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Red Internacional
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En video. Inauguran mural en homenaje a joven de La Dolorita asesinado por la FAES

Este domingo 16 de julio, la organización Madres Poderosas, que reúne madres, tías y familiares de muchachos asesinados a sangre fría por los cuerpos policiales, inauguró un mural en homenaje a uno de ellos, Cristian Charris Arroyo, asesinado en 2018. Una jornada muy dura, emotiva y ejemplarizante, de la cual compartimos aquí un breve reporte audiovisual.

Lunes 17 de julio de 2023

Fotografía EFE/ Miguel Gutierrez

Fotografía EFE/ Miguel Gutierrez

Elaboración y elevación de papagayos, práctica libre de básquet, bendición religiosa del mural, fueron parte de las actividades que hubo ayer en el sector La Lira de La Dolorita, en Petare. Cristian Charris, el homenajeado, era un joven de 25 años que trabajaba como barbero, oficio con el que contribuía al sostenimiento de sus tres hijos. Además, era un basquetero constante, la otra actividad por la que lo reconocían todo en su sector.

Este joven trabajador y deportista fue asesinado la madrugada del 24 de septiembre de 2018, cuando venía de celebrar su cumpleaños, y presentado por la policía, como es usual, como un peligroso delincuente que se enfrentó con armas a la policía. A Cristian lo hicieron arrodillar y le dispararon. Así lo ejecutó un grupo de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

En el sencillo, pero muy significativo, homenaje a esta joven víctima de la brutalidad policial, se estaba homenajeando al mismo tiempo a cientos y miles de chamos de nuestros barrios que han muerto –y siguen muriendo– en circunstancias similares. Asesinados por simple hecho de vivir en un zona popular. Una maquinaria asesina que, como dijo una de las madres, funciona “los 365 días del año, 24 – 7”.

Los distintos testimonios que dieron estas madres muestran cómo hay un carácter de clase totalmente reaccionario contra la gente del barrio: es por vivir allí y por ser pobres que les cae encima una gran carga de estigmatización, humillaciones y muerte. Saben que para los cuerpos represivos del Estado su vida vale tan poco, que los policías llegan al barrio a matar incluso solo por cumplir “una cuota”, porque tienen asignado un número determinado de detenidos y de muertos, para que las cadenas de mando operativas y políticas puedan aparecer dando cifras “exitosas” de “combate a la delincuencia”.

La impunidad es enorme en estos casos. Cualquiera que viva en una zona popular sabe lo habitual que son estos operativos asesinos, la cancha libre con la que actúan estos cuerpos. Las madres saben y denuncian también que es una política de Estado. “Él (Maduro) dijo en un discurso ‘salgan a matar malandros’, y por eso ahora estamos nosotras aquí”, afirmó una de estas mujeres, que padecen además la intimidación de los asesinos, quienes las amedrentan para que no sigan adelante en su lucha.

Esta jornada muestra un camino muy necesario en nuestro país, como lo es que esas graves violaciones de derechos humanos del pueblo trabajador no queden en el silencio, sino que incluso se desarrollen movimientos de lucha con capacidad de movilización propia, para luchar por la justicia. Como cuestionó también una de las madres: “los políticos tienen mesas de negociación, pero en esas mesas nunca se trata lo de las ejecuciones extrajudiciales, eso no se visibiliza”.

Desde La Izquierda Diario estuvimos cubriendo esta importante actividad, que desafía la intimidación y la maquinaria de represión de clase. Una jornada de mujeres que con mucha valentía y enfrentando innumerables obstáculos, luchan por verdad, justicia y reparación.