El secretario del Ministerio de Seguridad, Gerardo Milman, sobre el caso Chocobar dijo "Se puede tirar por la espalda, claro que se le puede tirar”.
Rosa D’Alesio @rosaquiara
Martes 27 de marzo de 2018
El segundo de Patricia Bullrich defendió al policía Luis Chocobar, quien hace tres mese asesinó por la espalda a un joven que huía. El funcionario, en una entrevista en FM Milenium, defendió la posibilidad de que un oficial dispare desde atrás.
"Se puede tirar por la espalda, claro que se le puede tirar. No puede matarlo”, dijo Milman.
Las declaraciones del funcionario llegaron pocos días después que la Justicia confirmara el procesamiento de Chocobar por "homicidio en exceso del cumplimiento del deber". Para Milman no hubo exceso sino solo cumplimiento del deber.
El secretario de Seguridad, Gerardo Milman, retóricamente se preguntó qué hubiera pasado si el policía no estaba en ese momento en el lugar. "¿Qué pasaba? Teníamos un ciudadano en La Boca muerto y el delincuente vivo", aseguró.
La afirmación de Milman es desmentida por los hechos. El joven huía, y en esa huida nadie corría riesgos. Esto se ve con claridad en los videos que prueban que Chocobar disparó a matar.
En la misma entrevista el secretario de seguridad sostuvo que la “sociedad se siente insegura". "Tenemos inseguridad. Uno lo ve en las rejas, lo ve en el que compra el perro, el que se muda a un country porque puede, el que tiene seguridad privada, el que da la vuelta a la casa para entrar", agregó.
Pero Milman no solo defendió al policía comunal de Avellaneda, también salió a respaldar al prefecto que asesinó por la espalda a un joven. Rafael Nahuel, murió tras recibir un tiro de la Prefectura en Bariloche. El funcionario vuelve a reiterar la versión construida en el Ministerio de Seguridad. Milman sostiene que los agentes "actuaron en un conflicto armado y hubo un tiroteo".
También acá miente. Esto lo dice días después que se conociera los resultados que no había rastros de pólvora en las manos de Rafael Nahuel. Por lo tanto el joven no había manipulado ni disparado un arma el día que la Prefectura lo asesinó disparándole por la espalda. Mientras que se demostró que cinco de los Albatros dispararon un total de 114 tiros, contra la comunidad desarmada.
La información desmiente la operación que habían armado Patricia Bullrich y el ministro de Justicia para justificar la represión contra la comunidad mapuche que terminó con la vida de Nahuel.
La doctrina en acción
En la localidad bonaerense de Isidro Casanova, otro policía aplicó la ejecución sumaria. Un policía de la Ciudad asesinó a un joven. Nuevamente, como ya había sucedido en otros casos recientes, el crimen fue justificado por el uniformado. Según su versión, un “delincuente” intentó robarle la moto.
El hecho ocurrió este domingo. El efectivo pertenece a la comisaría 43 y estaba de franco.
El fiscal de la causa avaló los dichos del policía. No tomó ninguna medida sobre él y caratuló la causa como "robo agravado por el uso de arma y homicidio".
En otra localidad bonaerense, un policía de civil mató a un joven de 17 años en Villa Caraza.
Los hechos se repiten, las versiones, como si estuvieran guionadas, también. El autor del crimen es un oficial mayor de la comisaría 7° de Lanús. Nuevamente el efectivo, que se encontraba de franco y vestía de civil, extrajo su arma reglamentaria y disparó a un “delincuente”.
Se repite, también, la resolución del fiscal. El fiscal Gastón Nahuel Fernández, dictaminó que el oficial permaneciera en libertad por considerar que actuó en legítima defensa.
La inseguridad, como pretexto
Todos los casos, donde fuerzas represivas asesinaron, fueron justificados por el Gobierno a través del eufemismo “inseguridad”. Ya se trate que las victimas estuvieran en una movilización, como Santiago Maldonado o Rafael Nahuel, o en un incidente callejero.
El Gobierno no tiene buenas noticias para dar y para despolitizar el malestar social provocado por la inflación y los despidos, recurren a la campaña sobre inseguridad. Y aplican la “doctrina Chocobar” para controlar a todo un sector social. Para mantener disciplinados a los más vulnerables, que el propio sistema capitalista expulsa del mercado laboral.
Más allá del discurso del Poder Ejecutivo, el despliegue de policías en las calles, solo provoca mayor inseguridad, claro que distinta a la que se refiere el Gobierno. Asesinar a jóvenes por la espalda se ha convertido en una política de Estado.
Con este objetivo, Macri le dio vía libre a Bullrich para que permita a las fuerzas de seguridad avanzar sin dar explicaciones sobre su accionar. Así lo expresó el jefe de Estado, luego que Rafael Nahuel fuera ejecutado por un prefecto en Villa Mascardi, “las fuerzas no deben pedir permiso. Tienen que actuar”.
Y agrego, “tenemos que hacer un cambio cultural". "No tiene que probar lo que hacen las fuerzas de seguridad”. Así Macri explicó otro ángulo de la “doctrina Chocobar”: impunidad.
Pero el peligro de más policías en la calle, no es solo por el aumento de los casos de gatillo fácil, sino porque estas son las responsables de los grandes delitos. La Policía no está en las calles para prevenir el delito, sino para regularlo. El crimen organizado, como el de trata de personas, desarmaderos de autos, narcotráfico, secuestros extorsivos, y otros, no podría desarrollarse sin la participación de las fuerzas de seguridad.
Las Policías tienen un poder territorial que las empresas criminales necesitan para desarrollar su economía ilegal.
Queda claro que la “doctrina Chocobar” no es para enfrentar el delito. Se trata de una avanzada represiva contra el pueblo pobre y mayor impunidad para las fuerzas represivas.
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Rosa D’Alesio
Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.