En Octubre del año pasado el joven murió electrocutado en el bar rosarino. Hay un tercer acusado, el inspector municipal.
Jueves 28 de julio de 2016
A casi un año de la muerte del bajista de Raras Bestias ocurrida en el “Café de la Flor”, producto de haberse electrocutado, el dueño del bar rosarino y el electricista que había hecho los “arreglos”, van a juicio tras ser acusados por delito culposo. También está imputado desde marzo, el inspector municipal por incumplimiento de deberes de funcionario público.
El propietario del local es Ariel Scharf para quien la fiscal a cargo de la causa, Valeria Piazza Iglesias, solicitó una pena de tan sólo cuatro años de prisión efectiva y 10 años de inhabilitación para actividades comerciales. Mientras para el encargado de la electricidad se solicitó una pena de cinco años de prisión efectiva y 10 años de inhabilitación del ejercicio del oficio. Ambos están acusados por el mismo delito, sin embargo los pedidos de condena son distintos para el empresario que para el electricista.
El tercer imputado es el inspector municipal que renovó la habilitación del bar días previos a los hechos, quién había asegurado que no existía ninguna irregularidad. Se lo acusa por incumplimiento del deber de funcionario público y es tratado en un juicio separado que recién será presentado la semana próxima.
Los amigos y compañeros de banda de Adrián realizaron movilizaciones en pedido de justicia acompañados por músicos locales que se solidarizaron y que se autoconvocaron en una asamblea para denunciar no sólo el caso del joven bajista de Raras Bestias, sino también las condiciones en las que trabajan cotidianamente. En Octubre se cumplirá un año del homicidio del joven y los músicos rosarinos siguen exigiendo justicia y reclamando por la realidad a la que se enfrentan cada fin de semana a la hora de subir a un escenario.
Jazmín Levi
Periodista. Miembro del CeProDH