El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, opinó sobre las elecciones presidenciales de 2018 en México. Alertó sobre el sentimiento "antiestadounidense" que permea el ánimo en nuestro país.
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Jueves 6 de abril de 2017
Durante su participación en una audiencia en el Comité de Seguridad Interna del Senado de Estados Unidos, John Kelly, secretario de Seguridad Nacional, fue cuestionado por distintas figuras del partido republicano, particularmente por el tema del muro fronterizo y las medidas migratorias de Trump.
Ahí, el secretario se refirió al "sentimiento antiestadounidense" en México como un problema. Aseguró que, de realizarse las elecciones presidenciales en nuestro país en estos momentos, "se obtendría a un antiestadounidense de ala izquierdista" como presidente. "Esto no sería bueno para Estados Unidos ni para México", dijo, sin mencionar nombres.
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Sobre el muro y las medidas migratorias implementadas por Donald Trump, aseguró que las primeras iniciativas aprobadas han contribuido a "disuadir" a personas sin documentos de emprender el viaje a Estados Unidos y que el muro sería construido sólo en una parte de la frontera.
Ante los problemas de financiamiento que está enfrentando la administración de Trump para la edificación de este muro, Kelly reconoció que una línea de concreto que cruce "de mar a mar" es irrealizable.
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El comentario de Kelly sobre las elecciones presidenciales en México no es menor. Es bien sabido que el apoyo de la Casa Blanca y sus designios han sido fundamentales en importantes definiciones en nuestro país, tanto en políticas de seguridad, como en políticas de salud, en educación y en política. El factor Estados Unidos es definitorio para el apoyo o el veto de tal o cual candidatura, siempre buscando a quién se ajuste mejor al cumplimiento de sus intereses.
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Ante la serie de tropiezos diplomáticos de la administración de Enrique Peña Nieto y las intentonas por recomponer la relación dando apariencia de "firmeza", la declaración de Kelly puede bien ser considerada como una primera muestra de la postura que asumirá Estados Unidos durante 2018, buscando poner orden en su patio trasero. La subordinación expresada por Videgaray es también muestra de cómo los intereses estadounidenses se procuran desde las más altas esferas de la política exterior mexicana.
