El choque de trenes en Tesalónica, el pasado 28 de febrero, provocó la muerte de 57 personas. Desde entonces se ha desencadenado una importante respuesta obrera y popular con huelgas y manifestaciones. Entrevistamos a Theodoros Karyotis que nos informa de la situación desde Grecia.
Viernes 10 de marzo de 2023 14:37
¿Nos puedes contar qué pasó ese 28 de febrero y quiénes viajaban en el tren? ¿Cuál fue la primera respuesta del Gobierno?
Una colisión entre dos trenes en Grecia central dejó al menos 57 muertos/as y otros/as tantos/as heridos/as, muchos/as de ellos/as en estado grave. Una gran parte de los/as pasajeros/as eran estudiantes de las universidades de Tesalónica, que volvían a la ciudad después de las vacaciones del puente de cuaresma. El operador de trenes se privatizó hace unos cinco años, mientras la infraestructura ferroviaria permanece bajo control del Estado. El primer ministro acudió a la escena durante la operación de rescate, y atribuyó el accidente a un error humano. Es verdad que por error el jefe de estación había encarrilado el tren en el carril de dirección contraria; no obstante, según se revelaba mas detalles, la gente empezó a darse cuenta de la cadena de errores, omisiones y negligencia que potenció la tragedia, que parece ser el resultado lógico de años de degradación y precarización de nuestras vidas, orquestada por todos los gobiernos en favor de intereses privados.
El incidente ha puesto al descubierto una profunda decadencia y corrupción a muchos niveles distintos: el criminal abandono y degradación de las infraestructuras públicas, la falta de personal y de financiación debido a los recortes de austeridad, los acuerdos de privatización de tipo colonial, la apropiación clientelista de los servicios públicos, la connivencia de los políticos con los constructores en las grandes obras de infraestructura, las campañas de difamación por parte de oficiales y los medios contra los sindicatos ferroviarios que llevaban años denunciando las deficiencias en materia de seguridad, la incompetencia e irresponsabilidad del gobierno, el cinismo de los políticos, a los que parecen importar más sus perspectivas de reelección que la pérdida masiva de vidas humanas, y por fin la complicidad de los medios de comunicación oligárquicos, que han estado mintiendo y manipulando para encubrir las verdaderas responsabilidades. La impotencia y el luto sentidos inicialmente por todo el país pronto dieron lugar a la rabia.
Como respuesta ante este accidente se ha vivido una importante ola de huelgas y protestas. ¿Quiénes se están movilizando? ¿Qué están planteando los manifestantes? ¿Qué otros motivos están llevando a la movilización?
La colisión de los trenes nos toca muy de cerca, ya que todo el mundo se identifica con los jóvenes pasajeros y sus familias en duelo. Desde el día siguiente al choque hay movilización permanente, con marchas, manifestaciones y huelgas multitudinarias. El miércoles 8 de marzo, la huelga de mujeres ha coincidido con una huelga general; ha habido manifestaciones en más de 80 ciudades, pueblos e islas. En Atenas y Salónica se han producido las mayores manifestaciones desde hace una década. Los/as estudiantes de secundaria y universitarios/as, muchos/as de los/as cuales perdieron a compañeros/as suyos/as en el accidente, están al frente de las movilizaciones. También se movilizan organizaciones feministas, sindicatos obreros, profesores y maestros, inmigrantes, grupos de izquierda y antiautoritarios, contra un gobierno arrogante que lleva demasiado tiempo gobernando mediante la represión, la propaganda, el miedo y la vigilancia.
A las protestas se responde habitualmente con gases lacrimógenos y cargas de la policía antidisturbios, pero esto no basta para ahuyentar a la gente. Entre los eslóganes están "no fue un accidente, fue un asesinato", "los beneficios son suyos, los muertos son nuestros", "ellos hablan de beneficios y pérdidas, nosotros hablamos de vidas humanas" y "nuestras lágrimas se han secado y convertido en rabia".
Como es normal en las movilizaciones multitudinarias, los motivos y las demandas son variadas, pero destaca la crítica de la privatización, la denuncia de la corrupción del gobierno, el rechazo de la manipulación mediática, y la demanda por justicia y en contra del encubrimiento. Sin embargo, hay también un descontento más profundo expresado en las protestas, ya que los últimos años han marcado una drástica degradación de las condiciones de vida de la mayoría, llevada a cabo por una clase política cínica y arrogante al servicio del capital y de sus propias redes clientelistas, que se facilita por el bloqueo mediático y la represión policial de todas las voces disidentes. La gente se siente prescindible y desprotegida, y el choque frontal del tren funciona también como una alegoría de sus vidas precarias.
¿Cuáles han sido las políticas de los Gobiernos en los últimos años respecto a los servicios públicos? ¿Cómo han influido los planes de la Troika para imponer privatizaciones?
