En una prepotente declaración a LT8, reproducida en los diarios La Capital y SL24 la patronal atacó a los trabajadores, a sus derechos sindicales, y ahora también al Ministerio de Trabajo.
Jueves 28 de enero de 2021
Luego de la detención del delegado del SMATA, que sienta un grave precedente para toda legislación laboral del país, la patronal salió en LT8 a atacar por igual a los 23 trabajadores que despidió ilegalmente cuando ejercían el Constitucional derecho a huelga, al sindicato de los trabajadores metalmecánicos, y también al Ministerio de Trabajo.
El mundo (patronal) del revés
Fueron tres los ejes salientes que planteó el abogado de Guerrero, Jorge García González, para atacar no sólo a los trabajadores y su sindicato, sino también al Ministerio de Trabajo
En primer lugar, para el abogado de Guerrero los trabajadores abandonaron su puesto de trabajo cuando se encontraban ejerciendo el legítimo derecho a huelga que consagra el Artículo 14 bis de la Constitución Nacional. De esta manera, por un pase mágico del abogado, los despidos persecutorios e ilegales de la empresa pasan a ser obra de la voluntad de los trabajadores mismos. Con este razonamiento, la voluntad antisindical de una empresa está por encima de la Constitución Nacional.
No conforme con esto, el titular de la empresa intentó incendiar el auto de uno de los trabajadores, judicializó la protesta de un delegado sindical, y avaló su detención, ordenada por la Fiscalía de San Lorenzo muy a disposición de la patronal.
En segundo lugar, el abogado de Guerrero denuncia hostigamiento de parte del sindicato (SMATA) cuando éste ejerce el derecho de huelga y de protesta ante los 23 despidos ilegales. De esta manera, por otro pase mágico del abogado, ejercer el constitucional derecho de huelga, y luego protestar ante los despidos ilegales es hostigar a la empresa. Bajo esta lógica, los sindicatos deberían cruzarse de brazos y dejar que las empresas despidan a gusto y piacere.
En tercer lugar, la empresa ataca al Ministerio de Trabajo diciendo que actúa en complicidad con el sindicato, y que no les dio el derecho a reunirse virtualmente por Zoom para discutir los despidos ilegales. En otro pase mágico, las reiteradas ausencias de la empresa son responsabilidad del Ministerio, desconociendo nuevamente la legislación laboral.
En resumen: para el abogado de Guerrero, la patronal puede despedir ilegalmente, puede prender fuego el auto de un trabajador, puede judicializar la protesta, y también puede faltar a todas las instancias legales de mediación.
En cambio, para los trabajadores no hay pandemia, Zoom ni virtualidad que valga; tuvieron que seguir produciendo motos, exponiendo su salud y la de sus familias, porque las ganancias de Guerrero son esenciales.