En el marco del descomunal operativo de Axel Kicillof para desalojar 1450 familias con 3000 niñes sin techo en Guernica, la policía se ensañó particularmente con dos escuelitas. La palabra de las docentes.
Sábado 31 de octubre de 2020 13:42
1 César Gómez/2 German Romeo Pena/3 Desconocido
Desde hace un tiempo entre docentes y estudiantes solidarixs pusimos en pie dos escuelitas en el predio de Guernica donde 1450 familias luchaban por vivienda. Una de las escuelitas estaba en el barrio La Lucha y otra en el barrio 20 de julio.
Las familias estaban preocupadas por la continuidad pedagógica de sus hijxs. En esa perspectiva fuimos a acompañarles. Porque si no tener un celu e internet te impiden seguir con la escuela, imaginate además no tener casa o vivir con 15 personas más en un espacio pequeño.
Cientos de personas solidarias hicieron llegar donaciones de ropa, alimentos, libros escolares, cuentos, útiles, juguetes, pañales. Todas las tardes acompañamos a niños y niñas en actividades escolares, artísticas, culturales y lúdicas.
Promovimos la expresión de sus pensamientos, sus preocupaciones y sus sentimientos en torno a la realidad que con sus familias estaban viviendo. Lo escribieron, lo pintaron, lo cantaron y lo gritaron fuerte y claro: ¡Queremos una casita!
Su pedido llegó a las oficinas de los más siniestros ministerios sin embargo la respuesta no fue la esperada. Que la educación, la salud y la vivienda sean un derecho parece no aplicarse cuando se trata de los más pobres. El juez Rizzo, el fiscal Juan Cruz Condomi Alcorta (que se sacó una selfie en plena represión) no son tan expeditivos cuando se trata de garantizar la ley y los derechos de los que no tienen nada.
Los helicópteros que sobrevolaban el predio de forma amenazante durante semanas, además de ejercer el terror sobre adultos y niñes, marcaron específicamente los lugares donde la gente se juntaba a organizarse, a deliberar, en donde la solidaridad y la unidad se ejercían día a día.
El jueves en horas de la madrugada, el gobierno y la policía en el marco del brutal desalojo a las familias tuvieron particular ensañamiento con algunos lugares: la casa de las compañeras de la comisión de mujeres, la posta sanitaria y las dos escuelitas que funcionaban en el predio.
Destruyeron y quemaron las dos escuelitas junto con casillas y carpas de vecinos. Quemaron alimentos, quemaron juguetes, útiles, juegos de mesa, quemaron libros, ¡¡SI, QUEMARON LIBROS!! Una postal que recuerda a la última dictadura militar: prohibir y quemar libros. Por nombrar solo uno “Federico y el mar” de Graciela Montes ayer fue consumido por las llamas, un libro de la genial autora argentina que en la oscura dictadura fue prohibida por los militares. Los mismos que se llenan la boca hablando de educación popular, ahora queman escuelitas.
Ailen, Thiago, Simón, Luz, Morena, Alex, Lucy, Omar, Leandro, Oliver, Maite, Valentina, Gaby, Jesús, y tantxs otrxs que conocimos en este tiempo, hoy fueron levantados de sus camas a las 5 am con disparos de balas de goma y gases. Una nena que hace dos días jugaba al fútbol y merendaba con amigxs, hoy levantaba ante una cámara de fotos un puñado de balas de goma.
Quienes entendemos que defender la escuela pública es defender la lucha de los trabajadores y el pueblo más pobre, estamos hoy y siempre con las familias de Guernica y de todas aquellas familias que luchan por sus derechos.
El jueves los ricos ganaron, el gobierno de Axel Kicillof con sus despreciables ministros Sergio Berni y Andrés Larroque les pusieron a su servicio la policía para que en tierras de Guernica no haya casas, no haya plazas ni escuelitas para les pibes, le puso la policía para que ahí hagan canchas de rugby y countries para unos pocos. El resto marche preso.
Del nunca menos a la represión y desalojo de las familias sin techo, de la batalla cultural a la quema de libros y juguetes. El fin del relato.
Pero esto no va a quedar así, la vamos a seguir peleando, la bandera de tierra para vivir tiene que seguir bien en alto porque la vivienda es un derecho humano elemental. Y vamos a pelearla hasta el final hasta que todes y cada une de esos pibes tengan un pedazo de tierra.
Los sindicatos, canallescamente hoy callan, cuando se llenan la boca hablando de niñeces y derechos humanos. Suteba por ejemplo no ha dicho una palabra, mucho menos ha llamado a toda la docencia a parar en repudio. ¡Tienen que romper políticamente con el gobierno que no tiene nada distinto al anterior o son cómplices del represor de Kicillof, Berni y Larroque!
Denunciamos la brutal represión y su particular ensañamiento con la cultura, la educación y la salud así como la absoluta responsabilidad del gobierno de Axel Kicillof en la extrema vulneración de todos los derechos de les niñes.
Los abajo firmantes exigimos al gobernador la restitución de los bienes robados y quemados así como la provisión de dispositivos y conectividad gratuita para todes, y la inmediata adjudicación de tierra y vivienda.
Sin vivienda no hay educación.
¡Fuera la policía de Guernica!
¡Tierra para vivir!