Para este viernes 20 la Dirección General de Escuelas de Mendoza dispuso jornadas institucionales obligatorias 2024. La propuesta se titula: “Bienestar docente, una mejor calidad de vida”, y el contenido lo anticiparon en el portal educativo de Mendoza. Proponen que haya momento de desayuno saludable con granola y/o manzana (literal), reflexionar sobre buenas prácticas y analizar “La Sociedad de los poetas muertos”. ¿En qué puntos se cruzan sus convicciones pedagógicas, sus visiones de sujeto, su reflexión sobre el presente y el futuro con el cinematográfico Carpe Diem?
Virginia Pescarmona @virpes
Jueves 19 de septiembre 21:33
Con un rimbombante anuncio la DGE informó que los objetivos para las jornadas de este año son “promover el bienestar integral de los docentes y fomentar el balance biopsicosocial saludable”. Pero para empezar podríamos analizar que la denominación biopsicosocial ya es anacrónica, al menos, en el video de presentación de la jornada en donde se afirma que existe una relación directa entre la felicidad y la plasticidad genética. La propuesta es ahistórica, sin contexto, sin criticidad. Nos mandan a compartir un desayuno saludable, asegurando que solo se trata de un cuestión de tiempos y voluntad y ver un fragmento de La Sociedad de los Poetas Muertos”. ¿El bienestar es solo una cuestión de actitud?
El gobierno de los peores salarios docentes del país asegura que la propuesta es resaltar “la importancia de la salud mental, emocional y física para enfrentar desafíos educativos y contribuir positivamente al ambiente escolar y reflexionar y conocerse mejor para identificar y gestionar emociones que afectan tanto la vida profesional como personal”. Y otra vez a la carga con la llamada “gestión de las emociones”, como si se tratara de una cuestión puramente voluntaria e individual. Otra vez cargando la responsabilidad de todo el acontecer educativo sobre nuestras cansadas espaldas, sostenidas con salarios miserables. Vaya lujo y bienestar.
¿Carpe Diem del 54% de pobres?
El carpe diem de Horacio (Odas) popularizado por la película La sociedad de los poetas muertos, se convirtió en un lema indiscutido: gozar el momento. Pero ¿cúal? ¿en qué condiciones?.
¿En qué momento el gobierno de derecha de Cornejo y la DGE manda a ver la Sociedad de los Poetas muertos para una jornada institucional? ¿En qué puntos se sus convicciones pedagógicas, sus visiones de sujeto, su reflexión sobre el presente y el futuro?
Proponen un fragmento, pero la película hay que verla completa para tener una visión de qué está pasando con su visión de la escuela y nuestra tarea.
@MzaDGE y su cinismo en un nuevo capítulo: te proponen llevar manzanas y avena a la jornadas para hablarte de alimentación saludable mientras 7 de cada 10 alumnos pasan hambre y nos pagan salarios de miseria. 🤬 Hipócritas! Uds son responsables del malestar docente!!!! pic.twitter.com/RdO40hmadZ
— Laura Espeche (@LauGEspeche) September 18, 2024
Claramente lo más llamativo de la película es cómo los métodos del maestro, no ortodoxos, chocan con la estricta tradición de la escuela. Una escuela tradicional en la que sus estudiantes son hombres, blancos y de buena posición social.
‘Tradición, honor, disciplina, grandeza’ son los 4 pilares de la educación que se imparte en este colegio de élite. Keating está dispuesto a cuestionarlo. ¿Qué hay detrás?. Una película que promueve una filosofía liberal clásica que defiende la libertad individual.
¿A quién le es funcional la extrapolación planteada en la forma en que está guionada la película? ¿La realidad en las escuelas se presenta así: negro o blanco? Muy funcional a las polarizaciones que tanto gustan a los gobiernos, apelan a la emoción de una película (1989) bien hecha. Hay muchas razones para ver la “La sociedad de los poetas muertos”. Está bien actuada, bien ambientada, bien musicalizada, logra empatía. Pero por qué la DGE quiere insistir con las falsas polémicas pedagógicas: ¿en las escuelas se debate en término de cancelación? ¿conductismo vs constructivismo? ¿método genético vs palabra generadora?.
¿Qué nos quieren hacer reflexionar las autoridades de la DGE en un contexto de miseria generalizada, condiciones lamentables de las escuelas, realidades emergentes cotidianas y difíciles?.
