Precios. Inflación: Feletti dice que lo importante es "dar la pelea", pero está perdiendo por knock out

Comprar lechuga ya parece algo impensado en Argentina. Ni que hablar de agregarle tomate a la ensalada. La inflación de enero, que en alimentos fue del 4,9%, profundizó un problema que ya viene de arrastre. De hecho, en el 2021, la inflación superó el 50% y los salarios perdieron poder de compra.

Roberto Feletti, Secretario de Comercio Interior, fue entrevistado en C5N, donde intentó dar explicaciones sobre el fracaso rotundo en su intención de controlar los precios.

El funcionario dijo que las subas en frutas y verduras tienen que ver con la falta de regulaciones y aseguró que esas herramientas fueron desmanteladas por el gobierno de Macri. Sin embargo, por poner un ejemplo, las retenciones sobre las exportaciones se encuentran en niveles históricamente bajos y las patronales agrarias son uno de los sectores con mayores ganancias del año 2021, justamente por los altos precios de los commodities.

Te puede interesar: Cerruti sobre la inflación: “No podemos decir si nuestra estrategia es un éxito o un fracaso”

De hecho, puso el ejemplo de lo que pasó con la carne, presentándolo como un éxito de su gestión y la negociación con los dueños de los grandes frigoríficos, que aceptaron poner algunos pocos cortes con precios regulados, mientras el rubro registró subas cercanas al 100% el año pasado.

Un diálogo muy interesante se dio cuando el periodista le preguntó cuándo veía que podía bajar la inflación: "¿Se atreve a pensar en 3 % para febrero?".
"No, no me atrevo", fue la respuesta contundente.
"¿Y cuándo vamos a pensar en 2%?"
"Para pensar en 2% necesitamos más regulaciones".
"Si, pero los que regulan son ustedes", le contestó Víctor Hugo, a lo que el funcionario se desligó de responsabilidades y siguió hablando de otro tema.

Feletti dice que hay que imponer derechos de exportación y cupos de exportación. Y alerta que "si sigue esto así, vamos a sentir la presión de los precios internacionales en el bolsillo de la gente". También dice que la situación es "urgente". Pero la realidad es que los precios cada vez escalan más y no se ve que haya ningún enfrentamiento real con estos grandes grupos económicos.

Lee también: El FMI, el 2023 y las coordenadas de un nuevo momento político

Incluso, por momentos la discusión parecía complementarse con frases de autoayuda. El periodista le dijo a Feletti: "Si no puede usted, no va a poder nadie". Y Feletti le respondió, como si se tratara de un problema de superación personal: "Yo me digo todos los días que tengo que poder. Lo importante es dar la pelea. A veces, uno logra algunos triunfos pequeños".

La impotencia que muestran las políticas del Gobierno en realidad esconen una complicidad con las grandes patronales. Más allá de los dichos y los cruces "picantes", están los hechos concretos. La realidad es que, desde el 2019, lejos de recuperar lo perdido con el macrismo, lejos de que "vuelva el asado", para las grandes mayorías populares el costo de la vida se hizo cada vez más pesado. Mientras tanto, las grandes empresas ganaron fortunas, incluso rompiendo récords en plena pandemia.

A esa política se le puede oponer otra, afectando las ganancias de las empresas alimenticias, de las patronales del campo y los supermercados, que utilizan su poder de mercado para no perder, o especulan alentando devaluaciones.

Para controlar los precios de forma efectiva es necesaria la creación de comités de trabajadores y consumidores y la exigencia de apertura de los libros de contabilidad de todas las empresas que amenazan con desabastecer o dejar de invertir.

En el mismo sentido, una política contraria al techo en las paritarias que quiere imponer el Gobierno es fundamental para recomponer los ingresos de la población mediante un aumento de emergencia de salarios y jubilaciones para recuperar lo perdido en los últimos años y que luego se actualicen de forma automática de acuerdo a la inflación.