Hablemos de derechos: una campaña que surge al calor de la pelea contra el ninguneo y la vulneración del derecho a la identidad de género en la Universidad Nacional de La Plata.
Viernes 1ro de noviembre de 2019 21:59
En febrero de este año comencé con mi transición, después de hablar con varies compañeres decido avanzar con los trámites para la rectificación registral, tanto con mi documentación como con mis datos personales en donde estudio, la Facultad de Trabajo Social de la UNLP.
En marzo cuando arranco a cursar una docente de la facultad me cuenta que existía la resolución 7/12 que fue aprobada en junio del 2012 por el Consejo Superior de la UNLP, la misma me dijo que iba a comunicar mi situación a la consejería de género de la facultad. El mismo día desde la Consejería de Género me mandaron un mail con la resolución y los procedimientos a seguir para acceder a dichos cambios.
Siguiendo estos pasos, es que entrego una carta dirigida al Decano Néstor Artiñano de la FTS, la cual entregué el 28 de marzo. Cuando pregunté en la mesa de entrada cuánto iba a tardar esto me dijeron que el tramite iba a tardar, por eso mismo dejé pasar un mes para volver a preguntar sobre la situación. Cuando voy a preguntar me dicen que todavía estaba todo igual, que vuelva en 15 días. Luego de ese tiempo, me presento nuevamente y me vuelven a decir que vaya en 15 días porque todavía no había respuesta. Producto del cansancio y la bronca de tantas trabas burocráticas y ausencia de respuestas decidí dejar de ir.
En Junio volví a ir, estaba cansado de que me violenten constantemente en las cursadas, ya que producto de que nunca se rectificó mi identidad y quedaba a disposición de cada docente, y se seguía vulnerando mi derecho a la identidad. Ese día me dijeron que mi expediente estaba en rectorado, ya que la facultad, supuestamente lo había aprobado. Cuando voy a rectorado me dicen que el expediente no estaba ahí y que no tenía por qué estarlo, ya que eso depende de cada facultad.
A los días de esta situación vuelvo a ir a la facultad y les comento lo que me dijeron en rectorado. Sobre esta situación no me dan respuesta y me dicen que para poder hacer la rectificación registral tenía que hacer el cambio de documento. Cuando en realidad eso no es así, ya que en la misma ley de identidad de género artículo 12 y 13 dice que a su solo requerimiento el nombre de pila deberá ser utilizado para la citación, registro, llamado y cualquier otra gestión o servicio, tanto en los ámbitos públicos como privados.
En su momento yo no contaba con esta información, por lo que intenté avanzar con los trámites de la documentación, los cuales hasta la fecha siguen siendo una odisea, ya que también me están poniendo trabas para poder conseguirlo.
En estos últimos días en mi facultad fueron publicados los padrones para las elecciones universitarias, cuando me busco, me encuentro con que sigo figurando con mi nombre femenino. Esto me despierta muchísimo enojo y vuelvo a insistir sobre la situación de incumplimiento de mi derecho a la identidad de género. Y la respuesta fue que supuestamente perdieron mi expediente.
Ante el hartazgo de la situación con mis compañeres de militancia de En Clave Roja – Juv PTS decimos poner en pie una campaña en nuestra facultad exigiendo la plena implementación de la resolución 7/12 art 2y3 para que se respete mi identidad de género.
Ilustro todo este recorrido, con los detalles, para que puedan ver el nivel de violencia y ninguneo al que nos someten a las personas trans-travestis en la UNLP y en mi facultad en particular.
Producto de la campaña que lanzamos, en pocos días de pasadas por curso, juntadas de firmas y hablar con cada compañere en el patio, muches ex estudiantes de la facultad se pusieron en contacto conmigo para solidarizarse y comentarme la situación violenta por la que elles también pasaron.
Por todo esto quiero aclarar que no se trata de un caso aislado, sino que se trata de algo recurrente, que no solo pasa en la UNLP, sino que es algo que vivimos en todos los ámbitos de la vida.
Nos excluyen del ámbito laboral, por eso estamos dando la pelea por la plena implementación del cupo laboral trans-travesti, nos excluyen del sistema de salud y nos atacan con recortes que afectan nuestra calidad de vida, por lo que nuestra expectativa de vida es de 35 años y con el nuevo recorte en salud nos niegan el derecho a llevar adelante nuestro tratamiento hormonal, como lo dicta la ley.
Y encima, para quienes tenemos la posibilidad de acceder a la universidad, que tristemente es casi un privilegio, nos toca vivir estas situaciones.
Nuestra campaña lleva el lema “Hablemos de derechos” porque en la facultad de trabajo social desde que ingresamos hasta que egresamos nos enseñan constantemente la importancia del cumplimiento de los derechos de les niñes, les trabajadxres, de las mujeres, las disidencias,etc.
Todo esto termina mostrando la hipocresía de las autoridades de la facultad y su doble discurso, ya que en la práctica esto no se corresponde.
Exigimos a las autoridades de la facultad de trabajo social y a la UNLP que cumplan con la ley de identidad de género.
Y también como este 6 , 7 y 8 son las elecciones de la UNLP les exijo a las autoridades de mi facultad que reimpriman el padrón y por fin se respete mi identidad de género.