En medio de una crisis sanitaria de magnitudes históricas en todo el mundo, la juventud sufre las consecuencias de vivir y trabajar en condiciones precarias. La Izquierda Diario habló con estudiantes terciarias que cuentan cómo trabajan, viven y estudian sin trabajo estable y sin condiciones de salubridad.
Viernes 20 de marzo de 2020 10:06
Trabajadores y trabajadoras, en su mayoría jóvenes, protestaron en todo el país exigiendo que cierren los locales en los shoppings. Es que, a pesar de las medidas de aislamiento que los gobiernos tomaron para frenar el avance de la pandemia, a miles de personas en el mundo no les queda otra que salir a vender su fuerza de trabajo.
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Jóvenes trabajadoras y estudiantes terciarias de Neuquén cuentan cómo trabajan, viven y estudian en épocas de pandemia y emergencia sanitaria.
M estudia en la Escuela de Música y es mensajero cuentapropista. Sobre su condición laboral dice: “No podemos darnos el lujo de no trabajar, porque directamente no cobramos. Los mensajeros estamos expuestos a cualquier tipo de contagio. No accedemos a ninguna medida de prevención, alcohol en gel por ejemplo, ya que nuestro trabajo es en la calle, no tenemos un lugar fijo físico donde poder higienizarnos”.
P, trabaja en una verdulería. Durante su turno laboral escribió en su estado de WhatsApp “¡Y nosotros los empleados nos cagamos!” y no paró de recibir, comentarios, emojis y el hashtag #QuedateEnCasa por parte de sus compañeras del terciario donde estudia. Muchas, en las mismas condiciones que ella.
J, estudia en Bellas Artes y trabaja como empleada doméstica. “Mi jefa en su trabajo, usa un uniforme y lo mete en una bolsa al salir, de manera que cuando llega a su casa, su ropa no esté contaminada, pero soy yo la que la tiene que lavar”, comenta.
I, otra estudiante de Bellas Artes comenta que trabaja en un bar “donde la única precaución para los que trabajamos es alcohol en gel. Nos hicieron reforzar la limpieza y la desinfección de los lugares, pero por temor a una clausura, más que por la integridad de clientes y trabajadores”.
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Medidas sanitarias versus estabilidad laboral
Las medidas sanitarias requieren en principio trabajar en condiciones laborales óptimas, sin embargo, la mayoría de las veces corren por cuenta propia.
P, estornudaba mientras recibía notificaciones por su estado de WhatsApp porque fue a trabajar engripada a la verdulería. Su jefe le dijo, “es una gripe psicológica”. Así que por más que la clientela de la verdulería, preocupada por la salud de ella y por la propia, le decía que es mejor no ir a trabajar, P, tiene que seguir yendo igual.
J, cuenta cómo convive con las medidas del Gobierno. Ella empleada doméstica con sus jefes trabajando desde la casa. “Ahora en la cuarentena, me los tengo que fumar todo el día en la casa y sus comentarios cuando tardan en encontrar algo son: ¿Quién se lo podrá haber robado? en voz alta cuando paso cerca, a pesar que no me garantizan ni los guantes para la limpieza, trabajo bajo sospecha”.
Sobre cómo está llevando las medidas de prevención, M, el joven mensajero comentó que corre todo por su cuenta. A esto hay que sumar que las medidas le afectan a la recaudación diaria porque cobra por trámite realizado, al respecto dijo, “en los bancos dejan entrar sólo de a tres personas, demoro muchísimo de un banco a otro esperando en las filas que se hacen afuera”.
Y agregó: “Las medidas del Gobierno con respecto a la prevención se quedaron muy cortas porque deja afuera al conjunto de trabajadores que estamos precarizados y en negro”.
Para la joven trabajadora del bar la realidad no es muy diferente, para responder sobre su estabilidad laboral, dijo “ahora nos avisaron que van a cerrar el local hasta nuevo aviso, lo que nos resulta un ataque directo a quienes trabajamos en negro, todos dependemos de las horas que metemos para terminar la jornada con algunos mangos”.
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Sobre las medidas del gobierno la joven contestó alarmada “y las medidas del gobierno me parecen una tomada de pelo, para los jóvenes que trabajamos en negro sin ningún tipo de derecho laboral lo único que hizo fue sembrarnos más preocupación. ¿Cómo hacemos para pagar alquileres, comida etc. si se nos priva de la única fuente de ingreso que teníamos? Nos obligan a elegir entre quedarnos en nuestros hogares como podamos, o salir de todas formas a conseguir changas en una pandemia”.
Estos son sólo algunas de las situaciones que tiene que atravesar la juventud precarizada. Ningún Gobierno otorgó derechos laborales acordes a la necesidad de la juventud. Desde estas páginas exigimos la suspensión de los despidos, subsidios para les trabajadores precarios o en negro que constituyen entre el 35 y el 40% del total de trabajadores, entre otras medidas que ha levantado el PTS en el Frente de Izquierda.