La historia del barrio La Laguna, uno de los epicentros desde donde se desarrolló el Trelewazo. El pueblo trabajador de la ciudad, "los anónimos", que lograron liberar a los 16 detenidos por la dictadura de Lanusse en las jornadas de octubre de 1972.
Lunes 17 de octubre de 2022 20:26
GLORIA A LOS HEROES “ANONIMOS” DE TRELEW
En el año 2000 comenzamos la investigación sobre los barrios populares de Trelew y especialmente el Barrio La Laguna. Estaba ubicado en pleno centro de la ciudad, donde se encuentra la actual laguna Chiquichano. Su característica central era de ser muy popular, muy humilde. Surge a finales de la década de 1950 y es erradicado a mediados de 1980, para el mundial de futbol en México. Sus habitantes, unos 700, en número tehuelches mapuches, que de trabajadores rurales pasaron a ser urbanos y con distintos oficios.
Las escasas referencias al barrio eran muy aisladas, se lo mencionaba en La Pasión Según Trelew de Tomas Eloy Martínez, en algún que otro trabajo de investigación, y en la bibliografía geográfica con un lenguaje despectivo: “asentamientos espontáneos”, “barrios precarios” o “villas miserias”, término último que fuera acuñado por Bernardo Verbitsky. Desde fines de 1980 en adelante, sobre la laguna Chiquichano sólo habrá referencias a su ecosistema y lugar históricamente recreativo para los trelewenses.
Comenzamos con entrevistas a quienes habían vivido allí, recopilamos documentación conformando un buen banco documental. Corroborando todo lo que nos había manifestado la gente. En el banco documental fue muy importante el periódico local Diario Jornada, pues los investigadores siempre nos remitían al diario El Chubut para conocer los hechos de Agosto y Octubre de 1972 (LA MASACRE DE TRELEW y LA ASAMBLEA DEL PUEBLO). Allí en el Jornada, que es muy anterior encontramos la documental imprescindible para poder contextualizar y comprender mejor la existencia del barrio, las otras barriadas populares, su fuerte organización y movilización, que tuvieron como punto más alto de consciencia, su participación en octubre del 72, en la Asamblea del Pueblo. De esos documentos rescatamos varios muy importantes que han sido utilizados posteriormente en otras investigaciones y organizaciones, situación que nos enorgullece. También fue fundamental el testimonio y aporte documental y fotográfico de Alicia Vila y Mirta Flores, ambas geógrafas locales.
Lo habitual en las investigaciones es hacer referencia a los hechos de la Masacre y la Asamblea del Pueblo, pero sin entender las políticas de polos de desarrollo del período, la urbanización, la migración interna que hacen al contexto, los análisis resultan incompletos. Porque en las barriadas se alojaron muchos familiares de los presos políticos encarcelados en el penal de Rawson, y también desde las barriadas iban a visitar solidariamente a ellos, tan lejos de todo.
Los vínculos que establecieron, familiares-presos-barriadas, permitió entender a los habitantes de los humildes barrios, que la lucha de ellos también era su lucha, la diaria por salud, vivienda, educación, por una vida digna. Ello permitió, favoreció, impulsó a su organización territorial y su movilización. El Barrio La Laguna fue fundamental. Se conformó una vecinal autónoma, con Silvia Moreira y Elva Sabachuc, “la señora de Peralta” a la cabeza, y recibían la solidaridad de los hermanos Cugura, Bau, Rudy Miele, Tito Barone entre otros... militantes del Peronismo de Base. De sus visitas al penal quedarán impactados por todos los compañeros y Silvia Moreira recordaba siempre sus conversaciones con Mariano Pujadas… “ustedes con tanta riqueza no pueden vivir mal”, eran las palabras de él.
La organización popular de las barriadas obligará a los técnicos de la municipalidad a replantear sus proyectos de urbanización, así lo confirmó Alicia Vila y Horacio Ibarra. Avanzado los 70 se desarticularán las comisiones vecinales autónomas, y cada uno pasará sus vicisitudes, especialmente con el golpe de estado del 76 y el terrorismo de estado impuesto, que en rigor se inicia en la Masacre de Agosto del 72, tal cual lo probado en los Juicios de lesa Humanidad del 2012. La clase dominante impondrá su proyecto, su discurso autoritario y excluyente, el lenguaje despectivo hacia las barriadas y también la mirada ecológica-recreativa sobre la laguna Chiquichano, ocultando su geografía histórica, silenciando la narrativa de nuestra ciudad.
Para tener una idea de lo organizado y movilizado que fue el barrio La Laguna, hay que notar que se llegó a realizar un acto con unos 400 asistentes, cifra que aun hoy es muy difícil de reunir en las bases y con muchísima más población. En los 70 no llegaban a 30 mil habitantes, hoy más de 100 mil. El crecimiento de la consciencia en los trabajadores de las barriadas se aprecia claramente además, con la creación en plena dictadura de Lanusse, de las unidades básicas “22 de Agosto” en el barrio la Laguna y “Ana Villarreal de Santucho”, sentimiento genuino de identificación y reivindicación de los compañeros asesinados ese 22 de agosto, tornando falsa la idea de “entrismo”, promovida por la derecha reaccionaria pequeño burguesa para negar la propia consciencia de la clase trabajadora que se forja en la lucha. También pudo desarrollarse aunque de manera efímera el Frente Antiimperialista y por el Socialismo (FAS), órgano legal del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), impulsando los reclamos propios de los barrios y desarrollando sus inquietudes, tal cual lo confirmara Encarnación Díaz de Mulhall, que nos manifestó de una pequeña publicación con la vida diaria de las barriadas. Así también una convencida adolescente integrará un comando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), tomará por unas horas la Radio LU 20, rebautizándola radio “22 de Agosto” y a la calle Irigoyen la llamarán “Avenida Mariano Pujadas”. En la retirada olvidará sus útiles de la escuela.
