José Antonio Kast estuvo en el centro de la polémica tras su gira por diversas universidades donde fue repudiado por su campaña de derecha y de odio contra las mujeres y la diversidad sexual. Esta semana Axel Kaiser estuvo en el ojo del huracán por la reivindicación de la dictadura cívico-militar de Pinochet.

Akemi Matsubara Egresada Derecho Universidad de Antofagasta
Domingo 6 de mayo de 2018
José Antonio Kast, la ultraderecha sin máscara.
J.A. Kast, quien fue candidato presidencial el 2017, - y apoyó a Sebastián Piñera en segunda vuelta- con una campaña de ultraderecha, estuvo en el ojo de toda la prensa tras haber realizado giras a lo largo del país, donde asistió a diversas universidades y fue repudiado por la juventud por su campaña que se opone a los derechos de los trabajadores, las mujeres y los jóvenes.
“Nadie puede acusarme de ser una persona que incita al odio” declaró cuando abandonó la Universidad Arturo Prat de Iquique, tras ser expulsado. Trató de posicionarse como una víctima, sin embargo, quienes sufren en la vida cotidiana lo que promueve José Antonio Kast, son las mujeres que al no poder tener el derecho mínimo al aborto legal, están empujadas a abortar en la clandestinidad; O las personas trans, por la inexistencia de una Ley de Identidad de género, a la cual Kast se opone, incluso atacando a activistas trans como Daniela Vega, a la cual tachó de ser hombre.
Posteriormente, fundó su movimiento “Acción Republicana”, que nada tiene que envidiarle al fascismo italiano con los pilares fundamentales de su movimiento: “Dios, patria y familia” y cuyo logo guarda mucha similitud con partido de ultra-derecha de Marie Le Pen, “Front Nacional”
Axel Kaiser, el “intelectual” reaccionario
Un enorme bochorno pasó Axel Kaiser, que tras una charla con Mario Vargas Llosa llamada “¿Qué es ser liberal?”, fue profundamente cuestionado en redes sociales por plantear que la dictadura de Pinochet fue “menos mala”. Kaiser tuvo que excusarse planteando que esa “era la reacción que quería obtener”.
Axel Kaiser dirige “Fundación para el progreso”, la cual ha intentado en diversas ocasiones atacar a la izquierda e instalar que no hay más opción que el capitalismo y de la democracia liberal representativa de los ricos. Además, es financiado por Nicolás Ibáñez, reconocido admirador del dictador Augusto Pinochet.
A cerrarles el paso
La ultraderecha ha comenzado una campaña de difusión de sus ideas misóginas, transfóbicas y que se oponen a toda clase de derechos para el pueblo trabajador. Buscan avanzar; los estudiantes, trabajadores y mujeres también debemos hacerlo, y ser un gran opositor de la derecha en las calles, golpeando juntos mediante un plan de movilización ascendente a este gobierno que sólo ha venido a profundizar la precarización laboral y el mercado en la educación