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Red Internacional
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Automovilismo. Juan Manuel Fangio y una anécdota interesante en Cuba

Hoy se cumplen 105 años del nacimiento de uno de los mejores automovilistas de la historia. Pequeña reseña de logros y su fugaz pero electrizante paso por Cuba.

Viernes 24 de junio de 2016 16:46

Fangio nació el 24 de junio de 1911 en la provincia de Buenos Aires más precisamente en el sureño pueblo de Balcarce, un pueblo fundamentalmente agropecuario y famoso entre otros atributos por producir uno de los mejores alfajores del país. El corredor falleció el 17 de julio de 1995 y aún hoy se lo recuerda como uno de los más grandes automovilistas de velocidad.

Arrancó de pibe como mecánico y luego empezó a competir en la categoría de Turismo Carretera en la que en 1940, trabajando para Chevrolet, obtuvo su primer campeonato argentino y mantuvo el título al año siguiente. Unos años después, entre 1947 y 1950, ganó consecutivamente los cuatro campeonatos nacionales de la máxima categoría, lo que en aquella época era la Fórmula 1.

El mejor de su época… y de varias más

Desde 1947 tuvo el apoyo del entonces presidente Juan Domingo Perón para competir en grandes premios internacionales. Como se sabe, por aquellos años y con las arcas llenas, el gobierno desarrolló una política de promoción de los deportes en general y de los deportistas de alto rendimiento en particular. De esta manera, y bajo los auspicios de las más grandes automotrices, como Mercedes-Benz, Maserati, Alfa Romeo y Ferrari, Fangio obtuvo cinco títulos mundiales de Fórmula 1.

Levantó la copa durante las temporadas de 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957; a lo que hay que sumar dos subcampeonatos en 1950 y 1953 entre otros logros y records. En 51 Grandes Premios que participó, acumuló 24 victorias, estuvo en el podio 35 veces, y marcó 29 pole positions y 23 vueltas rápidas. Tuvieron que pasar décadas para que recién en 2003 el increíble Michael Schumacher -al frente de las tremendas máquinas de Ferrari- le arrebatara el récord de más títulos en Fórmula 1.

Pese al paso de los años y los adelantos técnicos y tecnológicos, Fangio sigue manteniendo el mejor promedio de victorias, el único piloto que ganó campeonatos de Fórmula 1 con cuatro escuderías distintas y el campeón más longevo de la historia (46 años y 41 días).

Un giro inesperado en Cuba

Pero luego de esta larga década de triunfos y conquistas, Fangio tropezaría con un hecho que poco se conoce pero que marcaría un cambio rotundo en su vida y terminaría con su impresionante carrera profesional. El 23 de febrero de 1958 es secuestrado del Hotel Lincoln de La Habana, por un comando revolucionario del Movimiento 26 de Julio. Al día siguiente daba comienzo el Gran Premio de Fórmula 1 en La Habana, Cuba. El evento, de trascendencia internacional, era impulsado por el odiado dictador Fulgencio Batista para trasmitir una falsa imagen de que mantenía el control de la situación en medio del proceso revolucionario contra el régimen sangriento que encabezaba desde 1952.

Tal imagen era completamente falsa. La rebelión campesina era incontrolable y fortalecía día tras día al Ejército Rebelde que se desarrollaba en la Sierra Maestra del Oriente cubano. Lo mismo ocurría en los pueblos y ciudades donde los comandos urbanos del M26 y el Directorio (otra de las organizaciones guerrilleras) se nutrían constantemente de nuevos militantes. Los sabotajes a la red ferroviaria afectaban constantemente la circulación de la que dependía el trasporte no solo de personas sino fundamentalmente del azúcar, base económica del país, desde los ingenios hasta el puerto de la capital. Constantemente había incendios en depósitos, puertos y talleres. El gobierno, totalmente impotente, no tenía más respuesta que fortalecer la represión, con crueles asesinatos y torturas que inflamaban aún más la rebelión popular. Las federaciones estudiantiles se declaraban en huelga de manera recurrente y el Directorio había abierto un nuevo frente de lucha en Nuevitas, Camagüey.

El secuestro

En esta situación, el M26 trató de aguar la fiesta con la que Batista pretendía ocultar la revolución en curso y secuestró a Fangio manteniéndolo retenido durante toda la carrera. Uno de los pocos relatos históricos sobre el acontecimiento es el de Santiago Senén González donde cuenta que un joven militante del M26 se presentó en el Hall del hotel donde Fangio se encontraba charlando con otros corredores y sus mecánicos. “Disculpe Juan, pero me va a tener que acompañar”, le dijo desenfundando una 45. Durante el traslado, varias veces cambiaron de auto y dos veces de casa. El corredor fue tratado con todo respeto y amabilidad por el comando, tanto que en el domicilio donde finalmente permanecería hasta su liberación, la gente le pidió autógrafos, le pidieron disculpas infinidad de veces por tener que hacerle pasar este mal trago, y Fangio hasta se animó a pedir la cena.

Al día siguiente, Faustino Pérez, uno de los dirigentes guerrilleros, le alcanzó los diarios y charló con el campeón durante un rato. Luego de la carrera, incluso Fangio les dijo "miren señores (...) quizá ustedes me hicieron un favor". En una zona de la pista había una lomita y el auto del argentino daba saltos enormes durante las pruebas y perdía la estabilidad cada vez que la atravesaba. Un problema en la trocha del auto según el mecánico. Durante la carrera, dos autos se accidentaron en ese lugar y uno se fue contra la tribuna causando 6 muertos y decenas de heridos según documenta el historiador inglés Hugh Tomas.

Consecuencias

Aunque el M26 no logró detener la carrera, consiguió gran notoriedad sobre todo tratándose de un golpe en La Habana, donde el régimen decía ser más fuerte. La noticia recorrió las principales capitales del mundo a través de los diarios y la radio. La devolución no fue nada sencilla en medio del gigantesco operativo montado por la policía y el ejército para dar con el secuestrado. Había serias sospechas de que el gobierno matara al corredor para acusar del crimen a los militantes guerrilleros y su máximo líder Fidel Castro. “Pensaron en dejarlo en una iglesia, pero el Chueco les pidió que llamaran al embajador argentino. Una mujer y dos jóvenes lo llevaron ante el diplomático, quien era nada menos que el primo de Ernesto Che Guevara, dejándole una carta en la que manifestaban que no tenían ningún problema con la Argentina, que sus objetivos se restringían al derrocamiento de la dictadura cubana y, nuevamente pedían disculpas.”, relata Senén González.

Aunque un hecho fugaz, el secuestro de Fangio por 27 horas demostró que la rebelión llegaba a todo el país y que el régimen de Batista hacía agua por todos lados. En lo personal, para Fangio fue indudablemente una situación límite. Poco después del incidente el corredor abandonó su carrera profesional, aunque también hayan tenido influencia otros hechos personales como por ejemplo su avanzada edad para la alta competencia.

Lamentablemente, el campeón empezó luego una carrera mucho menos meritoria en Argentina como directivo de la automotriz imperialista Mercedes Benz, justo en los años de la sangrienta dictadura militar que tuvo en las patronales de estas empresas uno de sus mayores impulsores para desaparecer, torturar y matar activistas sindicales y militantes de izquierda.