El pago obligatorio de un “bono” puede dejar a chicos sin cupos para estudiar.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Martes 5 de abril de 2016
El Instituto Superior de Música (ISM) es una de las siete instituciones de educación preuniversitaria que pertenecen a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Año tras año, el número de postulantes crece pero se mantienen cupos al ingreso en el edificio ubicado en Chacabuco 242. La situación edilicia del Instituto no permite que un número mayor de estudiantes puedan ingresar para estudiar lo que les gusta.
Lo que también sucede anualmente es el cobro de un bono, aludiendo deficiencias presupuestarias por parte de la UNT. L.,, es estudiante del ISM y nos relata lo que le sucedió cuando este año quiso inscribirse.
“El día que yo llegué para inscribirme, fui el primero de los tres días, me encuentro con unos compañeros que me dicen que para inscribirme si no tenía $1100 tenía que presentar una nota, dirigida a la directora (María Rosa Tetta de Gómez, NdR), diciendo que me comprometía a pagar durante el año”, afirma L.
“Cuando voy a presentar la nota, continúa su relato, me dicen que en el momento en que la nota se apruebe yo iba a tener la posibilidad de inscribirme. Entonces presento la nota, voy al siguiente y no estaba aprobada. Al día siguiente voy como mi papá a preguntar, él habla con la directora. La directora le dice que si o si tenía que pagar. Todos los alumnos tenían que pagar en el instante o en cuotas. No había posibilidad, o pagas o no estudias.”
“Mi papá me da la plata para inscribirme y cuando voy para inscribirme veo que un compañero iba con la Ley de Educación Superior, creo, que dice que la educación es gratuita. Él va, muestra eso y lo mandan a Sección Alumnos. Cuando pasa por Sección Alumnos va a inscribirse pero tenías que pagar. Recién una vez que pagués te llenaban la ficha de inscripción, presentando el comprobante de pago. Él pide que la hagan una nota diciendo el motivo por el cual no lo inscribían. No lo hicieron y le aseguraron que espere que la directora apruebe la nota y que se inscriba fuera de término”, agrega.
El monto de $1100 se distribuye en $700 para la inscripción, $300 para la cooperadora y $100 para el seguro. Todos los años se cobra este “bono”, ya sean ingresantes o alumnos que se reinscriben. Lo que cambió fue que este año no hay certeza de la aprobación de las notas presentadas ante la directora Tetta de Gómez, por lo que un número considerable de estudiantes no tiene asegurada su inscripción en el instituto.
La falta de presupuesto es el argumento elegido en la UNT para que la variable de ajuste siempre sean los estudiantes e inclusive los docentes. Por falta de presupuesto se cobran bonos de inscripción pero no se pagan becas; no se aplica el ingreso irrestricto en Medicina mientras se quita un plus salarial a los docentes. Mientras tanto, el ex rector Cerisola va a ser indagado por la justicia federal sobre el destino de $353 millones, sospechados de malversación y estafas.