Trabajadoras de salud se comunicaron con La Izquierda Diario, denuncian la precarización que viven a diario a pesar de ser esenciales en tiempos de pandemia.
Lunes 12 de octubre de 2020 11:10
En el Hospital Nacional de Clínicas de Córdoba se viven las mismas precarias jornadas laborales que en otros centros de salud de la provincia. A pesar de que las y los trabajadores de la salud hayan sido denominados una y otra vez como esenciales, adentro de las puertas del hospital los hechos no coinciden con las palabras de elogio ni con los aplausos recibidos.
Un grupo de trabajadoras nos hizo llegar su denuncia a la redacción. Debido a las constantes amenazas que reciben por parte del director del hospital, el Dr. Alberto Pons, prefieren reservar su identidad.
Nos cuentan que hay muy poco personal para atender a los pacientes que ingresan, a tal punto que en algunos turnos una sola enfermera tiene que atender a casi 30 pacientes, cuando lo máximo debe ser entre 8 y 10 de acuerdo a las patologías, “Por más esfuerzo que hagamos no hay forma de atenderlos bien a todos. No se puede trabajar con semejante cantidad de gente enferma y encima, la falta de insumos.” Actualmente están usando mamelucos descartables pero los tienen que lavar y volver a usar. Si se rompen, los pegan con cinta de embalar. “Tampoco hay bolsas mortuorias que son unas bolsas especiales. Como no hay más, usamos las bolsas comunes”.
La mayor parte del personal tiene que trabajar horas extras que no son pagadas por la cantidad de pacientes que ingresan y por la falta de personal. Aunque en los últimos días se han sumado nuevos enfermeros, no son suficientes. Además ingresan sin capacitación previa, lo cual lleva a que dicha capacitación esté a cargo de las y los enfermeros que se encuentra trabajando desde el inicio de la pandemia.
Un dato alarmante que denuncian es el brutal abandono por parte de PAMI que deriva pacientes al hospital pero no entrega recursos para la atención de éstos. Sumado a la escasez de materiales y de personal mencionado más arriba, los trabajadores del hospital se ven obligados a resentir la atención, “los que ingresan por PAMI con menos chances de sobrevivir sólo reciben paliativos, por ejemplo, subirles la dosis de morfina para que no estén conscientes”.
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Semanas atrás se conoció la noticia de que este hospital iba a cerrar sus puertas debido a un pico de contagios, pero siguen recibiendo pacientes. Este pico de contagios “fue producto de no actuar a tiempo con los casos positivos que había en la guardia”. Es el propio director del hospital quien culpabiliza al personal esencial por propagar el virus aludiendo a que no utilizan los insumos adecuadamente.
Las y los trabajadores de la primera línea no dan más, se encuentran agotados. Algunos piensan en renunciar. Otros están con licencia psiquiátrica, es necesario que los sindicatos den respuestas a las demandas de los trabajadores esenciales.