
Wladek Flakin Berlín
Jueves 11 de septiembre de 2014
Fotografía: Reuters
El miércoles 10, los pilotos de la línea Lufthansa en Alemania llevaron adelante su cuarto día de huelga en este año. Entre las 10:00 y las 18:00 (hora local) pararon los aviones con salida o destino al aeropuerto de Múnich. La empresa canceló 140 vuelos – la mitad de los planeados para el día – en el segundo aeropuerto más grande de Alemania, después de Fráncfort.
13.500 pasajeros son afectados según los datos de Lufthansa. La huelga afectó sobre todo vuelos dentro de Alemania, ya que el sindicato no quería, provocar conflictos siendo la última semana de vacaciones en el estado de Bavaria. Los vuelos intercontinentales funcionaron normalmente.
"Nos vemos obligados a tomar esta medida" aclaró el sindicato de pilotos, Vereinigung Cockpit (VC), que representa a la mayoría de los 5400 pilotos de Lufthansa. El viernes pasado ya habían parado el trabajo en el aeropuerto de Fráncfort, después de una huelga de tres días en abril. Casi medio millón de pasajeros han sido afectados por el conflicto, que también apunta a la filial Germanwings.
En el marco de negociaciones sobre el contrato colectivo, Lufthansa quiere reformar el programa de prejubilación. La mayor compañía aérea de Europa canceló este contrato el año pasado para subir la edad de prejubilación como parte de un programa de reestructuración para ahorrar millones. El conflicto ya lleva 29 meses, siendo uno de los más costosos de los últimos años en Alemania.
El jefe de la Lufthansa, Carsten Spohr, se pronunció en la radio por la restricción legal de la frecuencia de los paros. El derecho de huelga en Alemania ya forma parte de los más restrictivos en toda Europa. Pero el gobierno de Merkel, una coalición entre los conservadores y los socialdemócratas, se ha comprometido a restringir el derecho de huelga aún más, bajo el nombre de la "unidad de los convenios".
El gobierno quiere retirar el derecho para sindicatos minoritarios en una empresa. Eso afectaría a sindicatos como Cockpit de los pilotos o el GDL de los maquinistas, que sólo representan minorías en sus respectivas empresas y no pertenecen a la confederación sindical. La dirección de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB) apoya esta propuesta – junto con la patronal – para mantener su influencia.
En el último congreso del DGB, en mayo de este año, los delegados mayoritariamente rechazaron la restricción legal del derecho de huelga, aunque la dirección defendió la propuesta del gobierno. A pesar de esta votación, el nuevo presidente del DGB, Rainer Hoffmann, se ha pronunciado en contra de la lucha de los pilotos y sigue colaborando con los planes del gobierno.
Los medios alemanes están sosteniendo una gran campaña contra los pilotos, criticándolos como “privilegiados” que están tomando a los pasajeros como "rehenes". La empresa va a hacer una nueva oferta a los pilotos, pero son posibles más huelgas en la aerolínea. También el sindicato de maquinistas, el GDL, está organizando paros en los trenes por mejoras salariales.