El número de estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de subsidios estatales por desempleo escaló a su nivel más alto en más de dos años en la última semana, debido a un alza de los pedidos en Texas por el huracán Harvey.
Viernes 8 de septiembre de 2017
Fotografía: Getty Images/Archivo
El aumento de los pedidos de subsidios, del que informó el jueves el Departamento del Trabajo, ofreció un panorama temprano del impacto económico del huracán Harvey. La tormenta provocó inundaciones sin precedentes en Houston, paralizó producción de petróleo, gas natural y forzó el cierre temporal de refinerías y petroquímicas.
Los economistas dicen que Harvey podría perjudicar al producto interno bruto del tercer trimestre, pero esperan que la producción perdida se recupere en el período de octubre a diciembre.
Los pedidos iniciales de beneficios estatales por desempleo aumentaron en 62.000, a una cifra desestacionalizada de 298.000, en la semana que terminó el 2 de septiembre, su nivel más alto desde abril de 2015, informó el jueves el Departamento del Trabajo.
Un funcionario señaló que las cifras de la semana pasada reflejaron el impacto de Harvey. Los pedidos no ajustados en Texas aumentaron en 51.637 durante la semana pasada, ya que algunas personas se encontraron temporalmente desempleadas.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que los pedidos subirían a 241.000 la semana pasada. El promedio móvil de cuatro semanas, considerado como una mejor medida de las tendencias del mercado de trabajo porque elimina la volatilidad, aumentó en 13.500 a 250.250 la semana pasada, sugiriendo que en el mercado de trabajo continúa la tendencia a la recuperación.
En otro reporte, el Departamento del Trabajo dijo el jueves que la productividad no agrícola, que mide la producción por hora por trabajador, subió a una tasa anualizada de 1,5 por ciento en el segundo trimestre. Previamente, se había informado de un incremento a un ritmo anualizado de 0,9 por ciento en el período abril a junio.
El gobierno revisó la semana pasada el crecimiento del producto interno bruto del segundo trimestre a una tasa del 3,0 por ciento desde un 2,6 por ciento. Pese al ajuste al alza de la productividad, la tendencia sigue siendo débil lo que sugiere que será extremadamente difícil lograr una expansión económica sólida.