Por cuarta vez consecutiva la Reserva Federal aplicó una suba de 75 puntos básicos en la tasa de referencia, llevándola a un rango entre 3,75 y 4 %, su nivel más alto en 15 años. Para intentar bajar la inflación, Powell encarece el crédito en dólares, agravando los problemas de países endeudados como Argentina.
Miércoles 2 de noviembre de 2022 20:45
El presidente de la FED (equivalente al Banco Central de Estados Unidos), Jerome Powell, anunció en conferencia de prensa este miércoles una nueva suba en la tasa de interés de 75 puntos básicos. Con el objetivo de controlar la inflación, la medida ubica al rango objetivo 3,75 y 4 %, la referencia para el costo de los préstamos o el rendimiento de los bonos. Se trata de la cuarta suba consecutiva en esa proporción, así lo informa el comunicado del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés).
“Los datos recibidos desde nuestra última reunión sugieren que el nivel final de los tipos de interés será más alto de lo esperado anteriormente”, apuntó Powell en una rueda de prensa, en la que reconoció que la inflación está todavía en niveles más elevados de lo previsto. Sin embargo, para mostrar algo de esperanza el presidente de la Reserva Federal agrego que: "El momento (de subidas de menor envergadura) se acerca y puede llegar tan pronto como en la próxima reunión (que se celebra en diciembre) o en la siguiente, pero todavía no se ha tomado ninguna decisión".
Según los últimos datos publicados hace dos semanas por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), la tasa de inflación interanual bajó por tercera vez consecutiva en septiembre y se situó en el 8,2 %. Si bien continúa alejándose del pico del 9,1 % de junio, se mantiene en un valor elevado y el camino para llevarla hasta el 2 % se vuelve cada vez más complejo.
Los efectos directos de la política de la FED son el encarecimiento del crédito en Estados Unidos y la consecuente caída del consumo. Uno de sus objetivos centrales es aumentar el desempleo para hacer caer aún más la demanda de productos y así frenar la subida de precios. Esto ya redoblará los sufrimientos de las grandes mayorías golpeadas por la crisis, pero el riesgo más importante es que desencadene una recesión, una caída en la producción que podría disparar el nivel de desocupación y hundir los ingresos de los trabajadores.
Estas perspectivas son malas hasta para las grandes empresas, como reflejaron los principales índices financieros. Este miércoles en Nueva York cayeron con fuerza el índice industrial Dow Jones que perdió 1,6%, el S&P 500 cedió 2,5%, mientras que el Nasdaq se derrumbó un 3,6%.
Además del conflicto entre Rusia y Ucrania, otros factores explican los niveles elevados de inflación pos pandemia. Como el billonario paquete de estímulo fiscal de Biden principalmente direccionada a empresas o los problemas en las cadenas de suministro. Sin embargo, el rumbo de la FED pretende hacer recaer el costo de la crisis sobre los sectores populares. Sin cuestionar el crecimiento de la desigualdad social, mientras unos pocos milmillonarios aumentaron sus ganancias millones de personas se vieron sumergidas en la pobreza extrema.
Los efectos en Argentina
Los cambios definidos por la Reserva Federal, impactan en la economía nacional por distintas vías:
- Encarecimiento del crédito internacional: la suba de las tasas de la FED restringe el acceso a nuevo crédito externo y aumenta el costo de la deuda en dólares. Siguen las malas noticias para Argentina que se encuentra en un programa de Facilidades Extendidas con el FMI, por la fraudulenta deuda USD 44 mil millones contraída por el macrismo.
- Presiones sobre el tipo de cambio: se refuerzan los incentivos de los capitales especulativos para abandonar sus colocaciones en los mercados conocidos como “emergentes”, un efecto conocido como “fly to quality”. Esto implica el desarme de inversiones en pesos para dolarizarse, aumentando la de la divisa estadounidense. En este momento de bajas reservas y creciente brecha cambiaria, con saltos en los paralelos y el dólar blue. Esto presiona sobre el ritmo de la devaluación en el país.
- Inflación: la suba generalizada de precios en el país se encuentra acelerada por efecto de la crisis política y económica, en el Presupuesto 2023 se acepta que hacia final de año llegaría al 95%. Sin plan para combatirla, la brecha cambiaria, la falta de confianza sobre el cumplimiento de las metas futuras con el FMI, sumados a los tarifazos en energía y transporte; son factores coyunturales retroalimentan la dinámica de precios que combina también factores estructurales.
- Baja del crecimiento: la suba de tasas generó una desaceleración del crecimiento en Estados Unidos. Esto presionaría en el mismo sentido al resto de los países del globo, poniendo en peligro los puestos de trabajo y los ingresos de millones de personas. Estando Argentina especialmente expuesta por los lazos de sometimiento con el FMI.
Las medidas confirmadas por la FED que serán de mediano plazo pueden empeorar la frágil situación de la economía Argentina. Bajo la bota del FMI y sus planes de ajuste, de la mano del Frente de Todos, Estados Unidos profundizará el saqueo sobre el país y sus recursos estratégicos. La deuda externa es un mecanismo de sometimiento por eso para que la crisis no recaiga sobre el pueblo trabajador es necesario declarar su desconocimiento soberano.