Durante la conferencia de este miércoles, el presidente celebró que hay muchos más jóvenes beneficiarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro en comparación con la meta inicial. Pero la precarización es rampante en el programa; recientemente denunciaron retraso en los pagos.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 13 de diciembre de 2023
Al finalizar la conferencia de este miércoles, el presidente celebró que hubo más beneficiarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro. Inicialmente se pretendía incorporar a 2.3 millones de jóvenes, sumando hoy 2.8 millones, es decir, 500 mil más de lo proyectado.
Del total de adscritos, la mayoría son mujeres, siendo el 58% de las beneficiarias, y 42% varones.
A este universo sumamos jóvenes estudiantes que han sido atendidos por becas Benito Juárez, que suman más de 10 millones de jóvenes de edad beneficiados por los programas de bienestar.
Una de las cosas que adelantó el primer mandatario sería un aumento en el pago para los beneficiarios del programa. Actualmente, los jóvenes adscritos al programa reciben un salario de $6,310 mensuales; el presidente afirmó que para 2024 el pago sería de $7,572.
Sin embargo, el día de ayer dimos cuenta de cómo los beneficiarios del programa tuvieron sus pagos con retraso. Se suponía que debían recibirlos desde el pasado 28 de noviembre y a la fecha siguen sin recibirlo, teniendo que laborar aún y con los gastos que ello implica (principalmente transporte).
Similarmente, beneficiarios de las becas de posgrado del CONAHCYT denunciaron que el pago, que debía realizarse el pasado viernes 1ro de diciembre, llegó hasta el día miércoles 6 de diciembre. Esto nos indica que los pagos para los beneficiarios de programas sociales y de becas de posgrado tuvieron un retraso y que, ad portas de las elecciones presidenciales, fueron víctimas del famoso "jineteo" del dinero presupuestal.
No será sorprendente si en las próximas semanas o meses se devela que esos retrasos se debieron a desvíos del erario para las campañas electorales o los bolsillos de algún funcionario. Lo que queda claro es que, similar a las administraciones neoliberales, el gobierno de la 4T, defensor a ultranza del capitalismo mexicano (aunque bajo un cariz anti-neoliberal), reproduce varios de los vicios de sus antecesores.
