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Red Internacional
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Coronavirus. Italia levanta toque de queda mientras Rusia se preocupa por la variante Delta

Distintos países han anunciado en los últimos días nuevas medidas en torno a la pandemia de coronavirus. Mientras que Italia anuncia el fin del toque de queda y el confinamiento, al igual que lo hizo Francia, la variante Delta aparece como un nuevo peligro que ya frenó el desconfinamiento en Reino Unido y ahora preocupa a Moscú.

Viernes 18 de junio de 2021 10:47

La variante Delta del Covid-19 se ha convertido en la nueva amenaza para los anuncios de apertura que comienzan a realizar diferentes países. Mientras que Francia anunció este miércoles el desconfinamiento y el fin de uso de mascarillas en espacios abiertos, pero sin ninguna estrategia sanitaria seria, el Reino Unido tuvo que retrasar las medidas de distención por la enorme circulación de la contagiosa variante Delta en su territorio.

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La misma situación viven Italia y Rusia. En primer caso ya están listos para avanzar en el fin del toque de queda, presionados por el inicio de la temporada de verano, mientras que Moscú, que ya había anunciado la obligatoriedad de vacunarse para trabajadores de servicios, ve agravarse el nivel de contagios por la circulación de la variante Delta.

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Italia

Italia inicia en la noche de este viernes su último fin de semana con toque de queda nocturno, vigente desde las 0 a 5, y que será totalmente eliminado en todo el país a partir del lunes, tras más de seis meses de restricciones.

Las medidas que limitaron la movilidad nocturna, decretadas a inicios de noviembre por el entonces premier Giuseppe Conte, desaparecerán a partir del lunes próximo en todo el territorio, según el plan de flexibilización de medidas dispuesto por el Gobierno actual de Mario Draghi.

Con 13 de las 20 regiones del país actualmente en "zona blanca", o de bajo riesgo epidemiológico, y con una campaña de vacunación que ya inmunizó a más del 27% de la población, según cifras oficiales, el Gobierno se dispone a la flexibilización total de las restricciones al comercio y a la movilidad en las próximas semanas.

Sin embargo, la preocupación por la llegada de la variante Delta, que pueda hacer retroceder esta apertura, llevó a poner en práctica un llamado "Pase Verde", para personas vacunadas, inmunizadas o con test negativos, que consiente el ingreso a personas que lleguen desde la Unión Europea (UE), Estados Unidos, Japón y Canadá. Pero sobre todo introduce "una cuarentena de cinco días con obligación de test para quien proviene de Gran Bretaña"; luego del aumento de la denominada variante Delta de coronavirus, y se extiende la prohibición de ingresos desde India, Bangladesh y Sri Lanka.

Con el toque de queda nocturno eliminado desde el lunes en todo el país, el Gobierno prepara para las próximas semanas el fin de la obligatoriedad del uso de barbijo al aire libre.

En cuanto a las actividades comerciales, solo falta la aprobación del Gobierno para la reapertura de las discotecas, que reclaman un regreso al ruedo de cara a la temporada estival.

Moscú

En el otro extremo, la ciudad rusa de Moscú informó este jueves de un récord de casos de coronavirus y anunció una serie de restricciones en eventos públicos, entre ellos el cierre de la zona para aficionados de la Eurocopa de fútbol.

En Moscú se registraron 9.056 nuevos casos de covid-19 y 78 muertos en las últimas 24 horas, un récord desde el inicio de la pandemia y el triple del nivel registrado hace menos de dos semanas, informaron autoridades sanitarias. El alcalde de la ciudad aseguró que casi el 90% de los nuevos contagios corresponde a la variante Delta.

Con 17.262 contagios diarios en todo el país, Rusia está en su punto más alto desde el 1° de febrero, dijo el organismo ruso de lucha contar la Covid-19.

El aumento se imputa a una campaña de vacunación demasiado lenta por la desconfianza de los rusos hacia las vacunas, así como por la ausencia de restricciones durante meses, la aparición de variantes más virulentas y el incumplimiento de las normas de distanciamiento y del uso de mascarillas.

