Dialogamos con Giovanna, trabajadora no docente trans de la UNLP, quien se planta por dar la pelea por el cupo laboral trans y la efectiva implementación del protocolo contra la violencia de género.
Martes 31 de octubre de 2017
Giovanna de Berisso es trabajadora de la Universidad Nacional de La Plata desde hace 30 años, pasando por diferentes instituciones de la misma.
Desde el 2010, trabajó en la Facultad de Bellas Artes hasta junio de este año, como trabajadora no docente. Allí, sufrió discriminación, estigmatización y violencia por parte de las autoridades y compañeros. Es por eso que este año pidió el pase a la facultad de Psicología donde se encuentra trabajando actualmente.
En la Universidad se aprobó el Protocolo contra la violencia de Género, como medio institucional para la prevención e intervención ante situaciones de violencia o discriminación de género u orientación sexual. En la práctica, es un protocolo de difícil acceso donde por esos obstáculos se reproduce la cadena de violencia. Giovanna nos contó: “hice denuncias y presenté escritos y recursos por mesa de entrada, y nunca me escucharon, jamás. Muchas veces solicité hablar con la decana [Ciafardo] que nunca me atendió. Además, mandé telegramas al Rectorado con historia clínica, incluso pasando por un cuadro de depresión. Tampoco se me escuchó en Sanidad donde presenté mi caso en la Junta médica. Intenté hablar con Bienestar Estudiantil dentro del Rectorado, no me dieron ninguna respuesta. En fin, fui a lugares que si bien te hacían pasar eran puertas cerradas que no llevaban a ningún lado”.
Cuando por fin se tomó la solicitud del uso del Protocolo, no hubo una plena implementación. Por ejemplo, Giovanna, al día de hoy, no cuenta con asistencia psicológica por lo sufrido anteriormente. Además, tuvo que elegir una nueva sede de la Universidad, siendo ella quien tuvo que ser trasladada “lo ideal no sería eso, que la víctima se tenga que ir pero bueno hay mucho que pelear mucho que mejorar mucho que implementar”; mientras a su victimario tan solo le propusieron jubilarse. “El gremio favoreció a las autoridades y al victimario, siempre le hizo caso al Jefe de Servicios Generales en Facultad de Bellas Artes. Entre todos los problemas y conflictos que tuvo lo invitaron a que se jubile para no echarlo o no iniciarle juicio.
Así que, la verdad, es que el gremio no docente deja mucho que desear. Sobre todo a mi temática”, denunció Giovanna.
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Cupo laboral trans
El 21 de diciembre de 2015, se promulgó la Ley Provincial de cupo laboral trans 14.783, que obliga a la Provincia y a los municipios a ocupar en un 1% de la totalidad de su personal a personas travestis, transgénero y transexuales. Siendo el Estado el responsable de garantizar el acceso a un trabajo formal.
“Hay una ley provincial que, supuestamente, no se puede aplicar porque la universidad es un ámbito nacional. Pero, en realidad si quisieran hacerlo, podrían; ya que son autárquicas las facultades, es una cuestión de voluntad política, de querer resolver los problemas que tienen las personas”, expresó Giovanna.
La iniciativa para que las universidades se adhieran a la ley e implementen el cupo laboral trans, tiene como antecedentela Universidad Nacional de Mar del Plata.
Continuar la lucha
La pelea por la plena implementación del Protocolo contra la Violencia de Género y la creación de normativa al interior de la Universidad para incorporar el cupo laboral trans, atraviesa a toda la comunidad educativa.
“Habría que pensar estas cuestiones nuevamente y actualizarlas. Y, por supuesto llevarlas en papel para hacer algo concreto. No quedarse solamente en montar una bandera y nada más. Lo ideal es hacer acciones concretas para conseguir nuestros derechos, sino queda en palabras. Creo que esto va a llevar tiempo y mucho trabajo, ya que hay que re-educar. Existen todavía muchos aspectos de cosas que se dan por sentadas, pero bueno todo puede cambiar. Por eso, que convocamos a toda la cantidad de gente posible que se pueda sumar a esta lucha, a este reclamo, tanto sean estudiantes, docentes, no docentes, directivos, de las facultades, para que tenga más peso el reclamo”.
A su vez, la propuesta de Giovanna es que haya oficinas en todas las facultades, con gabinetes interdisciplinarios, para que intervengan de manera integral en las denuncias por violencia de género y discriminación.
Para que no quede en una mera declaración y salga de los márgenes de la formalidad, como es el caso del protocolo contra la violencia de género en la UNLP, es imprescindible iniciar el debate en todas las facultades, organizar las secretarias de género y una pelea en común del colectivo trans, estudiantes y trabajadores de la universidad.
Esta entrevista fue realizada en los días que se implementó el protocolo LGTBI que propuso Bullrich para perseguir y encarcelar a la diversidad sexual. Una medida para seguir hostigando y atentado contra las libertades democráticas.
En el mes del orgullo es necesario seguir denunciando estos atropellos pero a sabiendas que la única manera de enfrentarlos en organizarse de forma independiente, junto a la clase trabajadora, llevando estos reclamos a las calles.