La base era utilizada por bombarderos rusos para atacar blancos en Siria. El alarde de Putin generó tensiones al interior de Irán, que decidió dar por finalizado el acuerdo.
Lunes 22 de agosto de 2016 12:49
Irán prefería mantener un bajo perfil en el acuerdo al que habían llegado con Rusia para el uso de sus bases militares en los bombardeos sobre Siria. Sin embargo el alarde que hizo Putin sobre este acuerdo, que duró tan solo unos días, generó las críticas no solo de la Casa Blanca, sino de los propios legisladores iraníes.
Se trataba de la primera vez que una potencia extranjera usaba una base iraní desde la Segunda Guerra Mundial. Rusia e Irán han aportado un apoyo militar crucial al régimen sirio de Bashar al-Assad, en los ataques sistemáticos contra los opositores en todo el territorio. En las últimas semanas se multiplicaron los indiscriminados bombardeos rusos sobre Aleppo y en los últimos días el apoyo a las fuerzas sirias para bombardear blancos kurdos, por primera vez desde el inicio de la guerra.
La semana pasada bombarderos rusos de largo alcance Tupolev-22M3 y Sukhoi-34 utilizaron la base aérea de Nojeh, cerca de la ciudad de Hamadán, en el noroeste de Irán, para lanzar ataques aéreos sobre Siria. Tras estos ataques y el alarde que hizo de ellos el presidente Ruso, algunos legisladores iraníes calificaron la operación como una violación de la Constitución, que prohíbe "el establecimiento de ninguna base militar extranjera en Irán, incluso con propósitos pacíficos". Una veintena de legisladores pidieron una sesión extraordinaria al presidente del Parlamento para discutir el asunto, mientras que los sectores más conservadores apuntaron directamente contra el presidente Rouhani.
Es por esto que el gobierno modificó de inmediato su discurso. Según la agencia Reuters, el ministro de Defensa iraní, Hossein Dehghan, rechazó las críticas pero también reprendió a Moscú por publicitar el asunto, lo que describió como un alarde y una "traición de confianza".
"No hemos dado ninguna base militar a los rusos y no están aquí para quedarse", dijo Dehghan citado por la agencia de noticias Fars a última hora del domingo. Sin embargo el argumento parecía tardío porque las agencias de noticias rusas multiplicaban por mil las imágenes de sus bombarderos despegando desde Irán y lanzando sus bombas sobre blancos opositores en Siria.
El ministro añadió que no había "ningún acuerdo por escrito" entre ambos países y que la "cooperación operacional" era temporal y limitada a repostajes.
El Departamento de Estado estadounidense dijo la semana pasada que el asunto era "desafortunado pero no sorprendente" y que estaban analizando si había violado la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que prohíbe el suministro, venta o transferencia de aviones de combate a Irán.
El intento ruso de mostrarse como un actor clave en la región, que además de uso de estas bases en Irán incluyen la reciente reunión con el presidente de Turquía, Erdogan, y los acuerdos energéticos y armamentísticos con Azerbaiyán, parecen agregar más tensión a una situación ya de por si convulsionada. La injerencia directa o indirecta de potencias imperialistas como Estados Unidos y Europa, además de las potencias regionales como Rusia, Irán y Turquía, no han hecho más que tener un efecto reaccionario profundizando las penurias de los trabajadores y el pueblo sirio, con cientos de miles de muertos y millones de desplazados.
Fuente: Reuters