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Red Internacional
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MUNICIPALES. Jujuy: la intendencia juega con la vida de los recolectores

Los reiterados accidentes que hacen peligrar la vida de los recolectores municipales reflejan la precariedad laboral de miles de trabajadores jujeños.

Natalia Morales

Natalia Morales Diputada provincial PTS-FIT, Jujuy | @NatuchaMorales

Viernes 21 de noviembre de 2014 10:54

Una vez más los municipales que garantizan el servicio de recolección en los barrios más pobres de la capital jujeña volvieron al paro ante un nuevo "accidente" que podría haber costado la vida de un trabajador. El camión lo podría haber pisado a Florencio Quispe, comenta un trabajador del del sector. Semanas atrás, Manuel Cruz y los vecinos del Barrio El Chingo podrían haber sufrido una desgracia, cuando el camión recolector perdió una rueda mientras funcionaba.

Estas situaciones no son hechos aislados y por eso es una de demandas más sentidas por parte de los trabajadores que realizan su trabajo en condiciones de precariedad laboral extrema, tanta que se cobra la vida de los mismos. Por eso los recolectores se plantan ante los funcionarios del municipio, no quieren que vuelva a repetirse los sucedido con Fabián, quién perdió la vida aplastado por un camión hace un par de años o con Cándido Báez, quien cayó de un camión de caja abierta mientras apilaba las bolsas de basura quedando con lesiones en su cuerpo que le impide trabajar de manera normal. Hernia de disco, fracturas de ligamiento, pinzamiento lumbar, cortes, con algunos de las reiteradas lesiones que sufren los trabajadores, sumado a las condiciones de salariales y de estabilidad laboral que dejan al descubierto la política anti obrera del municipio del radical Jorge.

La situación no tiene respuesta concreta, salvo un acta compromiso por parte del municipio, conquistada tras la lucha dada por los recolectores en el mes de mayo de este año, por el pase a planta y mejorar las condiciones laborales vinculadas al estado de los camiones, entre otras cosas. Tras el inicio del paro, el ejecutivo se comprometió, en lo inmediato, mandar tres camiones compactadores de la empresa privada de limpieza LIMSA (que tiene convenio con el municipio), para poder seguir con el servicio de higiene urbana de la ciudad, aunque hasta el momento solo enviaron uno, incumpliendo nuevamente lo acordado entre ambas partes, generando malestar y cansancio entre los trabajadores que se niegan, con justa razón, a trabajar en camiones en pésimas condiciones.

Mientras los recolectores trabajan de manera precaria, el intendente capitalino con el aval del PJ, destina $50.000 por mes por el alquiler de la unidades de recolección, cuando se la podría comprar y ser mantenido y controlado por los mismos trabajadores. A la misma vez otorgó una nueva licitación a la espalda del concejo deliberante y del pueblo trabajador a la empresa privada LIMSA, quien hace 22 años brinda el servicio de recolección en los barrios más pudientes de la ciudad, además de permitirle aumentos de tarifa del 100%.

La lucha de los trabajadores recolectores de la Municipalidad en defensa del servicio público de recolección y por el pase a planta permanente deja al descubierto la política privatizadora de los servicios públicos, que esconde grandes negocios entre quienes dan garantías del mismo, mientras desguazan lo poco que queda del servicio estatal y deja pendiendo de un hilo la vida de los trabajadores, que desde ya, no les interesa más lo que puede aportar en trabajo.