El país está preso de políticas de austeridad y devaluación desde hace mas de una década. Las privatizaciones de infraestructuras y servicios públicos fueron impuestos por la troika de acreedores – la CE, el BCE y el FMI – bajo amenaza de bancarrota, e implementadas por todos los gobiernos, con poca diferenciación. De hecho, el acto final en la privatización de la empresa ferroviaria se dio durante el gobierno anterior, supuestamente de izquierdas, aunque la degradación y desvalorización del servicio, que siempre preceden la privatización, tienen una historia más larga. La diferencia del gobierno actual es que tiene una amplia mayoría parlamentaria, además del control y la complicidad de los medios de comunicación principales, el poder judicial, las fuerzas de seguridad y el estado profundo. Por tanto este gobierno, basado en una alianza entre neoliberales y la extrema derecha, se siente todopoderoso, y ha estado implementando con total impunidad políticas de extrema precarización de la población; la muerte y la violencia han sido omnipresentes durante su mandato, con cientos de migrantes muertos/as en las fronteras, decenas de miles de muertes prevenibles por Covid-19 en hospitales devastados por los recortes de austeridad, asesinatos de disidentes y minorías a manos de la policía y un aumento de los feminicidios en los últimos años. El asesinato masivo en los ferrocarriles es sólo la culminación de las políticas de muerte y violencia. Al mismo tiempo, se calcula que 100.000 hogares están destinados a perder sus casas a manos de los fondos buitre, y el gobierno actualmente allana el camino para la privatización de las compañías de agua – que fue exitosamente detenida por un movimiento masivo hace 10 años – así como de la sanidad y la educación.
¿Crees que el proceso actual podría generar un movimiento contra los efectos de las privatizaciones y la precarización generalizada que se profundizó estos últimos años?
Los desenlaces nunca son lineales, así que no se puede predecir el futuro de estas movilizaciones. Lo que es esperanzador es el protagonismo de los/as jóvenes estudiantes de secundaria y universitarios/as, que representan a una generación que sólo ha conocido la precariedad y el abandono, y que parece enrabiada con el sistema político. También se ve que el sentimiento de resignación e impotencia de los últimos años se esta sosegando, y la gente de nuevo ve sentido en la protesta y la reivindicación. No obstante, el movimiento tiene una amenaza grande por delante: las elecciones generales, que se aplazaron debido a la tragedia, pero que van a tener lugar en el verano a mas tardar. Desafortunadamente, no hay resultado favorable para el movimiento: Si prevalece la derecha, el movimiento experimenta una derrota moral y los que actualmente gobiernan tienen un cheque en blanco para seguir sus políticas de destrucción y despojo; si prevalece la izquierda, el movimiento se apacigua y se desmoviliza, como ya pasó en 2015 con efectos desastrosos. La única solución que veo a este problema es la escalada de las movilizaciones, con el fin de forzar el gobierno a dimitir; esta seria una manera para el movimiento de reforzar la confianza en si mismo y establecerse como un actor potente, como ya ocurrió en la última década. Por supuesto, no seria una tarea fácil; el gobierno respondería con un nivel brutal de violencia y manipulación.
Cuando ocurrió el accidente, ustedes estaban en plena lucha para defender el terreno donde está la fábrica ocupada Viome. Esta es un emblema de las luchas obreras en Grecia. Cuéntanos un poco qué es Viome, qué pasó los últimos años y cuál es la lucha que están dando ahora.
Viome es la única fábrica autogestionada en Grecia, donde desde hace una década se ejerce el control obrero de la producción. En 2013, en plena crisis y como parte de un amplio movimiento de resistencia, los/as trabajadores/as de Viome pusieron en marcha la producción de detergentes ecológicos en la fábrica abandonada por la patronal, apoyados/as por una enorme ola de solidaridad de todo el mundo. A pesar de las adversidades y los ataques del capital y el Estado, Viome sigue operando exitosamente, y sigue siendo un referente de las luchas sociales desde abajo en Grecia y a nivel internacional; el espacio de la fábrica ocupada se ha convertido en un sitio importante de lucha, creatividad y cultura.
Aunque la cooperativa de trabajadores/as lleva años reclamando la cesión del espacio de producción, ningún gobierno, de ningún signo político, ha satisfecho su demanda; al contrario, permitieron el proceso de liquidación de los activos de la empresa quebrada. Desafortunadamente, hoy Viome está en peligro. El terreno donde se encuentra la fábrica ocupada ha sido vendido a un fondo especulativo. A pesar de todo, los/as trabajadores/as de Viome y los/as solidarios/as están decididos/as a plantar cara frente a cualquier plan de "inversión" del fondo y a cualquier intento de expulsión por parte del gobierno.
Viome y su movimiento de solidaridad son parte integral de las recientes movilizaciones, clamando por bienes y servicios públicos bajo control social y obrero. Cuando ocurrió el choque de trenes, estábamos ya movilizados/as para defender la fábrica, preparando una semana de acción solidaria internacional entre el 13 y el 19 de marzo. Invitamos a los/as lectores/as a unirse a nuestra lucha por defender Viome y por defender la vida y dignidad humana frente al cinismo del capital. Los detalles de nuestra campaña están a disposición de su periódico.
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