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Red Internacional
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Zona sur PBA. "Hace 40 años soy peronista, el día que se votó la Ley Bases vi irse a La Cámpora y dije: hasta acá llegué”

El sábado 6 se reunieron en Lanús integrantes de la Posta de Salud y Cuidado y del CeProDH, que vienen dando pelea contra las políticas de hambre de Milei. Convergieron distintos sectores y tradiciones; entre los intercambios, los límites del peronismo como oposición marcaron la tónica.

Martes 9 de julio de 2024 20:21

El sábado 6, superando el frío reinante, una veintena de trabajadores y estudiantes de la salud y abogacía se reunieron en Lanús para sacar conclusiones de la gran pelea que vienen dando desde la Posta de Salud y Cuidado y el CeProDH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos), y pensar una hoja de ruta que marque cómo seguir, en un intercambio de ideas, entre quienes son parte desde su fundación y compañeros que se sumaban por primera vez.

Ludmila, técnica en hemoterapia, parte de la asamblea barrial de Avellaneda, y militante del PTS, abrió el intercambio: “Venimos de las movilizaciones contra la ley bases, sabemos que, empate mediante, hicieron pasar la ley, pero no tal cual la querían, tuvieron que recortarla, y pagar el costo de la brutal represión. Nos tildaron de terroristas pero con la enorme campaña que hicimos no les quedó otra que liberar a los compañeros, y vamos por los cuatro que faltan”. Lejos de poder estar en calma el gobierno tras la aprobación de la ley, agregaba: “la debilidad del gobierno quedó al descubierto la semana pasada con un dólar en escalada y una economía cada vez más en crisis. El gobierno quiere avanzar profundamente sobre nuestros derechos, y que todos nuestros recursos vayan para el FMI y las ganancias de los grandes empresarios, pero aún no está nada dicho. Necesitamos construir una gran fuerza que cambie el rumbo, y ahí la opinión y el rol de cada uno de nosotros es fundamental”.

María, estudiante de la UNLa, que venía de participar en el peronismo, sintetizaba: “Perdimos las calles la última jornada porque nos sacaron del Congreso, porque fue la burocracia sindical la que se fue antes, deberían ir a la guillotina”. Contundente, agregó: “Tenemos que repensar los fracasos de la democracia, desde los 90 no se pudo resolver la marginalidad, las condiciones de las escuelas, el hambre”.

Sin bache de silencio, la represión abrió debate. Con preocupación un estudiante de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) compartía su inquietud: “Yo quiero movilizarme, pero ya no es como antes, ahora te meten preso, y terminas en un penal. No me puedo exponer a eso, por toda mi familia” y agregaba: “Veo que ustedes se mueven para enfrentar este modelo político, que todos se encuadran detrás del mismo plan económico y por eso vengo a reunirme con ustedes”.

Las palabras se entrelazaban con las múltiples experiencias frente a la represión. Nicolás, abogado del CeProDH le respondió: “El día de la votación de la Ley Bases, lamentablemente la burocracia sindical no llamó a parar. La gente iba a ir cuando salía de los trabajos, y fue lo que Bullrich quiso evitar a toda costa, por eso, los gremios se fueron y desató la represión, el gobierno se jugaba a hacer una campaña del miedo, pero está bueno saber que no estamos solos. Espacios como estos jugamos un rol clave a la hora de la represión y las detenciones. Ellos no pudieron hacer lo que quisieron, el presidente planteó que fue un intento de golpe de estado y una vez más hizo el ridículo. Con un amplísimo arco demorático, que implicó 65 mil firmas, con personalidades a nivel nacional e internacional, y movilizaciones, tuvieron que retroceder en su acusación y liberar a la gran mayoría de los detenidos y vamos por los cuatro que faltan. No pueden hacer lo que quieren, porque estamos nosotros del otro lado contra eso, poniendo el cuerpo pero también nuestros conocimientos y profesión contra todo intento de criminalización de la protesta”.

Así, otro estudiante de la UNLZ llegaba a la conclusión “el cuidado lo generamos colectivamente, después de hoy me siento con mucha mayor seguridad para movilizar”.

Rosario, conectada de forma virtual, abrió el micrófono y agregó: “Está bueno para la gente saber que la posta te va a cuidar y va a estar ahí acompañando, y es así, la masividad es la clave para enfrentar los ataques”

Katia, estudiante de la misma universidad planteaba lo que la mayoría asintió con fuerza: “organizar y extender estos espacios es parte de fortalecer nuestros cuidados, pero por sobre todo en el sentido de generar más fuerza en los lugares de estudio y de trabajo para imponer a las burocracias sindicales y estudiantiles que movilicen cuando es necesario, es claro que la masividad es el mayor resguardo. El 8 de marzo, el 24 de marzo, el 23 de abril, el protocolo de Bullrich no existió. Si las centrales sindicales en vez de traicionarnos abiertamente dejando pasar estas leyes y el ajuste, llamarían a un verdadero plan de lucha, las movilizaciones masivas pondrían en jaque el plan de Milei”.

