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Red Internacional
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33º ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES – TRELEW. ¡Iglesia y Estado, asuntos separados!

Fuera la Iglesia de los Encuentros Nacionales de Mujeres y de nuestras vidas. Enfrentemos el saqueo del gobierno y el FMI que cuenta con el aval de los gobernadores del PJ.

Jueves 11 de octubre de 2018 09:48

El 2018 será recordado como el año de la marea verde. Tras el impulso del movimiento de mujeres y con el pañuelo verde como insignia, cientos de miles nos movilizamos por la legalización del aborto, arrancando la media sanción en Diputados.

Sin embargo, la Iglesia tomó nota de ese primer triunfo de nuestra movilización y fortaleció su presión sobre el Senado, usando sus vínculos con todos los partidos políticos del régimen. Desde la derechista vicepresidenta Gabriela Michetti, hasta Juan Grabois, referente de la CTEP y del espacio kirchnerista, pasando por todas las alas del PJ y la burocracia sindical, se pronunciaron en contra de nuestro derecho a no morir en abortos clandestinos.

La enorme marea verde se encontró con la resistencia de instituciones que ejercen el poder de veto sobre la voluntad de millones: no sólo la Iglesia, también una cámara oligárquica y reaccionaria de apenas 72 senadores, que decidió que las mujeres sigan muriendo en la clandestinidad. Así, senadoras y senadores de Cambiemos, el PJ e incluso del kirchnerismo, fortalecieron a la Iglesia, con la que hasta nos pidieron ¡que “no nos enojemos”!

Por eso, muchos fundamentalistas se envalentonaron y sancionaron a docentes y estudiantes o golpearon a chicas, en las calles, por llevar el pañuelo verde. Desde los que se juntaron con la Iglesia para impedir nuestro derecho, hasta quienes tuvieron posiciones ambiguas o votaron a favor pero siempre defendiendo al Papa, presentándose como sus voceros o metiendo al Vaticano en sus agrupaciones y movimientos sociales, ayudaron a consolidar un polo reaccionario y activo que, antes del Senado, no se expresaba con tanta vehemencia. Por eso, debemos redoblar nuestras fuerzas y organizarnos para retomar la lucha por el aborto legal, sacando conclusiones de quiénes son nuestras aliadas y aliados, quiénes son nuestros enemigos y quiénes los favorecen con sus alianzas políticas y sus silencios.
Lo que está claro es que, aunque la ley no se aprobó, millones de jóvenes, trabajadoras y trabajadores de todo el país vieron crudamente la perversa relación que existe entre la Iglesia y el Estado.

Por eso, el verde se transformó en el naranja con el que identificamos la campaña que se expande en miles de voces, reúne miles de firmas en todo el país con el proyecto de ley impulsado por nuestras compañeras diputadas Myriam Bregman, Nathalia González Seligra, junto a las mujeres de Pan y Rosas y el PTS en el Frente de Izquierda, presentado en el parlamento por el diputado Nicolás del Caño del PTS/Frente de Izquierda. Pan y Rosas te invita, en este Encuentro, a firmar el petitorio y a impulsar en común una gran campaña por ¡Iglesia y Estado, asuntos separados! Basta de pagar salarios a los obispos y subsidios a la educación religiosa. Abajo los decretos de la dictadura sobre financiamiento a la Iglesia. Fuera los símbolos religiosos de los establecimientos públicos y la injerencia de la Iglesia en nuestra educación. Educación sexual integral en todos los niveles. Por el derecho al aborto seguro, libre y gratuito. Fuera la Iglesia y los antiderechos de nuestros Encuentros Nacionales de Mujeres.

El saqueo es ahora, ¡la lucha también!

Y, mientras nos preparamos para continuar la lucha por el aborto legal, las mujeres también ponemos nuestra fuerza para derrotar el plan de ajuste de Macri y el FMI, que cuenta con el aval de los gobernadores. Somos mayoría en Salud y Educación, los primeros sectores en sufrir recortes presupuestarios y despidos. Por eso, vimos a las enfermeras del Hospital Posadas encabezar la lucha contra el vaciamiento, coordinar su pelea con los mineros de Río Turbio, lxs trabajadorxs del Astillero Río Santiago, a las docentes transformar su dolor en bronca y movilización cuando Sandra y Rubén murieron por una explosión de gas en una escuela de Moreno y aquí, en Chubut, dando una durísima pelea, con más de 100 días de lucha y ocupando el Ministerio de Educación, en reclamo por sus derechos.

