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Red Internacional
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CABOS SUELTOS. Jefe de Gendarmería de Esquel contradice a Patricia Bullrich

Juan Escola condujo el violento ingreso a la Pu Lof el 1° de agosto. De allí se llevaron a Santiago Maldonado. Niega la detención del joven pero confirma que un unimog entró al lugar, algo que para Bullrich no pasó.

Daniel Satur

Daniel Satur @saturnetroc

Domingo 3 de septiembre de 2017 14:19

Foto Maxi Failla/Clarín

En la edición dominical del diario Clarín se entrevistó al comandante de Gendarmería Juan Escola, segundo en la cadena de mandos del destacamento número 36 de esa fuerza, con asiento en la localidad chubutense de Esquel.

Escola reconoció que estuvo al frente del pelotón de más de treinta gendarmes que ingresó sobre el mediodía del 1° de agosto al campo de la Pu Lof en Resistencia de Cushamen. Contradiciendo a varios testigos del hecho, algunos de los cuáles ya declararon judicialmente, el comandante lanzó falsedades tales como que no estuvieron “ni cerca de detener a nadie”, como que actuaron “correctamente” pese a no tener orden judicial para ingresar a ese predio e incluso que por el tipo de equipamiento que cada gendarme cargaba encima les era imposible correr a los reprimidos y mucho menos alcanzar a “capturarlos”.

Sobre el ingreso a la Pu Lof, Escola dijo a Clarín que tomó la decisión de hacerlo después de que dos agentes resultaron heridos de gravedad sobre la ruta 40, ante una lluvia de piedrazos impulsada por unas veinte personas. Sin embargo a 34 días de los hechos ni la Gendarmería Nacional ni el Ministerio de Seguridad demostraron fehacientemente la existencia de esos dos gendarmes heridos “de gravedad” (uno, según Escola, “fracturado y sangrando”) ni mucho menos la supuesta pedrada de los mapuches.

Entre lo declarado por la propia Gendarmería Nacional en el expediente se menciona la supuesta pedrada, pero no que haya habido fracturados ni heridos de gravedad. Sólo se mencionan heridas en un pómulo y en el cuero cabelludo de dos efectivos. Aunque eso es curioso, ya que casi todo el personal interviniente tenía los cascos puestos. Si a eso se suma la distancia entre los “bandos”, es poco creíble que los “agresores” hayan dado en blancos precisos en medio de un repliegue campo adentro. Ni las fotos ni los videos conocidos hasta el momento muestran nada que sustente la versión oficial sobre ese momento determinante que llevó a Escola y los suyos a tomar la decisión de ingresar a la Pu Lof violentamente y sin orden judicial.

Aunque en su intento de defensa Escola armó un relato casi ficcional pero sin grandes fisuras, algunas de sus palabras confirman un aspecto que hasta el momento el Poder Ejecutivo siempre negó. Sin quererlo, el comandante que dirigió la parte más brutal del operativo y uno de los máximos responsables del destino de Santiago Maldonado (junto al jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad Pablo Noceti) desmiente a su máxima jefa, Patricia Bullrich.

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Escola dice que “no estaban las condiciones para detener a uno de ellos”, en referencia a los miembros de la comunidad mapuche. Pero no niega que haya sido él mismo el que encabezó la irrupción al grito de “agarren a uno, agarren, agarren”, según lo escucharon varias de las personas corridas.

Esas mismas personas atestiguaron que segundos después tres uniformados apresaron a uno de su grupo al borde del río, lo subieron por la lomada y lo cargaron en un camión unimog ubicado a unos 40 metros. Sobre ese punto, y pese a haber un video en el que un miembro de la comunidad relata los hechos y muestra las huellas de un unimog en el lugar, la ministra Bullrich dijo desde un primer momento que ningún vehículo de ese tipo ingresó al campo sino que se mantuvo sobre la ruta, “a la vista de todo el mundo” (aunque sobre la ruta en ese momento no había más que gendarmes).

Las declaraciones de Escola, si bien desconocen la denuncia de los mapuches respecto al accionar del unimog, desmienten a Bullrich ya que según el jefe del destacamento de Esquel luego de dar por finalizada la persecución él y sus subordinados retornaron a un camión Eurocargo (tipo unimog) apostado al lado de la casilla de vigilancia de la comunidad, es decir bien adentro del campo. “Volvimos todos, no ví que nadie se quedara retrasado. En el camión teníamos mate, estábamos cansados”, recordó Escola. “Hay fotografías, el camión quedó atrás de la casilla”, dijo para despistar, pero esas fotografías fueron tomadas horas después por parte de periodistas que llegaron al lugar una vez que la fuerza levantó los retenes ubicados cientos de metros a cada lado de la tranquera. De hecho el unimog en esas fotos está dentro del campo pero de frente a la ruta, es decir por salir y no por entrar.

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Algunas preguntas no le hizo Clarín a Escola. O si las hizo, no las publicó. Entre ellas ¿por qué ingresó un camión unimog al campo si el objetivo no era detener personas? Escola podría responder que fue para conducir a los gendarmes. Pero entonces ¿por qué habría entrado de culata y no de frente, si como él dice el unimog es el de las fotos? Pero además, si no era para detener gente y sí para trasladar gendarmes, ¿por que el unimog no los condujo hasta la orilla del río si es que éstos no podían correr por lo pesado de su equipamiento?

Por otro lado Clarín no publica mención alguna de parte de Escola sobre Pablo Noceti, el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación, cuya responsabilidad en el operativo represivo (¿y en la desaparición misma de Santiago?) está plenamente confirmada por diversos testimonios.

“Si hay algún gendarme que hizo algo malo, somos el gobierno más estricto”, aseguró el fin de semana pasado Patricia Bullrich ante Mirtha Legrand. ¿Escola habrá hecho “algo malo” con estas declaraciones a Clarín? Por las dudas procuró hacer “algo bueno”: no hablar de Noceti, su superior directo por esas horas.

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Daniel Satur

Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).

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