Victoria, licenciada en enfermería, ejemplificaba el rol de la burocracia sindical y comentaba: “Sutecba nos tiene amordazados, no quieren luchar y menos que nosotros luchemos, pero no vamos a resignarnos y dejar de pelear por los derechos y el reconocimiento de las enfermeras”.

Leonardo, estudiante de la Unla también viene del peronismo y agregaba: “Veo la represión como un manotazo de ahogado para amedrentar. Se nota la debilidad del gobierno, y que la izquierda no deja las luchas perdidas y que la estrategia del peronismo es electoral, volver como salvadores, pero es muy grave lo que pasa mientras tanto”.

Jorgelina, enfermera del Narciso Lopéz, participa en la asamblea de Lanús, contaba que se sumó el 20 de diciembre “rompiendo el hielo del protocolo de Bullrich” y contó la pelea que viene habiendo en el hospital por el comedor, con amenazas y persecuciones políticas a los luchadores y hasta detención de un compañero. Una de las resoluciones de la reunión fue participar de una radio abierta en dicho hospital.

El debate sobre el rol de las centrales sindicales, devino en qué hace el peronismo en los espacios que dirige, tanto centros de estudiantes, movimientos sociales, sindicatos, como con las fuerzas políticas.

“Desde que asumió Milei vi a la izquierda en la calle, y que el peronismo tardaba en salir. Incluso no se pronunciaba ante represiones” aseguraba Tamara contando que viene de una familia peronista, donde ella se identificaba hasta ahora. Y agregaba: “Dan vueltas, y discuten internas hacia las elecciones, pero no están ahí en la calle. Y nosotras si salimos, y no los veo, no me defienden. Es difícil, porque después de militar ahí tantos años te sentís un traidor. En mi casa tengo el cuadro de Evita, mi abuela era peronista, en mis cumpleaños las tortas son con Perón y Evita, y se te cae todo”. Entre anécdotas y risas, comentaba: “También te da culpa haber hecho las cosas mal, pero la realidad es que ya no me representan. El día de la ley bases, cuando vi irse a La Cámpora, dije hasta acá llegué”.

Compañeros que hace muchos años militan en la izquierda, la interrumpían para aclarar que no hay lugar para la culpa, y aseguró que: “Son dos mundos distintos, lo que hacen los dirigentes, de los cientos de miles de quienes se identifican o militan con el peronismo genuinamente, desde un lugar de buenos valores”.

Alexis, médico generalista de la Posta de Salud y de la oposición combativa en Cicop, decía: “Nosotros peleamos por una salud de verdad, integral, ligada al acceso a una buena alimentación, el trabajo, la vivienda, donde se pueda poner en pie un sistema único de salud, donde no haya una salud para pobres y otra para ricos como ocurre en el capitalismo; desde esa perspectiva peleamos porque seamos los trabajadores los que tomemos las decisiones, en cambio el peronismo cree en la conciliación de clases, nosotros batallamos contra eso, porque no funciona, así siempre perdemos los de abajo”.

Para cerrar Nicolás contó: “Hace pocas semanas, desde el CeProDH participamos de una gran actividad en Madygraf, una fábrica recuperada bajo control de las y los trabajadores. En pequeño, es muestra del potencial que tenemos, pasaron de tener 300 accidentes al año, a cero; es la única empresa que no contamina de toda zona norte, si tomamos el control, bajo nuestras manos, la de las y los trabajadores, podemos dar vuelta las cosas, una organización distinta de la producción es posible”.

Retomando esta última idea, Ludmila invitó a los que quieran a conocer mejor las ideas del PTS, diciendo que: “Es posible pensar una sociedad diferente, pensada en función de las necesidades de los trabajadores y no en función de las ganancias de unos pocos, donde la salud, la educación, la vivienda sean prioridades, esa pelea que damos, es por el socialismo, a diferencia de quienes se llenan la boca hablando de libertad mientras empobrecen al país, o quienes no se proponen cuestionar de raíz este sistema y le ponen parches y ahora no enfrentan de lleno el plan de Milei”.

Al finalizar la reunión se plantearon resoluciones para irnos con tareas concretas, donde una de las centrales y que rondó el debate fue seguir haciendo crecer estos espacios, porque como dijo Sebastián frente a cámara para difundir el espacio: “La lucha recién comienza”.

Aquí compartimos las resoluciones:

📍 Visibilizar las políticas de ajuste, repudiamos todos los despidos
📍Apoyamos las luchas de los espacios de memoria, GPS y SIAT
📍En defensa de la salud pública, hagamos una gran camapaña contra los despidos del Hospital Posadas
📍Seguimos exigiendo liberación de los 4 detenidos del 12/6
📍Acompañamos la lucha de los trabajadores del Hospital Narciso Lopez. Participaremos de la acción el lunes 8/7
📍¡No a la privatizacion del Ferrocarril! Invitamos el miércoles 10/7 a la primer reunión de “Salvemos al tren”
📍Extendamos la Posta de salud y el CeProDH, sumando compañeros de los grupos de wap y organizando talleres anti represivos, de derecho o primeros auxilios por zona
📍Impulsamos el petitorio de firmas de las familias de Guernica y su pelea por vivienda digna.