Actualmente, el 40% de las jefas de hogar cobran un salario que no alcanza a los 10 mil pesos. La “feminización del trabajo” va acompañada de la “feminización de la pobreza”, porque para las mujeres sólo hay mayor precarización, salarios de miseria y peores condiciones laborales; además de ser quienes cargamos con el trabajo gratuito doméstico y de cuidados.

Por eso no queremos ni podemos esperar a 2019, como nos dicen los distintos sectores del PJ, mientras le votan las leyes a Macri o aceptan que se siga pagando la fraudulenta deuda externa de la que fueron “pagadores seriales” cuando eran gobierno.

Tenemos bronca de seguir pagando la crisis con tarifazos, inflación, despidos, suspensiones y desocupación que recaen sobre nosotras mientras los banqueros, los sojeros y los empresarios se la llevan en pala con la complicidad de la burocracia sindical. ¡Hay que reunir fuerzas para enfrentarlos y derrotarlos! Este próximo 24 de octubre posiblemente intentarán votar el presupuesto; por eso tenemos un desafío inmediato: pelear en cada lugar de trabajo, en los sindicatos y en los centros de estudiantes por imponer un verdadero paro nacional con millones en las calles para impedir que se vote el Presupuesto del ajuste.

La Iglesia se ofrece como “mediadora”… a favor del gobierno y los capitalistas

El saqueo es hoy, por eso tenemos que enfrentarlo ahora. ¿Quién votó entregarle todo el poder a Christine Lagarde? ¿Quién votó que se iban a dolarizar las tarifas? ¿Quién votó que la plata iba para los pagos de la deuda externa y los especuladores mientras nuestros salarios están por debajo de la inflación? La inmensa mayoría no aprueba esas decisiones. Si el gobierno puede llevar adelante el ajuste es porque, mientras se abraza con el FMI, el PJ y la burocracia sindical le hacen la segunda.
Pero aquí también mete su cola la Iglesia que se postula como garante de la “paz social”, es decir, se prepara para contener la bronca del pueblo pobre, actuar como un dique de contención para que no estalle y cuestione a este régimen social y político de los ricos. La burocracia sindical propone marchas a la Basílica de Luján, en vez de un verdadero plan de lucha; los intendentes bonaerenses del PJ acuden al Episcopado a pedir ayuda; hasta el mismísimo Papa convocó a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y a la ministra Carolina Stanley, que son las que administran la mayor cantidad de planes y recursos para paliar el hambre que empresarios y funcionarios temen que sea el origen de próximos estallidos.

Por eso, contra los que dicen que hay que esperar a las próximas elecciones, dejando pasar este saqueo que se pacta a espaldas del pueblo, Pan y Rosas y el PTS en el Frente de Izquierda propone convocar inmediatamente a una Asamblea Nacional Constituyente Libre y Soberana, conformada por una diputada o diputado cada 20 mil habitantes, cuyo cargo sea revocable y que gane lo mismo que una maestra. Que sea libre de discutir y votar una reorganización del país en beneficio del pueblo trabajador, para que la crisis la paguen los ajustadores. Y que sea soberana para que ninguna de las instituciones de este régimen pueda vetar las medidas que allí se voten.


Somos mayoría ¡que el Encuentro sea en Buenos Aires!

