En medio de la crisis sanitaria, Enrique Paris, llama al comediante a acatar el plan de contención del ministro, siendo que las irregularidades y declaraciones delirantes del jefe de la cartera de salud, aparecen una vez tras otra.
Sábado 28 de marzo de 2020
El profundo cuestionamiento al gobierno, producto de la crisis sanitaria que afecta a nuestro país por el COVID19 (Coronavirus), golpea tanto al presidente como al conjunto de su gabinete de ministros, y estando los dardos principalmente dirigidos al deplorable ministro de salud, Jaime Mañalich, quien en cada comunicado pareciera burlarse de la gente, con sus incoherencias y lapsus delirantes. Sin embargo –aunque parezca insólito- hay defensores de esta clase de personas que hacen y deshacen con la vida de la gente y sus preocupaciones.
Enrique Paris, ex presidente del Colegio Médico se fue en picada contra el reconocido humorista Stefan Kramer, quien a través de redes sociales, ha parodiado al ministro Mañalich, mostrando la incompetencia de este, quien sistemáticamente señala tomar un tipo de medida sanitaria, para posteriormente contradecirse aceptándola, cuestión que calca perfectamente la realidad en la que vivimos donde frases tan aberrante como que “el virus se vuelva buena persona” o que “tenemos el mejor sistema de salud del mundo”, cae en el frágil terreno de lo trágico y lo cómico.
"Ya está bueno que se siga burlando del ministro y que tome las cosas en serio. Y que en vez de burlarse del ministro, apoye el desarrollo de este plan de contención que tenemos que hacerlo entre todos”, señaló el ex presidente del Colmed, quien en vez de empatizar con el enfado del pueblo trabajador frente a la ineptitud del ministro, no encuentra nada mejor que criticar a un comediante, que desató la ira de la derecha pinochetista, tras reivindica fenómenos sociales como “la primera línea”.
Ya van 1909 contagios, y el único plan capaz de velar por la seguridad de las personas, es asegurar de manera gratuita y masiva los test para la detección del COVID19. Licencias laborales masivas, para resguardar a las decenas de miles de trabajadores asalariados que se encuentran día tras día expuestos al contagio camino a su trabajo, o los miles de comerciantes y trabajadores que realizan algún tipo de trabajo informal, y que se encuentran exentos de cualquier tipo de apoyo por parte del Estado. Que la crisis la paguen los grandes empresarios, a través del impuesto a sus grandes fortunas, para que ningún trabajador se quede sin sueldo a fin de mes, o se quede sin trabajo.