Trabajadores y trabajadoras de diferentes sectores envían denuncias a Izquierda Diario sobre como las empresas están descargando los costes de la crisis del coronavirus sobre los salarios, empleos y condiciones de seguridad.
Viernes 13 de marzo de 2020
Trabajadores de la hostelería, la educación, espectáculos, limpieza, los cuidados ... son muchos y muchas los que están haciendo llegar sus denuncias a Izquierda Diario por medio de WhatsApp y Telegram. Una pequeña muestra de lo que se ha vivido estos últimos días en muchos centros de trabajo.
Hostelería y espectáculos: suspensiones, despidos y ninguna medida de protección
Julia, de Tres Cantos, nos explicaba como hoy mismo le han despedido de la cadena de restaurantes Ginos. Estaba en periodo de pruebas y esto le ha puesto en bandeja a la empresa poder prescindir sin alegar ningún motivo.
Eduardo, estudiante de la UB y acomodador de cine, también nos ha explicado el ERTE que han aplicado hoy al conjunto de la plantilla.
Muchos de sus trabajadores, dada su juventud y la precariedad del contrato, no podrán acogerse al cobro de la prestación por desempleo por no tener el mínimo cotizado.
En otras empresas multinacionales, como Telepizza, están apurando hasta el último minuto para sacar tajada de esta crisis. Conscientes de que las recomendaciones de no salir de casa están haciendo subir los pedidos de comida a domicilio, han decidido mantener el ritmo de producción al máximo. Esteban, delegado de CGT Telepizza en Barcelona, denunciaba como esto implica que en “una cocina de unos 60 metros cuadrados nos hacinaremos 20 trabajadores, más los 15 repartidores que entran y salen”, una auténtico riesgo de contagio tanto para sus trabajadores como para quienes reciban las pizzas en sus casas.
También en los hoteles y hostales están obligando a trabajar a sus trabajadores, sin las mínimas condiciones de seguridad. Alberto, trabajador de un hostal en Barcelona, nos contaba como a pesar de que la cadena ha decidido cerrar sus establecimientos en otras ciudades como Londres, aquí los mantiene abiertos bajo el argumento, expresado en un mail a sus empleados, de que "necesitamos conservar el efectivo, así que si ve hay una oportunidad de ahorrar o no gastar, hay que tomarla"
Trabajadores contratados y precarios de la educación, los principales paganos del cierre de centros
Los cierres de centros educativos suponen el envío a casa de cientos de miles de docentes, no solo funcionarios, sino también interinos, contratados en centros privados o academias y todo el sector que es clave para el día a día de los centros pero que se encuentra subcontratado.
Marta, profesora de inglés en una academia privada de Barcelona, nos enviaba una fotografía de lo que su empresa les quiere hacer firmar. Un despido encubierto y disfrazado como una semana de vacaciones, seguida de la aplicación de una medida de flexibilidad horaria.
En una situación similar esta Yorch, profesor de una academia privada en Cantabria, que nos contaba como lo han enviado a casa y aún no le han aclarado si es a costa de sus vacaciones -que deberá consumir confinado- o de aplicarle un ERTE que le consumiría el desempleo y bajaría un 30% el sueldo.
Una situación que como d, en su caso, paliará con el salario de su compañera, que es funcionaria, pero que puede suponer un gran problema a quienes dependan de un solo salario.
En esta situación están muchos de los y las monitoras de comedor, auxiliares de educación escpecial, cocineras o limpiadoras, son algunos de los sectores que dependen directamente de empresas privadas y que está aplicando despidos para muchos con contrato de obra y servicio, obligár a tomarse vacaciones o enviar al desempleo por medio de ERTEs. Una situación que puede dejar a muchos de ellos, con contratos fijos discontinuos, sin ingresos cuando termine el curso y sus contratos queden suspendidos.
Limpieza, telemarketing y cuidados, uno de los sectores más agotados y expuestos al contagio
Trabajadores de Atento España nos explicaban que "no vamos a poder guardar la cuarentena que Madrid y España necesita. No lo vamos a poder hacer porque nuestra empresa nos obliga a ir a trabajar". Y denunciaban que esto además se produce "sin distancia de seguridad, sin cascos individuales"
Ana Cuevas, una limpiadora del Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, nos contaba en una tribuna abierta como la falta de refuerzos, de medios protectores y pautas claras, las estaba llevando al límite.
También Isabel Calvo, trabajadora del servicio de atención a domicilio en Madrid denunciaba como estaban teniendo que seguir realizando su trabajo sin que las empresas contratistas les brinden la protección necesaria, con el correspondicente riesgo de infectarse tanto ellas como sus usuarios.
Cuéntanos cómo está afectando la crisis del coronavirus en el trabajo y tu día a día
Estas son solo una muestra de lo que se está viviendo en muchos centros de trabajo. Si quieres dar a conocer tu denuncia puedes enviárnosla por WhatsApp o Telegram al 631 66 49 49.
Mientras el gobierno declara el Estado de Alarmar o la Generalitat aprueba el confinamiento de toda Catalunya, a las empresas se les permite todo. Desde mantener la actividad, hasta en caso de no hacerlo que puedan descargar este coste sobre los empleos, salarios y las arcas públicas.
La necesidad de un programa de emergencia se hace cada vez más urgente. Un plan de choque que incluya medidas esenciales como la intervención de la sanidad privada bajo control del personal sanitario, la contratación de todos los parados sanitarios, el refuerzo de sectores sobrecargados como la limpieza, el acceso a todos los medios de protección necesarios en todos los centros de trabajo, la prohibición de los despidos, la moratoria de alquileres, hipotecas y desahucios o permisos con el 100% del salario para el cuidado de menores, baja médica, confinamientos o suspensiones por clausura o bajada de actividad.