Nosotros demostramos que el planteo de que “sólo se movilizaron sectores medios” “los sucesos de Trelew están magnificados en el contexto Nacional” “que fue gente que vino de a fuera”, son totalmente falsos. Pues sin la movilización de las barriadas hubiera sido muy difícil sostener la Asamblea del Pueblo, o la solidaridad con los Presos Políticos de Rawson, las barriadas y especialmente el barrio La Laguna, fueron fundamentales para que los compañeros recuperen la libertad, como lo reconoce y agradece recientemente Celia Negrin. El testimonio de Celia coincide con Encarnación Díaz de Mulhall, cuando el 25 de mayo del 73, luego de una vigilia en el penal de Rawson, los compañeros recuperan la libertad y mientras van al Teatro Español de Trelew, izan una bandera del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en la Plaza Independencia y se dirigen al Barrio La Laguna para agradecer tanta solidaridad, luego tomarían los aviones para ir a sus lugares de destino. Ese era el contexto de movilización política de Trelew, en el marco de los proyectos de urbanización y un parque industrial floreciente a mediados de 1970.-
La lucha de los trabajadores de las barriadas permitió la no erradicación a pesar los múltiples intentos estatales, excepto el barrio La Laguna. Quien defendió su derecho a la tierra fue Elvio Ángel Bel, militante comunista, solidario, apoderado político del Comandante Revolucionario Mario Roberto Santucho hasta la fuga del penal de “máxima seguridad” el 15 de agosto del 72, luego desaparecido. El propio Fiscal de Estado de la Provincia en su dictamen sobre la cuestión de la tierra, recomendó al Gobernador de entonces la “expropiación”. Mientras a los laguneros en un acto público, el propietario cedió la tierra al municipio para que este la otorgue en titularidad a cada uno del barrio, hecho que nunca sucedió, y el acto se registró por la prensa de la época.
Los compañeros tuvieron opciones obviamente forzadas, prisión, exilio, desapariciones. Elva Sabachuc, “doña Rosita” para Eloy Martínez, la prisión fue en Devoto. Padeció tormentos, y mantuvo una conducta ejemplar para sus compañeros. Liberada con un simulacro de fusilamiento en medio de la noche, logró volver al pueblo gracias al Padre Iñaqui de Aspiazu. Con la erradicación mediante, fue a vivir a otro popular barrio del pueblo que eligió para su plan de vida. Ella era oriunda de la provincia de La Pampa, de Evita hasta la médula, y por eso le retorcían las tripas las injusticias. Pasó por nuestra ciudad en su viaje de bodas con un militar de la marina de guerra. Luego de su lógico e inevitable divorcio, se quedó acá. Tuvo un ahijado que vivía en La Laguna, allí en una comida se encontró con su gran compañero Pablo Peralta, será conocida como la “señora de Peralta”. Falleció a inicios de los noventa. Su única derrota.
Su barrio fue el cobijo de muchos compañeros que huyeron al terror de la “noche y niebla” de las dictaduras, como lo explica el Dr. Rodolfo Mattarollo.
En el periodo podemos apreciar claramente los proyectos sociales, las estrategias de poder desplegadas por la clase dominante, de la clase trabajadora con sus destacamentos de vanguardia y nuevamente la respuesta de la clase dominante y desde entonces las nuevas luchas sociales.
Es nuestra obligación al habernos formado en la Universidad Pública y al calor de las luchas sociales desde 1990, recuperar la memoria popular para construir una sociedad mejor y no como una mercancía que asegure una vida cómoda.
A su vez la actual falta de planificación urbana, debería retomar los dos grandes proyectos urbanos que se realizaron en Trelew, como fueron el Plan Regulador encargado a la empresa Plancolsult y el Plan Área Central Trelew (PACT).
La investigación la presentamos en el 2008 en la Universidad de la Patagonia, en el 2009 realizamos una publicación de carácter popular, en 2011 realizamos un documental que difundimos en organizaciones de base, escuelas, centros culturales, por Canal 7 de Rawson para todo el pueblo de la provincia y finalmente los subimos a YouTube para que gratuitamente sea de consulta a quien le interese y sea de utilidad.
Paralelamente solicitamos desde entonces a las autoridades municipales la colocación de un objeto simbólico en la laguna Chiquichano que reivindique la lucha del barrio humilde que fue solidario, peleo por la libertad y un mundo mejor, incrementando el acervo cultural para Trelew y las futuras generaciones.
Fue en este último octubre, que por un buen gesto de la Colectivo de Familiares de Víctimas del terrorismo de Estado, nos llamaron para colocar allí un símbolo, pero se suspendió improvistamente el acto, aun así reinstalaron la placa frente al Teatro Español que fue inicialmente colocada en 1973 por los familiares de los fusilados en el agosto anterior y volaron esa misma noche; cuyo archivo recuperamos en el 2000.