de la comunidad educativa" continúa el comunicado.
“Se han realizado las gestiones correspondientes en SAE (Municipalidad de La Plata) para recuperar lo que quieren sacar e incrementarlo incluso a 237, a la totalidad del alumnado. NO HUBO RESPUESTA.
Al disminuir los cupos, la escuela tiene que decidir a quién le entrega su bolsa y a quien no, en un contexto de emergencia. De esta manera lo que debía ser una ayuda en este contexto de crisis socioeconómica y sanitaria, se reduce prácticamente a la nada misma”
En otras escuelas, como en la Técnica 2 de Villa Elisa, denuncian que no tienen ninguna respuesta a los reclamos por bolsones de alimentos.
“ Acá hay mucha necesidad, en la primaria 75 de Gorina concurren alrededor de 160 chicos a comedor a diario, tenemos los cupos desactualizados porque aumentó la matrícula. Las familias viven de changas o de la construcción y hoy no pueden trabajar” cuenta Miriam, una de las auxiliares de la escuela.
En villa alba, la secundaria 54, primaria 59 y jardín, que comparten manzana, también les bajaron los cupos, en la secundaria recibían 300 y les bajaron a 63. Hace más de 15 días que no envían mercadería. Esta semana les dijeron que iban a mandar pero estuvieron pateando la pelota de un lado a otro hasta que avisaron ayer, día viernes, que el proveedor Grupo integral 1 SRL, que asiste a varias escuelas de la ciudad, se daba de baja. Hay una desorganización y falta de criterios muy grande entre el ministerio y el SAE que perjudica a los niños que concurren a los comedores. Ya pasaron 15 días, y ahora sin proveedor, pasa el tiempo y la situación empeora.
El hambre no espera y la bronca crece. Sabemos que entre las familias de los pibes y pibas hay padres y madres que se quedaron sin trabajo, que tienen muchas bocas para alimentar y que ya de por si los bolsones son totalmente insuficientes y poco nutritivos.
A esto se suma también, el aumento escandaloso de los costos, otra vez los marcadores de precios en medio de la crisis están especulando con el hambre. Es necesario que se intervenga en este asunto invirtiendo la prioridad, que dejen de especular y que se garantice el alimento a la población. Los grandes supermercados tendrían que ceder ganancias y aportar en medio de esta crisis.
¿Cuáles son las prioridades del gobierno nacional, provincial y municipal en esta crisis? Mirando las enormes colas de jubiladxs que ayer se agolparon en las puertas de los bancos, en la madrugada más fría del año y con la urgencia de cobrar unos pesos, sabemos claramente que la prioridad del gobierno está en otro lado. No está en la alimentación de los pibes, no está en la jubilación de los viejos. Siguen pagando dólar sobre dólar los intereses de una deuda fraudulenta, ilégitima y odiosa.
En este marco de emergencia sanitaria y de falta de alimentos en las escuelas, la conducción Celeste de Suteba ni siquiera está denunciando esta situación.
Hoy más que nunca es necesario que el conjunto de los sindicatos se pongan a la cabeza de la organización solidaria. Desde las escuelas, las y los trabajadores de la educación vienen siendo un nexo indispensable con los pibes y las familias de los barrios.
Cómo está planteado en el pronunciamiento de Suteba Ensenada los sindicatos tienen que fortalecer los lazos de solidaridad y ponerse al frente de organizar los reclamos y demandas de asistencia estatal, y todo tipo de actividades para mostrar una salida independiente a las penurias que pesarán sobre miles de trabajadores y sus familias.