El pedagogo norteamericano Peter Mc Laren, en Pedagogía crítica, resistencia cultural y la producción del deseo, hace una reflexión interesante sobre la película: “El problema que encuentro en esa forma de pedagogía estriba en que ella sugiere que puede lograrse un mejoramiento y una capacitación de sí mismo sin poner en tela de juicio el orden social existente. Nunca se plantean cuestiones concernientes a las desigualdades de clase, etnia. En realidad, yo llegaría a afirmar que esa forma de pedagogía liberal, humanista, sirve a la contención de lo político, a vigilar discursivamente el aplazamiento, a equiparar la liberación con lo personal por sobre lo social, y en enmascarar formas de dominación. Es una pedagogía impregnada de la ficción de la palabra a expensas del mundo. Ello se pone de manifiesto en el machismo de Keating quien afirma que la poesía fue inventada para “enamorar mujeres”1. Es evidente que no se invita a los estudiantes a plantearse el problema de las relaciones entre el autoritarismo de la escuela, la forma en que el poder obra en la sociedad en general para silenciar a determinados grupos, y su inserción en prácticas sociales que sirven a los ricos y a los poderosos (...) al dividir la protesta social, produce un efecto debilitante, porque alienta a los individuos a realizar su personalidad singular, en aséptico aislamiento en relación con cualquier sentido de la lucha colectiva en torno del referente de la diferencia o la alteridad. Es una pedagogía que opera sin tener en cuenta el modo en que el poder actúa (...) la liberación es personal y fundamentalmente ahistórica, y mantiene una escasa relación con la liberación (...) se calla toda pregunta que involucre las relaciones entre el poder y el conocimiento, y nunca se evocan los peligrosos recuerdos del sufrimiento humano y de la rebelión…:”
Un aspecto no menor a analizar, en esta historia basada en una “libertad de indiferencia”, es decir desligada de la Verdad y de una idea colectiva de BIEN. Como tal no produce en sí mismo felicidad, sino una búsqueda incesante de instantes de placer individual. Suele describirse como un ciclo de “ansiedad–satisfacción momentánea–mayor ansiedad”. De la insatisfacción permanente, de momentos de placer. Entendible que se proponga esta perspectiva en un momento en que la ansiedad predomina, por cuestiones sociales, económicas, laborales, de relación. Se trata de una problematización de la situación de la juventud, y no hay que olvidar que la película termina con un suicidio. La catarsis, la resolución ante el conflicto, propone una salida polémica, forma extrema del individualismo. Como diría Marx, “el suicidio no es más que uno de mil y un síntomas de la lucha social general”...o la falta de ella, podríamos agregar. Sabemos que Marx no condenaba el suicidio, comprendió sus motivaciones, e interpretó que la alternativa es optar por la revolución.
Hace muy poco la editorial Ediciones IPS publicó una obra fundamental del pedagogo ruso Lev S. VigotskI, Lecciones de Paidología. Una bocanada de aire fresco en medio de una realidad muy compleja, ataques sistemáticos a nuestra tarea y falta de herramientas científicas para pensar colectivamente la educación. Una publicación necesaria cuando hacen falta respuestas, porque hay que combatir la fragmentación del conocimiento, la censura, la simplificación, porque se bastardean conceptos, porque es cierto que está en crisis la relación entre educadores y estudiantes. Frente a concepciones que patologizan todo, reducen todo a la biología, a la genética, porque hay un discurso berreta contra el llamado “constructivismo”.
En otra de sus publicaciones trascendentales, Psicología Pedagógica, planteó que “la vida se convierte en creación sólo cuando se libera definitivamente de las formas sociales que la deforman y mutilan. Los problemas de la educación se resolverán cuando se resuelvan los problemas de la vida..:"
Muy lejos del individualismo y la meritocracia volver a discutir la relación del ambiente con el sujeto, la integralidad entre mente y cuerpo, que el ser humano es esencialmente un ser social y que el contexto también es social, y muy relevante, como ejemplos de ejes de un abordaje dialéctico, se transforma en herramientas de suma importancia en un escenario educativo particularmente crítico. Abstraer la reflexión de la práctica de la realidad concreta no es inocente. Venimos escuchando sistemáticamente cómo se pone el ojo en las prácticas educativas sin hacer referencia al 65% de niños y niñas pobres, a que 7 de cada 10 se van a dormir sin cenar, a una desocupación creciente, parece absurdo, pero es el método de los gobiernos.
Claro que la educación está en crisis y hay que repensarla y transformarla profundamente. Pero digamos todo: lo que está en crisis es el proyecto educativo de la clase dominante.
Hace falta una perspectiva que claramente piense que el desarrollo de las infancias se construye socialmente y de forma colaborativa. Y la educación es medio también. Es necesario que educadoras y educadores sean “no solamente maestros”, al decir de Vigotski en Psicología pedagógica, y que se despliegue su potencia en completa participación en la vida social y política. No solo para cuestionar, sino para ser partícipes y constructores de un proyecto de transformación radical de la sociedad.
Lejos de estas falsas jornadas de reflexión, necesitamos conquistar verdaderos espacios de debate, construcción colectiva, análisis y elaboración teórica. Lejos del discurso del esfuerzo permanente, la disposición personal, la superación individual, necesitamos tiempo, recursos, condiciones, en lo individual y colectivo para hablar de bienestar. Lo de este 20 es una caradurez disfrazada de desafío intelectual. Nos tratan de tontxs. Pero no lo somos.
Virginia Pescarmona
Docente, Corriente 9 de abril/Lista Bordó, Mendoza