La Izquierda Diario publica a continuación la carta de Daniela Monzón, abogada del Observatorio de Derechos Humanos de Quilmes, recientemente desmantelado. Ella logró impulsar una causa de femicidio que estaba impune desde 2001.
Miércoles 9 de marzo de 2016
En un día tan especial y significativo como hoy, les escribo para contarles una historia de lucha y perseverancia por parte de una gran MUJER, su nombre es Mirtha Riveros. Tuve la suerte de conocerla en el año 2014, mientras desempeñaba tareas como abogada en la oficina del Observatorio de Derechos Humanos ubicada en Alem 360, Quilmes.
El día que Mirtha llegó a la oficina nos contó sobre su historia desgarradora: había sufrido la muerte de su hija Laura Barrios en el año 2001. Nos relató que desde ese entonces, había emprendido un arduo recorrido en la tan ansiada “búsqueda de justicia”… Nos contó que había tocado varias puertas, de fiscales, juzgados y organismos del estado sin encontrar respuesta alguna. Que pese a eso, igualmente continúo en su búsqueda y que a medida que algunos vecinos le informaban sobre algún dato relevante para la causa de su hija, era Mirtha quien personalmente se acercaba a los juzgados para aportar todo lo que estaba a su alcance en la investigación. Lo que se sabía por ese entonces, era que el supuesto autor de la muerte de su hija habría sido la pareja de la misma. Sin embargo, para esa época, no habían pruebas suficientes que permitieran continuar con la investigación respecto a la pareja de Laura Barrios.
Por lo que la investigación quedo detenida, hasta que varios años después, más precisamente en el año 2013. Por esas circunstancias de la vida, sorpresivamente el hermano de la víctima se encuentra con la testigo clave del juicio quien le relata que había escuchado cuando Laura antes de fallecer menciona al supuesto homicida: su pareja. Es así que la causa se reactiva con el aporte del testigo clave que es llevado por la misma Mirtha Riveros a la oficina del fiscal.
Luego de escuchar su historia y de conmovernos frente a su incesante búsqueda, el Director del Observatorio de Derechos Humanos decide tomar el caso y me designa como su abogada conjuntamente con una colega del organismo. Desde ese momento, tanto yo como mis compañeros de equipo adoptamos el compromiso de seguir con su caso y luego de 15 años de batallar contra un sistema tan desigual como lo es el poder judicial logramos que la causa se eleve a juicio. El viernes 4 de Marzo de este año fue la primera audiencia llevada a cabo contra el imputado Rodrigo Pacheco y ahí estuvimos presentes, haciendo que la voz de Mirtha como la de su hija se hagan OÍR por primera vez. Y que no sea silenciada como la de otras tantas víctimas.