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Red Internacional
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Rosario. #JusticiaPorÚrsula: ganemos las calles nuevamente

Este miércoles 17 se harán concentraciones en Tribunales de todo el país exigiendo justicia por Úrsula. En Rosario la cita es en Pellegrini y Balcarce a las 17 hs. Una vez más se nos presenta la necesidad de ganar las calles por miles al grito de Ni Una Menos contra un Estado cómplice. Demostremos la fuerza conquistada de las mujeres.

Lunes 15 de febrero de 2021 09:38

Con este nuevo femicidio, el país se llenó de dolor y de bronca. Una enorme indignación nos atraviesa, como también a la familia de Úrsula, sus amigas, vecinos, millones de mujeres hartas de la violencia machista.

Lo vimos ahí en la plaza de Rojas, el pasado jueves, como una decenas de pibas se acercaban a marchar bajo la lluvia con sus carteles denunciando la violencia y la brutalidad policial. Se ve en los ojos de Nerina, amiga de Úrsula, pero no por haber recibido un impacto de bala de goma en su ojo el día de la represión: su mirada, como la de todas y todos los que estaban en esa plaza pedía justicia, y demostraban que no van a parar hasta lograrlo.

Por eso, debajo de esa lluvia imparable, las pibas levantaron el puño, con cintas violetas atadas en sus brazos, hacia el cielo: acá estamos, es por Úrsula, es por todas. El Estado y su policía son los responsables. 

Con este femicidio vuelve a quedar en claro que el Estado es responsable, porque Úrsula hizo todo lo que había que hacer. Múltiples denuncias no escuchadas. Sin embargo en la comisaría de Rojas se protegió al policía femicida Matías Martinez, esa misma policía bonaerense que luego reprimió la gran movilización en pedido de justicia. La que se llevó detenida a pibas y pibes ese mismo día, los gaseó en la plaza central y al día de hoy hostiga a las pibas que pelean por justicia. La policía de Berni, la que Kicillof felicitó y reforzó con presupuesto al día siguiente del hecho, con total cinismo.

Úrsula era cajera de supermercado. Ella como muchas pibas sufría la precarización laboral. Ella como muchas pibas era consciente de la pelea que tenemos que dar todos los días contra la violencia machista, esa cadena de violencias con la cual nos encontramos en la calle, en los lugares de laburo, y que la Justicia y los gobiernos reproducen permanentemente.

Las mujeres, somos víctimas de la violencia machista, física y simbólica, de otros hombres, pero sobre todo de un Estado que reprime, de un gobierno que avala a los empresarios que te dejan sin laburo, de una justicia de clase y patriarcal que solo defiende intereses de los poderosos. Como pasó en Guernica, el Estado también responde con violencia hacia las mujeres, destruyendo sus hogares y pasándoles por arriba con topadoras. Muchas de ellas víctimas de violencia de género, que no pudieron tener su propia casa para evitarlo.

Según lo informado por la Correpi, el 20% de los femicidios son perpetrados por miembros de las distintas fuerzas de seguridad. Esa misma policía está protegida por los gobiernos. Pasan los gobiernos y no se toma una sola medida para prevenir la violencia machista. Las mujeres que sufren violencia no tienen dónde ir si se tienen que ir de sus casas, porque no hay refugios. No hay licencias pagas, no hay planes de viviendas, no hay un solo centavo destinado a paliar los efectos de una violencia que sabemos es profunda y tiene sus raíces en un sistema capitalista opresor y explotador.

El gobierno de “les Fernández” impuso un salario mínimo de miseria. Con esa plata, que llega a tan solo 20 mil pesos, no hay forma de lograr una independencia económica. No se puede comprar comida, no se puede pagar un alquiler. Decidió destinar plata a pagar la deuda externa, bajo los planes del FMI, pero para la miles de “Úrsulas” que hay en el país no destinó un solo centavo. Como planteó Nicolás del Caño en el Congreso, hemos presentado desde el PTS –FITU una propuesta de ley para prevenir la violencia machista pero nunca se trató. Porque los gobiernos pasan pero siguen negando recursos para esto.

El patriarcado no se terminó como dijo Alberto Fernandez, el régimen político de conjunto reproduce y sostiene una estructura social de opresión de género de todo tipo. Por eso nuestra confianza tiene que estar en nuestras propias fuerzas, en la fuerza enorme que conquistamos desde el primer grito de Ni una menos allá por el 2015, que seguimos fortalenciendo en las calles en la pelea por la conquista del derecho al aborto. Nuestra confianza está puesta en la movilización independiente de las mujeres y todes quienes nos acompañen, por imponer estas medidas paliativas de la mano de ir a fondo en la pelea por transformar de raíz la sociedad.  
El Estado capitalista en el cual vivimos es el que sustenta las bases para una organización social en las cuales las mujeres tenemos que ser víctimas de la violencia ,de la policía, la justicia, la violencia del hogar impuesta por los modelos de familia donde las mujeres nos encargamos del trabajo de los cuidados gratuitamente durante todas nuestras vidas, la que se sufre en los lugares de trabajo. Es por esto necesario poner en pie un movimiento de mujeres que cuestione las raíces de este estado patriarcal y capitalista, que oprime y explota, y que bajo todos los gobiernos se reproduce esta permanente violencia.

El prime paso que tenemos es salir a las calles nuevamente y cuestionar el rol que las instituciones jugaron en este femicidio de Úrsula, como la polícia, la justicia pero también a los gobiernos que permiten, avalan y reproducen esta violencia machista.

Juicio y castigo a los responsables
Justicia por Úrsula
Fuera Berni
Los gobiernos son responsables