Luego del rechazo al proyecto de reforma a la educación superior en la comisión de educación, el lunes este volverá a votarse, esta vez en la cámara de diputados. Ahora bien, ¿a qué rechazo debe avanzar el movimiento estudiantil?
Jueves 13 de abril de 2017
Será este lunes cuando finalmente se vote el proyecto de ley de reforma a la Educación Superior, luego de haber sido rechazado en la comisión de Educación de la Cámara de Diputados, con la abstención de la diputada del PC Camila Vallejos y el voto en contra del diputado de RD Giorgio Jackson.
El llamado a los diputados desde la Presidenta Michelle Bachelet es a aprobar el proyecto de ley, con el objetivo de mantener la gratuidad en universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica que hoy adscriben a esta beca.
La jefa de Estado aseguró que "hemos llegado acá de manera democrática, con diálogo, con acuerdos, porque así se hace la política de manera responsable. Algunos querrán ir más rápido o hacerlo todo de una vez, otros quieren que nada cambie. Nosotros como Gobierno queremos avanzar para asegurar que los nuevos derechos sean sustentables y no tengan retroceso". Sin embargo, esto es completamente contradictorio con mantener la gratuidad bajo una beca que depende de las glosas presupuestarias de cada año ¿cuáles son los “derechos” que están defendiendo? ¿Los de los estudiantes o los de los empresarios de la educación?
Respecto de lo mismo, Bachelet sostuvo que "los proyectos siempre se pueden mejorar, pero lo que no se puede hacer es retroceder y que haya muchos jóvenes que vean sus esperanzas frustradas", haciendo un guiño a las y los diputados que quieren hacer algunos ajustes al proyecto, para que en la votación de la ley de este lunes, acuerden en aprobarlo.
Por su parte, el diputado PPD Rodrigo González afirmó que “hay que asegurar que la Reforma a la Educación Superior no fracase”, para lo cual le solicitarán a la ministra Delpiano que dentro de las indicaciones ingresadas por el Ejecutivo, se incorpore algún tipo de compromiso que busque garantizar que los aspectos que fueron eliminados del proyecto sean tramitados en paralelo, como es el caso de la eliminación del Crédito con Aval del Estado (CAE).
Si el lunes el proyecto es aprobado por la cámara, este tendría que retornar a la Comisión de Educación para que se discutan las indicaciones específicas al proyecto. Al contrario, si este nuevamente es rechazado, el gobierno no podría legislar respecto de este tema en al menos un año más. Y aquella es la encrucijada, ya que el proyecto estrella de la Nueva Mayoría es el de la educación superior, por lo que se jugarán todas sus cartas porque este sea aprobado dentro de su mandato.
¿Qué hay detrás del rechazo del Frente Amplio y de la abstención del PC?
Por un lado el Partido Comunista: mientras veíamos las campañas levantadas desde las Juventudes Comunistas con #El11xLaReforma, o sus chacones expresando que “la gratuidad se defiende votando”, nos encontramos con la diputada Vallejos, sorpresivamente, absteniéndose ¿Por qué?
Según sus propias declaraciones a radio Uchile, “si se hubiesen considerado puntos como la eliminación del CAE para el 2018, obviamente nosotros íbamos a apoyar. Pero ante incumplimientos no podemos mantener una opinión favorable. Vamos a seguir formando parte de las instancias de diálogo para que esta reforma siga adelante pero considerando estos aspectos”. Es decir, la razón fundamental es la no eliminación del CAE y la salida para ello, la incidencia.
Por su parte, el Frente Amplio rechazó el proyecto a través del diputado Jackson, quien aseguró que "espero que el gobierno pueda recoger las propuestas concretas que hemos puesto sobre la mesa para poder tener un proyecto que cambie la lógica de un modelo mercantil a un modelo de derechos", agregó.
Sin embargo, ¿a qué se refiere más concretamente con un “modelo de derechos”? el énfasis por su parte, también estuvo alrededor del CAE: "No se acaba la tramitación si nosotros rechazamos, le estamos dando una oportunidad al gobierno para que pueda enmendar el rumbo, ahora todo está en la cancha del gobierno, como terminar con el CAE que es algo a lo que el gobierno se ha estado resistiendo. Al menos siento que esto es una burla y que las preguntas hay que hacérselas al gobierno, cómo ponen en votación un proyecto que mantiene el CAE incluso pudiendo cobrarle más caro a los estudiantes que ganan más de 200 mil pesos per cápita", señaló.
Por tanto, el principal problema nuevamente es el CAE, y su principal solución: el incidir.
Un rechazo de lucha y movilización
Por su parte, la vicepresidenta de la FECH y militante de Vencer, Bárbara Brito, hizo un fuerte llamado a rechazar la reforma, pero con un contenido opuesto: “porque no estamos ni con la reforma neoliberal de Bachelet, ni con las indicaciones que están impulsando otros sectores que buscan "incidir" en una reforma mantiene la educación como un negocio. Hoy nuestra lucha y organización debe ir por la gratuidad universal, en todos sus niveles y a las Universidades públicas, no como esta reforma que mantiene el 80% de la educación superior en manos de los empresarios".
Mientras que para el Partido Comunista y el Frente Amplio, el rechazo de la reforma significa abrir un nuevo espacio de “diálogo” con el Gobierno, en el que buscarán incidir para agregar pequeños ajustes como la eliminación del CAE; nosotras y nosotros sabemos que la Nueva Mayoría nada nos entregará respecto de nuestras demandas históricas.
El rechazo debe ser claro, en cuanto a que es una reforma estructuralmente neoliberal, que no resiste cambios que la hagan aprobable. Al contrario, el camino a seguir es el de la organización del movimiento estudiantil desde sus bases, para que le permita fortalecer su movilización y así dar una batalla frontal con quienes no quieren ceder a la exigencia histórica de la gratuidad universal. En ese camino debemos avanzar, no solos y solas sino también en conjunto con otros movimientos sociales, como No + AFP y Ni Una Menos.
Nancy López
Profesora. Agrupación Nuestra Clase