Durante la tarde del día de ayer, un hombre de Tunuyán (Mendoza), agredió y amenazó con un objeto punzante a su expareja, luego de que la mujer no lo quisiera recibir en su casa.

Tatiana Mindis @TattGud
Jueves 28 de agosto de 2014
El sujeto se había hecho presente con la excusa de realizar una visita, pero ante la negativa de la mujer, ingresó por la fuerza, la encerró en una habitación y la amenazó con un objeto punzante.
En el vecindario, al escuchar los gritos, llamaron a la policía que detuvo al agresor y que, según las fuentes, tenía prohibido acercarse a la mujer, por un proceso judicial que aún sigue abierto. Este último episodio ocurrió luego de reiteradas denuncias de la víctima por la violencia que había sufrido.
Este hecho se da a una semana del femicidio de Mariana Roby, asesinada por Marcelo Manino, quien después se quitó la vida. En ese caso, también se trataba de un hombre que había sido pareja de la víctima y tenía orden de restricción.
En Mendoza se está dando un importante debate ya que, según muestran las estadísticas, en el 15% de los asesinatos cometidos en la provincia, las víctimas son mujeres. Las cifras oficiales indican que de 2010 a 2013 se realizaron 2.700 denuncias por violencia de género. Un número alto, si se tiene en cuenta, además, que el porcentaje de mujeres que se anima a realizar la denuncia es muy bajo.
Con los últimos episodios, queda evidenciado que las órdenes de restricción generalmente no se cumplen. Son muchas las mujeres que relatan cómo, muchas veces, se hacen presentes en una comisaría para denunciar que son víctimas de algún tipo de violencia y no se atiende su reclamo.
Este y otros casos muestra la revictimización que deben atravesar las mujeres que sufren violencia de género. Los testimonios muestran que es muy común que la Policía y la Justicia minimicen los hechos y se demoren las medidas necesarias para proteger las vidas de las mujeres.
Fue el caso de Mariana Roby, que había realizado denuncias y fue asesinada en su lugar de trabajo, en el Hospital de día de Palmares, que cuenta con seguridad y botón antipánico. Como denunció su hermano, fue “una muerte anunciada”.
Sólo en Tunuyán, en lo que va del año, ya se recibieron 1.750 denuncias vinculadas a violencia de género.