Los centros de entrenamiento permanecen cerrados desde el 15 de marzo. Por esta situación ya son ocho los gimnasios que cerraron. 4000 puestos de trabajo se encuentran en peligro.
Viernes 22 de mayo de 2020 16:00
Los profesores de educación física, entrenadores y kinesiólogos de los gimnasios son los encargados de rehabilitarnos de una lesión, de mantener nuestro bienestar físico y mental, con trabajos aeróbicos o de fuerza. Hoy el peso de esta crisis económica profundizada por la pandemia que azota al mundo, hace difícil la actualidad de este rubro.
Se está manejando la posibilidad de que luego del 26 de mayo estos salones vuelvan a abrir, aunque está a la vista que tampoco se podrá reactivar la totalidad de los locales de entrenamiento físico por las medidas de seguridad. Se tendrán que manejar por turnos y con cierta cantidad de personas dentro del establecimiento, lo que avecina tiempos muy complicados incluso después su reapertura.
Los profesores se vienen manejando con rutinas por videollamadas o alquiler de accesorios, pero está claro que con esta realidad es imposible sostener el ritmo de trabajo previo a la cuarentena. Además en la mayoría de los casos quienes trabajan en gimnasios lo hacen en negro o como monotributistas, y desde el cese de las actividades en los gimnasios están percibiendo menos ingresos o directamente ninguno. Es necesario que el gobierno establezca un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de 30.000 para todos los trabajadores que no están cobrando su sueldo, o que lo están cobrando parcialmente.