Las corrientes mayoritarias de la Comisión Organizadora de los Encuentros tienen una política para vaciarlos, liquidando una experiencia histórica y única del movimiento de mujeres de Argentina. Para eso, cuando más del 90% de las mujeres ya está en los micros volviendo a sus ciudades de origen, organizan un ridículo “aplausómetro” ante unos pocos centenares, para definir la próxima sede. Es el único momento del Encuentro donde “votar” (a grito pelado) está “permitido” por las organizadoras. Durante los talleres, las coordinadoras lo prohíben absolutamente. Pero esto también es una fantochada, porque la Comisión Organizadora ya tiene decidido que la elección se haga entre apenas dos o tres propuestas que se acordaron previamente. Bastante contradictorio con un movimiento de mujeres que, cada vez con más ahínco, reclama su derecho “a decidir” sobre sus cuerpos, sus vidas, como lo hicieron millares de pibas y pibes de la marea verde que luego impusieron su derecho a decidir en asambleas estudiantiles en todo el país, en la lucha universitaria.
Si quisieran que el Encuentro fuera cada vez más masivo y participativo, ¿cómo puede ser que, en el año de la marea verde, apenas unas miles estemos reunidas en la sede más pequeña de los 33 años de historia de los encuentros?
La sistemática negativa del PCR-CCC, Patria Grande y otras corrientes afines a que el Encuentro se haga en Buenos Aires, sólo puede explicarse porque le temen a decenas de miles de mujeres autoorganizadas. Para evitarlo, las agrupaciones y movimientos sociales conocidos como “Los Cayetanos”, las agrupaciones que levantan la candidatura de Juan Grabois, el amigo del Papa, Juan Grabois (como las compañeras de Mala Junta-Patria Grande), el PCR-CCC que encuentra en Bergoglio alguien con quien comparten “su visión del mundo” y las organizaciones identificadas con CFK que nos pidió que “no nos enojáramos” con los curas, le terminan haciendo un gran favor a la Iglesia y al gobierno, poniendo un freno a lo que podría ser un gran hecho político nacional e internacional.
Por eso, como lo hicimos en los últimos Encuentros, Pan y Rosas y el Frente de Izquierda, propone lo que ya miles de mujeres propusieron y votaron en encuentros anteriores: que la próxima sede sea Buenos Aires, para que sea verdaderamente masivo, no sólo porque el área metropolitana es la de mayor concentración de población, sino también porque es mucho más accesible para las compañeras de todo el país, lo que es más democrático que pretender que el NOA se movilice hasta la Patagonia o viceversa; más aún en tiempos de crisis y ajuste como el que vivimos. Y fundamentalmente, porque Buenos Aires es el centro del poder político y eclesiástico, lo que significa que podríamos protagonizar una movilización extraordinariamente multitudinaria contra el ajuste del gobierno y el FMI, por la separación de la Iglesia del Estado y por nuestro derecho al aborto seguro, libre y gratuito. Salvo que, como “hay 2019” no quieran enfrentarse a quienes nos niegan nuestros derechos ayer y hoy.


Gritemos #EleNão!

Brasil se encamina a una segunda vuelta electoral entre Bolsonaro y Haddad. El triunfo del ultraderechista Bolsonaro, misógino, homofóbico y racista, es el resultado de una verdadera conspiración de todas las instituciones del régimen político para darle continuidad al golpe de Temer, proscribiendo a Lula e impidiendo el derecho de la población a decidir a quién votar.
Pero la estrategia del PT se demostró impotente para enfrentar estas maniobras en su contra. Ya en 2015, Dilma Rousseff había iniciado los ajustes contra el pueblo trabajador y nunca el PT intentó movilizar seriamente a las masas, ni siquiera como medida de autodefensa. La estrategia puramente electoral del PT, para canalizar el descontento hacia el terreno de los votos, terminó siendo incapaz de ofrecer cualquier resistencia seria al golpe institucional. ¡Es imposible enfrentar a la extrema derecha conciliando con la derecha y los mercados!
Sin embargo, la movilización independiente de la clase trabajadora, de la juventud, de la población negra, de las mujeres, de la diversidad sexual, los sin techo y sin tierras, las huelgas y ocupaciones demuestran que se puede enfrentar el avance del autoritarismo y la extrema derecha. Esa batalla comienza hoy acompañando a las trabajadoras y trabajadores, mujeres, negros, jóvenes y la diversidad sexual que odian a Bolsonaro y quieren derrotarlo en las urnas votando a Haddad. No damos ningún apoyo a la política del PT o a su estrategia electoral de buscar pactos con partidos capitalistas, golpistas y ajustadores que ahora se venden como “democráticos”. Pero, ante la excepcionalidad de unas elecciones brutalmente manipuladas, que favorecen el avance del autoritarismo heredero de la dictadura, acompañamos el odio y la voluntad de lucha contra Bolsonaro, votando críticamente a Haddad, con el objetivo de ayudar a conducir ese odio hacia el único terreno en el que podremos triunfar: la lucha de clases para que los capitalistas paguen por la crisis.
Invitamos a las mujeres que hoy participan del Encuentro, a organizar una gran movilización de repudio al misógino, homofóbico, racista y derechista de Bolsonaro. ¡Que el 33º Encuentro Nacional de Mujeres se pronuncie a favor de nuestras hermanas brasileñas, de la clase trabajadora y el pueblo brasileño en lucha!


33° ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES

El saqueo es ahora, ¡la lucha también!

Hablan trabajadoras de Astillero Río Santiago, de la Comisión de Mujeres del Carbón de Río Turbio, trabajadoras de Zanon y Madygraf bajo gestión obrera, trabajadoras textiles y de MAM.
Sábado 19:00 horas Plaza Centenario (Trelew)

Invita Pan y Rosas y PTS en el Frente de Izquierda


Mirá la propuesta de Pan y Rosas y el PTS del Frente de Izquierda de hacer un gran partido único de la izquierda

Suplemento de Pan y Rosas hacia el 33º ENM by La Izquierda Diario on Scribd