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Red Internacional
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Jujuy: Ministerio de Educación da luz verde al adoctrinamiento oscurantista

El Congreso Nacional Familia y Vida se realizó esta semana en el Colegio Santa Teresita. Con el aval del Ministerio de Educación, la Iglesia Católica redobla su campaña en defensa del aborto clandestino.

Valentina Schatz @valen.schatz Estudiante de Comunicación Social - UNJu

Viernes 29 de junio de 2018 14:45

El día miércoles inició el “Congreso nacional Familia y Vida” en el Colegio Santa Teresita de la Capital jujeña.

Con el aval del Ministerio de Educación -dirigido por la funcionaria de Cambiemos, Isolda Calsina, a través de lo cual este Congreso otorga puntaje a las y los docentes que participen, abonando la suma de $ 600. Y con el auspicio de reconocidas empresas como OSDE, la empresa eléctrica EJESA manejada por empresarios españoles, entre otros, comenzaron las charlas de claro contenido “pro-vida”, impulsadas por la Iglesia Católica en el marco de su cruzada contra las mujeres y en defensa del aborto clandestino.

El programa del congreso cuenta con conferencias "magistrales" de sugerentes títulos, tales como "Del feminismo a la feminidad" con el "testimonio de una (ignota) ex feminista" como Sara Winter, presentada como "fundadora" de Femen Brasil. Otras conferencias "magistrales" del menú oscurantista son "Responsabilidad civil y objeción de conciencia" a cargo de Siro de Martini, "Educación sexual integral y pornografía infantil" e "Ideología de Género y políticas de control poblacional", ambas a cargo de Amparo Martínez, entre otras delicias.

El primer encuentro de este congreso se realizó el miércoles en el Colegio Santa Teresita, con la asistencia obligatoria de los estudiantes de tercer, cuarto y quinto año del nivel secundario.

En una charla que reprodujo estereotipos patriarcales y denigrantes hacia el movimiento de mujeres, la supuesta exfeminista, Sara Winter, realizó una exposición cargada de misoginia medieval. “No hay nada que diferencie el feminismo del nazismo”, aseguró, contando su experiencia como militante en Femen Brasil donde la alejaron -nada menos- que por usar un sobrenombre inspirado en una nazi británica.

Sara Winter empezó hablando de su vida personal y sobre por qué dejó de ser feminista. Como era de esperarse de una militante del opus dei, no dejó de atacar al creciente movimiento de mujeres, hoy con gran protagonismo juvenil, que no solo exigen educación sexual integral y aborto legal, sino que también pelean por la separación de la Iglesia del Estado.

Las y los jóvenes obligados a participar, masticaron la bronca con frases como “el feminismo impone un lesbianismo político”, “las mujeres lesbianas fueron violadas por eso son así” o ”los que usan pañuelos verdes son unos tontos que se dejan influenciar”, proferidos con total impunidad por Winter.

Sara Winter dejó muy en claro la importancia de la demanda que hoy las y los secundarios levantan por la Educación Sexual Integral, ya que con cada palabra que salía de su boca negaba la realidad política del país y de la provincia donde las mujeres pintamos de verde el Congreso y ganamos las calles por el derecho a que se reconozca las identidades de género.

Resulta muy elocuente que, mientras se niega la implementación de la Educación Sexual Integral en los colegios, el Ministerio de Educación del gobierno del radical Morales, avale este tipo de actividades oscurantistas. Mientras la provincia rankea en los primeros puestos a nivel nacional en los índices de embarazo adolescente -una de las principales causas de que 6 de cada 10 jóvenes no puedan terminar el secundario, así como en los índices de violencia de género y femicidios.

El gobierno radical deja bien en claro de qué lado está: junto a la Iglesia y los dueños de la provincia, contra las mujeres y la juventud.

Por esto, está a la orden del día redoblar las fuerzas por la demanda que ya suena como un potente grito del movimiento de mujeres y la juventud, por la separación de la iglesia del Estado, el fin del financiamiento estatal a la educación privada religiosa, por terminar con todos los privilegios de los que goza esta retrógrada institución, el cese de la injerencia de esta institución medieval en las políticas de salud y educación públicas, mientras para el pueblo trabajador preparan un plan de ajuste brutal, que afectará más crudamente a las mujeres y jóvenes.

Son ellos o nosotras y nosotros.