Durante el emblemático conflicto de 2014 en la autopartista, un gendarme simuló ser atropellado para justificar la represión. Ahora confesó que José Galeano, infiltrado en la protesta, era el jefe del operativo y respondía a Sergio Berni.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Sábado 18 de agosto de 2018
La semana pasada, en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 1, ampliando su declaración indagatoria, el comandante de la Gendarmería Juan Alberto Ramón López Torales, que está procesado por privación ilegal de la libertad de uno de los manifestantes el 30 de julio del 2014, confesó que él estaba bajo las órdenes directas de Roberto Galeano -Coronel retirado del Ejército-, y que éste recibía órdenes de Berni, que por aquel entonces era el Secretario de Seguridad del Gobierno de Cristina Kirchner.
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Esta ampliación de declaración, que el “gendarme carancho” la realiza para bajarle el precio a su propio delito, confirma lo que los abogados del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) vinieron denunciando y aportando pruebas: que por órdenes directas de Sergio Berni, el militar retirado Galeano, que estaba de civil, “se desplazaba en forma intermitente entre los manifestantes y personal de Gendarmería”. Lo cual confirma el carácter de infiltrado.
López Torales dice en su declaración: “en ningún momento ordené la detención del ciudadano -Christian- Romero (el manifestante que fue bajado del auto, al cual el gendarme se arroja deliberadamente, por la fuerza y a los golpes y luego es llevado detenido). El encargado de tomar todas las decisiones al respecto fue el Coronel Galeano”
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A pesar de que la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín, compuesta por los jueces Alberto Lugones, Marcos Morán y Juan Pablo Salasen, en su momento revocó el procesamiento de Galeano, la apelación de la querella (formada por los abogados del CeProDH), que tuvo que continuar aportando pruebas, logró que finalmente vuelvan a procesarlo.
Estas nuevas declaraciones de Torales, el “gendarme carancho” ratifican la existencia de militares infiltrados en las manifestaciones, lo que periodísticamente se conoció como “Proyecto X”, denuncia iniciada por la actual legisladora del PTS/FIT Myriam Bregman.
Algo que el anterior gobierno siempre negó, a pesar de innumerables documentos probatorios en ese sentido.
Y ese "Proyecto X", tuvo como protagonista a la Gendarmería, la fuerza de choque por excelencia contra las protestas obreras durante el gobierno de Cristina Kirchner, la "niña mimada" del gobierno de Macri, que tiene en Patricia Bullrich -ministra de Seguridad- una defensora acérrima de sus represiones y asesinatos, como fueron la muerte de Santiago Maldonado y el crimen de Rafael Nahuel.
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