El consejería de Trabajo Balear impone una sanción de 25.000 euros a Iberia por una infracción grave por discriminación por razón de género.
Lunes 10 de julio de 2017
FOTO: EFE/Luis Eduardo Noriega
La Inspección de Trabajo de las Isla Baleares abrió hace un año un acta de infracción laboral de carácter muy grave contra la compañía aérea al comprobar que entre sus criterios de selección de personal estaba la obligatoriedad de que las mujeres se realizarán una prueba de embarazo. La Consejería validó el acta rechazando las justificaciones de Iberia.
La compañía aérea tenía contratada a Randstad, un empresa de trabajo temporal, para realizar las pruebas de selección de personal. Entre ellas, un conjunto de pruebas médicas en el que estaba el test de embarazo para las mujeres que se presentaban al puesto de auxiliares de vuelo.
Las mujeres que tenían que someterse a esta prueba habían pasado ya un proceso de selección para incorporarse a un curso de formación “que unas superan y otras no”. De esta manera, Iberia limita el acceso al empleo a las embarazadas, discriminando claramente a la mujer al imponer un requisito específicamente para las mujeres y vulnerando el derecho a la igualdad.
Esta claro que Iberia quiere ahorrarse el costo de la baja por maternidad y el derecho a la reducción de jornada para los cuidados del hijo o hija, ya que una mujer embarazada al entrar a la plantilla de una empresa tiene más protección puesto que su despido sería declarado nulo.
La compañía prefiere lavarse las manos antes de que esto ocurra, aunque justifica que el test lo realizaba para aplicar un protocolo de salud laboral que evitaría realizar funciones que conllevaran riesgos. Este argumento fue desestimado tanto por Inspección como por la Consejería, alegando que dicho protocolo se hace efectivo una vez la mujer esta contratada e informa de su estado de embarazo.
También se constata que la empresa estaba reclamando datos de carácter personal que no tiene que ver con la función que se desempeñara en el puesto de trabajo, dificultando su contratación si se negará a realizar el test.
Esta práctica es un ejemplo más de la desigualdad y la opresión que sufren las mujeres en el ámbito laboral.