El 17 de julio de 1932, en la región de Mendoza, nació uno de los más grandes humoristas gráficos de la Argentina: Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino.
Domingo 17 de julio de 2016 00:04
Pero hoy, 84 años después, queremos pensarlo en su presente. Celebramos que sigue mostrando su arte. En mayo, por ejemplo, estuvo en la Feria del Libro, acompañado por Alicia Colombo, su esposa desde 1960. Les firmó ejemplares a los fanáticos que se acercaban a saludarlo en el stand de Ediciones de la Flor, mientras otras caras entusiasmadas que iban desde los cuatro años en adelante hacían fila para saludarlo. Quienes se acercaban, lo hacían con un entusiasmo que pocas personas despiertan, tanto en adultos como en chicos.
¿Por qué?
Quizás, el éxito de Quino radica en su simpleza para decir grandes verdades. Como Mafalda, personaje que supo crear y criar a lo largo de varios años. Actualmente la podemos encontrar en lugares muy diversos: en una librería, en muestras (como la de la Biblioteca Nacional, “Mafalda en su sopa”), en revistas repartidas por el Ministerio de Educación para las escuelas, en un mural del subte, en las ferias americanas donde se venden tazas con los sabios personajes creados por Quino y hasta en imanes para la heladera.
Si bien en reiteradas ocasiones Quino manifestó que rehúye a las charlas o presentaciones de libros, a Tute (Matías Loiseau, otro gran humorista gráfico) le confiesa que “luego me pareció una boludez y dije: bueno, hay que dejarse de joder”. Menos mal porque gracias a que pudo dejarse de joder y habló, podemos escucharlo en una entrevista íntima que le hizo el año pasado Tute para su serie web Tutelandia.
Mejor hablar de ciertas cosas
En su entrevista, Tute lo presentó como un genio que tiene la imaginación de un chico y la agudeza de un filósofo. Es verdad porque en sus respuestas no esquivó ningún tema trascendental y habló de todo: el amor, la soledad, los hijos, Dios, la muerte. En una sociedad donde lo que más importa es el consumo, Tute frena un segundo y pregunta sobre todas estas cuestiones que nos interpelan por el simple hecho de estar vivos. Y Quino responde con una inteligencia y sabidurías que demuestran cómo aprovechó sus 84 años.
Como dice Tute, “ojalá todavía nos queden muchas botellas de vino por descorchar” junto a Quino.
Aquellos interesados en conocer su biografía pueden visitar el sitio web Quino.