Ante esta situación, las autoridades moscovitas comenzaron de nuevo a introducir restricciones.

"Vamos a suspender los eventos de entretenimiento masivo durante un tiempo, y también tenemos que cerrar durante un tiempo las salas de baile y la zona de aficionados", situada en el complejo olímpico de Luzhniki, anunció el alcalde Serguei Sobianin en su página web.

Rusia acoge un total de siete partidos de la Eurocopa de fútbol, todos en la ciudad de San Petersburgo, donde también resurgió la epidemia.

"No quería hacerlo pero hay que hacerlo. A partir de hoy, los eventos de entretenimiento se limitan a un máximo de mil personas", dijo Sobianin.

La alcaldía de Moscú prorrogó hasta el 29 de junio el cierre los fines de semana de los puntos de venta de alimentos en los centros comerciales, de los zoológicos y de todas las instalaciones de los parques públicos, informó la agencia de noticias AFP.

Los restaurantes y bares tendrán que cerrar desde las 23 hasta las 6, como desde hace una semana.

Hace dos días, Sobianin decretó la vacunación obligatoria de todos los empleados del sector servicios. Un 60% de ellos, es decir unos 2 millones de personas, tendrán que vacunarse antes del 15 de agosto.

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La combinación de un bajo nivel de vacunación junto a la apertura por presiones económicas y sociales y la llegada de la variante Delta, puede llevar a mayores niveles de contagio y muertes. Recordemos que aunque Europa tiene una tasa de habitantes vacunados más alta que la mayoría de los países del mundo, aún es baja la proporción que tiene las dos dosis completas. Esto no es menor ya que varias investigaciones detectaron que una sola dosis tiene muy baja efectividad ante la variante Delta. Es el caso de Francia por ejemplo donde hay 30 millones de personas vacunadas (de una población de más de 65 millones) pero solo 16 millones tienen ambas dosis completas.

Tras meses de escasez de vacunas, ahora muchos países se enfrentan a un creciente sector que es reticente a vacunarse. Y como se ve en el caso de Moscú las autoridades lo pretenden solucionar con órdenes de obligatoriedad.

Pero la reticencia a vacunarse no es solo un problema de Rusia, se ve en varios países e incluso en Estados Unidos que acaparó el mayor número de dosis para su población. Allí intentan que las personas se vacunen hasta ofreciendo regalos e incentivos, aunque sin éxito.

Esa reticencia es un producto de distintos elementos. Desde los discursos negacionistas, que directamente hicieron creer que el virus era parte de una conspiración, hasta las políticas de todos aquellos gobiernos que privilegiaron el funcionamiento de la actividad económica por sobre la salud de las personas, restándole importancia de una u otra manera a la letalidad del virus, para que millones de personas vayan todos los días a trabajar en condiciones inseguras en todo el mundo.

Por otra parte la "geopolítica de las vacunas" agregó un componente extra que deslegitimó aún más a las campañas de vacunación haciendo propaganda negativa contra los laboratorios y países rivales. Cada país defendió a los laboratorios propios por sobre los del resto del mundo, llegando incluso a sembrar dudas sobre la eficacia de las vacunas que no eran propias.

Finalmente a esto se sumó que la negativa internacional a liberar las patentes para vacunar a la población mundial en forma coordinada, planificada y en tiempo récord, implicó que mientras una decena de países acaparaban la mayoría de las dosis el resto del mundo debía esperar meses o años para poder recibir una parte de ellas.
Esto redundó en la aparición de nuevas variantes potencialmente más contagiosas y letales. Es el caso de India, un riesgo que había sido anunciado en muchas oportunidades, donde tras meses de alta circulación y falta de vacunas la variante Delta terminó siendo el nuevo fantasma, que puede incluso volver ineficaces a algunas de las vacunas actuales o generar nuevas variantes más agresivas en regiones donde la vacunación es muy baja o nula.