Aceleran para adherir la provincia al RIGI que trae beneficios inauditos para los empresarios. Y cuestionan a los docentes por ejercer el derecho a huelga ante salarios mínimos de indigencia. El voto inédito del PJ. Y los fundamentos del rechazo al RIGI de la izquierda.
Miércoles 7 de agosto 19:43
“Estamos insistiendo para que se apruebe lo antes posible y con todo el articulado”, afirmó el gobernador Carlos Sadir hacia fin de julio. Se refería a la adhesión de la provincia al RIGI. Y así sería. El proyecto ingresó a la Legislatura el 31 de julio y el 8 de agosto será votado favorablemente dado que la UCR cuenta con los votos suficientes.
Anuncian que hay “muchas empresas” interesadas en invertir en la provincia. Y que sin el Régimen de Incentivos para Grandes Inversores no lo harían. Aunque el Gobernador le pone “muchas ganas” a las inversiones, y la UIA saluda la iniciativa, por el momento no ningún empresario se le cae una sola inversión. Esperar y ver.
No es Jujuy la excepción. Se titulan grandes inversiones por cifras millonarias, pero por el momento no hay ninguna próxima a concretarse. El anuncio más importante, la planta de GNL que finalmente se instalaría en Río Negro, no tiene aún definido quién le va a prestar los fondos. Por si fuera poco, el lunes negro de las bolsas enrareció el clima de inversiones.
El apuro del Gobernador pareciera ser más un apuro político tras la firma del pacto de mayo con Milei. Una muestra más de pleitesía a cambio de muy poco, aunque ese “poco” sea “mucho” para un gobierno tan débil como el de Sadir que algo de “gestión” necesita mostrar.
El show continuaría el 23 de agosto con la recepción del Presidente y la vice, Villarruel, en la inauguración del Cabildo. Sería como un éxodo invertido, el pueblo trabajador se queda haciendo otro sacrificio viviendo en la pobreza, y los gobiernos ayudan al saqueo del litio por parte de los nuevos amos imperiales.
Se va entonces a un tratamiento express del RIGI, sin los fundamentos que esgrimía que la UCR tenía respecto a la izquierda. Ni un ministro o funcionario fue a la Legislatura a explicar las ventajas en empleo, fiscales, ambientales o del desarrollo tan anunciado. El expediente 37-PE-24 pasó volando por las tres comisiones que lo trataron en menos de 20 minutos.
Tampoco recibieron a integrantes de comunidades que reclaman desde hace días en la puerta de la Legislatura ser escuchados mientras reciben miles de firmas contra el RIGI.
Pisan el acelerador para congraciarse con “muchos inversores” que hoy no están, pero actúan en forma furiosa imponiendo paritarias miserables a los estatales. El mínimo del docente inicial en agosto es de $348.700 contra una canasta de indigencia de $393.319, incluso del mes de junio. Hoy seguramente sobre pase los 400.000 pesos.
Incluso cuestionan las medidas de fuerza de la docencia del Cedems, quienes para el ministro Álvarez García, deberían estar “agradecidos” con cobrar el Fonid que ahora paga la provincia. Pero el ministro debería sincerarse. A los docentes les pagan este fondo “con la suya”. El estado tiene superávit en base al ajuste del salario por debajo de la inflación.
Hacen caja a costa de los trabajadores. Por eso, es necesario redoblar la exigencia a las centrales sindicales a un plan de lucha y que los gremios locales convoquen a plenarios de bases para organizar desde abajo las medidas de fuerza por todos sus derechos.
Con el RIGI vamos a ver a un PJ atípico. Cuestionaría por primera vez a la UCR al votar en contra. Un hecho más basado en las internas locales con el sector de la senadora Moises (que votó a favor) que por convicciones ideológicas. Posan de beneficiar a las Pymes locales, entre las que se encuentran sus propias empresas o las de familiares cercanos al gobernador como saltó en el caso Girsu-Terramaq. Mientras apoyan el impuestazo de la tasa girsu que afectará a familias trabajadoras y a las misma Pymes.
Y nada dicen del voto positivo a la Ley de Promoción de las Inversiones y del Empleo de 2016 que tiene puntos más entreguistas que el propio RIGI. Eso sí, los beneficios fiscales inauditos de esta Ley son para las Pymes también.
El voto contrario al RIGI es de compromiso. Por aparte de un PJ que está abrazado al extractivismo minero y petrolero, incluso lejos de aquel postulado de alentar el mercado interno mediante la suba de salarios. En eso son consecuentes, no alientan desde las centrales sindicales que dirigen ninguna pelea sería por la recomposición salarial. Tampoco para que caiga el RIGI. Al menos, en la Legislatura podrían comenzar apoyando el proyecto que presentamos para que ningún estatal cobre menos que la canasta familiar.
Nuestro no al RIGI tiene múltiples fundamentos. El más importante apunta a que sin el control de los bienes comunes naturales como el litio por parte de las comunidades indígenas y los trabajadores, no hay forma de definir un uso racional acorde a las necesidades sociales y en equilibrio con la naturaleza.
Son las mayorías sociales las que tienen que definir qué uso darle al litio por ejemplo, cuánto producir, qué hacer con el excedente y llegado el caso qué tipo de condiciones se establecen frente a los inversores. A favor de cambiar realmente las condiciones de vida del conjunto del pueblo trabajador SI, a favor del saqueo y la contaminación NO.
Gastón Remy
Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.