La interna de la CGT está más intensa que la del Frente de Todos. Este 2 de mayo hicieron un acto “dividido” pero con un documento “común”. “Paco” Manrique, del SMATA, ventiló una reunión con el candidato del PRO que nadie conocía y donde se habló de política pero también de negocios. ¿Cuál es el debate detrás?
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Miércoles 3 de mayo de 2023 13:36
La interna de la CGT va y vuelve. En el último consejo directivo parecían amigos de toda la vida. Ni un sí ni un no como dicen. Votaron por unanimidad el documento “Estamos a tiempo” y la comisión organizativa del acto. Pero pasaron cosas. Al acto del “día del trabajador” pegaron el faltazo la Corriente Federal, la UOM y Pablo Moyano. Los Camioneros se hicieron notar con sus cantitos.
Hoy siguió.
Fue el turno de Mario “Paco” Manrique, dirigente del SMATA y secretario gremial de la CGT. Y fue para criticar a sus socios en el consejo directivo. “Si Andrés Rodríguez plantea que van a vender el edificio de la CGT porque ya arreglaron con Larreta que van a tener otro edificio y nadie dice nada, estas entregando la historia de la CGT”, dijo en una entrevista en Futurock. Tranca. Y siguió. “Ahí estuvo el cuerpo de Evita. Ni siquiera se puede poner en consideración. Tenemos un movimiento obrero que perdió hasta la identidad. Por eso no participa del acto".
Al menos Manrique reconoció que la cúpula sindical no tiene poder de convocatoria. Y que la identidad peronista de la CGT es una rosca de los dirigentes que no apasiona a las bases. ¿Será porque vivieron el ajuste de su “propio” gobierno? Pero parece que Paco, Ricardo Pignanelli y José Rodríguez no tuvieron nada que ver.
Antes de cerrar la entrevista, el dirigente del SMATA dejó otro contrapunto: "El Frente Sindical y la Corriente Federal estamos en minoría en el consejo directivo. Siempre se resuelve lo que quiere esa mayoría". Puede ser. Pero ¿está diciendo que propusieron algún paro y plan de lucha y perdieron la votación? ¿Que quieren romper la tregua y Daer les impone que sigan bancando el ajuste? ¿Que en el documento querían poner "ningún acuerdo con los ajustadores" pero perdieron?
No parece. Pero volvamos al edificio. Andrés Rodríguez salió a rechazar las acusaciones. “¿Cómo vamos a vender el edificio? Pero un grupo mayoritario piensa que es hora de que sea declarado monumento histórico del movimiento obrero, que funcione allí la biblioteca laboral y un centro de capacitación. Que Manrique paga la cuota de la CGT en vez de criticar”. Palazo y mangazo.
Seamos sinceros. Nadie puede negar que es un pedazo de historia, pero tampoco que semejante edificio le queda grande a una burocracia que se junta cada 7 meses para definir entre 35 personas el destino de millones.
La realidad es que las gestiones por el edificio no fueron con Larreta sino con el propio Gobierno nacional, que se comprometió a gestionar otro. Lo que esconde la chicana de Manrique es la verdadera discusión: la postura del sindicalismo peronista ante las elecciones de octubre y un hipotético gobierno de Juntos por el Cambio.
Consenso y reformas
Despejado el tema del edificio, Rodríguez (UPCN) se refirió estos días a la reunión con Rodríguez Larreta, que nadie había informado públicamente. El dirigente de UPCN le dijo a El Destape Radio que la reunión existió y que el candidato del PRO "dijo claramente que descartaba la reforma laboral. Buscaba el entendimiento en algunos casos particulares a proponer y después debatir en el mundo del trabajo".
¿Qué sería “algunos casos particulares a proponer”? Lo explica el vocero cegetista: “consideramos que la modernización de las negociaciones se dan en los convenios colectivos”.
Así mostró la hilacha: la CGT sabe que una ley de reforma laboral no sería tolerada por el movimiento obrero, por eso manda señales que está dispuesta a discutir la “reforma en cuotas”, por convenio. No es nuevo, ni un invento macrista. Ya lo hizo el Frente de Todos. Y también la CGT. De hecho el SMATA de Manrique es campeón mundial de convenios por empresa con cláusulas flexibles.
¿Qué más habló la CGT con Larreta? Sigue Andrés Rodríguez: "Por lo menos desde la política verbal, Rodríguez Larreta aseguró que él era proclive a generar una política de consenso, diálogo y entendimiento. Esto lo dejó claro".
Pero hagamos un repaso del último mes y veamos como todo queda más claro. Una delegación de la CGT se reunió con Larreta. La CGT convocó a su consejo directivo. Este votó un documento donde llama a un “gran acuerdo económico y político”. En la conferencia Héctor Daer se tira contra Milei, Macri y Bullrich, usando palabras de Larreta (bravuconadas). En el acto del 2 de Mayo la CGT vuelve sobre el consenso y critica a Macri y Milei.
Es sencillo. Estamos ante los preparativos de la CGT para la posibilidad de una derrota del peronismo y la asunción de un nuevo gobierno de Juntos por el Cambio. Así como Hugo Moyano se preparó desde 2014 para ese cambio, los dirigentes “sabios y prudentes” ya lo empezaron a hacer. En el medio habrá discursos encendidos, alguna crítica a la derecha, desplantes de Moyano y los gremios K para cubrir el flanco “izquierdo” (muchas comillas).
Más que un nuevo edificio la CGT está buscando un nuevo lugar en el mapa político.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.