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Red Internacional
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OPINIÓN. Ítem Aula y privatización de troles: los modelos a seguir del Gobierno de Cornejo

El gobernador en la apertura de las sesiones ordinarias 2017, propuso un modelo de Estado basado en el extorsivo ítem aula y en la privatización del Trole.

Jueves 4 de mayo de 2017

El 1° de Mayo, el gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, dio el discurso de apertura de las sesiones ordinarias en la Legislatura provincial. Y hay muchas cosas que tomar en respuesta a los dichos del gobernador, como que no nombró ni una vez a las mujeres, ni a los femicidios que se cobran la vida de una mujer cada 18 horas en todo el país. Una realidad que no es ajena a Mendoza, salvo para Cornejo, claro está.

Sin embargo, a lo largo de su deslucido discurso, el gobernador marcó una suerte de “modelo” de Estado provincial, a partir dos ejemplos de su gestión: el ítem aula y la privatización de la Empresa Provincial de Transporte de Mendoza. Cornejo, casi como una provocación, puso como ejemplos a seguir durante el resto de su mandato a dos claros ataques a los trabajadores y trabajadoras estatales.

Uno de los ejes principales del discurso del gobernador estuvo sobre el problema de la educación en la provincia. Al hablar de esto sostuvo frases como “se torció la tendencia por la cual la mayoría dice que le interesa pero no lo demuestra a la hora de ocuparse”.

Para luego hacer completo hincapié en el extorsivo ítem aula. Solo para recordar, este ítem, impuesto por el gobierno provincial sólo con los votos propios en la Legislatura, establece el descuento del 10% del salario a aquellos trabajadores y trabajadoras de la educación que, por diversos motivos, no asistan a clases. Esto llevó a que muchos vayan enfermos a trabajar para no perder este porcentaje de lo que ya son, míseros sueldos.

El gobernador tuvo que hacer referencia a que aún la Corte Suprema debe fallar sobre la constitucionalidad del ítem; sin embargo, no dijo ni una palabra sobre los fallos de la misma corte que establecieron que el gobierno debía devolver los descuentos a decenas de trabajadores y trabajadoras de la educación que, por estar de licencia por enfermedades (en muchos casos terminales) o en cambio de funciones por padecimientos producto de las condiciones de trabajo, fueron discriminados por el gobierno provincial.

Esta situación de claro ataque a los trabajadores y trabajadoras de la educación, no sólo incide en pérdida de derechos como a cuidar a sus familiares enfermos, o pedir días por enfermedades propias; sino que también tiene el objetivo de atacar el derecho al paro. En estos casos no sólo se les descuenta el ítem aula, sino también los días no trabajados. Siendo de esta forma imposible para los docentes poder parar para reclamar por sus derechos vulnerados.

Este ítem, impuesto por el gobierno provincial sólo con los votos propios en la Legislatura, establece el descuento del 10% del salario (...) Esto llevó a que muchos vayan enfermos a trabajar para no perder este porcentaje de lo que ya son, míseros sueldos.

Este es, de hecho, uno de los puntos más remarcados por el gobernador que, durante la asamblea legislativa sostuvo: “este es un modo efectivo de apoyar a la escuela pública, que se defiende trabajando por la equidad, por la calidad, y no haciendo paros financiados por el Estado, como venía sucediendo durante años”.

Con un alto grado de cinismo, el gobernador tuvo que (nuevamente) reconocer que los salarios de los docentes son “bajos”. Sin embargo, el salario docente no es una preocupación para el gobernador; que los docentes luchen por un mejor salario y mejores condiciones de trabajo y estudio para los niños y niñas de la provincia, si.

En cuanto a la infraestructura de las escuelas, Cornejo remarcó que se trata de “una de nuestras primeras preocupaciones”. Subrayó que la infraestructura escolar “ha sido escandalosamente desatendida durante años”, por lo cual “hemos encarado el programa de reparación de escuelas y de construcciones más ambicioso en mucho tiempo”. Obviamente, no pudo poner un solo ejemplo de esto. Las persistentes lluvias que azotaron nuestra provincia durante abril, pusieron al descubierto los cientos de establecimientos educativos que colapsaron por problemas de infraestructura. Alrededor de 50 escuelas sólo en el Gran Mendoza tuvieron que suspender sus clases por días enteros producto de los daños, no de la lluvia en si mismo, sino de la desinversión del estado, como la Escuela Cano de Guaymallén.

Mientras el gobernador habla de un “programa de reparación de escuelas y de construcciones ambicioso “, a escasos 150 metros de la Legislatura, la misma DGE clausuró por problemas estructurales uno de los edificios del terciario más grande de la provincia. Estudiantes y docentes, siguen movilizados y luchando para garantizar poder cursar en condiciones que no representen un riesgo para su salud. Es más, desde el día de la clausura del edificio hay materias que son dictadas por los profesores en la vereda, para no perder días de clase, ya que aún no se les garantiza un lugar donde cursar.

Por parte del gobierno, se limitaron a clausurar el edificio (en un reconocimiento a su propio boicot a la educación publica) y a enseñarles a los estudiantes los planos de la construcción de un nuevo edificio para el cual no hay presupuesto asignado.

Achicando el Estado provincial

El momento elegido por el gobernador para hacer referencia a la ahora Ex EPTM, fue cuando comenzó a hablar de sus “logros” respecto del recorte de personal estatal desde el comienzo de su gestión.

Comenzó asegurando que ahora hay 4 mil trabajadores y trabajadoras estatales menos, y que de eso depende la eficiencia del Estado. Y la principal muestra de esta supuesta eficiencia estatal está en la extinción de la Empresa Provincial de Transporte de Mendoza y su sustitución por la Sociedad de Transporte de Mendoza. Esta última, si bien deberá, al menos este año, conservar una parte estatal, ya tiene a sus trabajadoras bajo la órbita del empleo privado y ya le ha otorgado, mediante una tercerización su principal recorrido a una empresa de transporte privada.

Este modelo de privatización que defiende el gobernador, y que además no ha hecho otra cosa que volver más precaria la prestación de servicios de lo que antes era la EPTM, supuso que 192 trabajadores y trabajadoras renunciaran a la planta estatal, para poder seguir trabajando en el lugar donde lo venían haciendo hace años. Perdiendo, por supuesto, sus derechos conquistados.

El resto de los trabajadores y trabajadoras con las que contaba la EPTM al momento de su extinción, fueron reubicados en diversas áreas del Estado y están a la espera aún, luego de más de 4 meses, de las resoluciones que los nombren efectivamente como trabajadores y trabajadoras de esas reparticiones.

Esto sin contar que la denuncia de los trabajadores y trabajadoras del trole sobre el impacto ambiental se vio confirmada, ya que el servicio que antes prestaba la EPTM se encuentra fuertemente resentido y hoy sólo funcionan colectivos a combustible, con su correspondiente daño al medio ambiente.

Durante este año vimos como muchas de las medidas más polémicas del gobierno provincial fueron acompañadas por el peronismo (tal vez por eso Cornejo les reclamó a los legisladores del FPV que lo aplaudan más) y las que no, fueron votadas sólo por los diputados y senadores oficialistas. Cornejo fue a la Legislatura a hacer una defensa cerrada de su gobierno y del “modelo” de paritarias por decreto, escuelas que se caen a pedazos y entrega del patrimonio provincial.

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